El crecimiento económico se acelera al 1,1% del PIB en el segundo trimestre mientras la inflación crece hasta el 10,8%
El PIB (producto interior bruto) de España creció un 1,1% en el segundo trimestre de 2022, según el avance de la Contabilidad Nacional Trimestral que ha hecho público este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto incremento supone un fuerte crecimiento de la economía española frente al trimestre anterior, cuando el PIB subió un 0,2%. La tasa interanual del PIB se sitúa en el 6,3%, sin que haya cambios frente al trimestre precedente. Frente a este fuerte crecimiento de la economía española el instituto estadístico también ha publicado el Índice de Precios de Consumo (IPC) que disparó su tasa interanual seis décimas en julio, hasta el 10,8%, su nivel más alto desde septiembre de 1984.
El dato de julio, que deberá ser confirmado por Estadística a mediados del mes que viene, supera el pico alcanzado el pasado mes de junio cuando el IPC se situó en el 10,2%, su nivel más alto desde 1985.
Según el INE, la escalada del IPC interanual hasta el 10,8% se debe, principalmente, a la subida de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas y de la electricidad (la cual registró una bajada en julio de 2021) y al comportamiento del vestido y calzado, cuyos precios bajan menos que el año pasado. Destaca también, aunque en sentido contrario, el descenso de los precios de los carburantes.
Nuestro país sigue manteniendo una amplia brecha con el resto de Europa respecto a la inflación subyacente. La tasa de variación anual estimada de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumenta seis décimas, hasta el 6,1%. De confirmarse, sería la más alta desde enero de 1993 y muy superior a la de junio, que había escalado al 5,5%.
A pesar de las medidas que ha puesto en marcha el Gobierno para tratar de frenar la inflación los precios no han parado de subir los últimos meses. Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos han señalado que “la inflación es un fenómeno global y una de las principales consecuencias de las tensiones geopolíticas que están produciendo un incremento continuado de los precios de la energía, especialmente del gas, y también de los alimentos”.
Buen comportamiento de la demanda nacional
Volviendo a la evolución del PIB español, en el segundo trimestre la demanda nacional pasa a liderar el crecimiento económico, con un 3,6%, principalmente por la fuerte recuperación del consumo de los hogares, mientras que la demanda externa presenta una aportación de 2,6 puntos, tres décimas superior a la del trimestre pasado.
La inversión en activos fijos materiales presenta una tasa interanual del 9,8%, lo que supone 3,7 puntos más que en el trimestre precedente. Por componentes, la inversión en viviendas y construcciones aumenta 6,4 puntos, pasando del 0,6% al 7,0%, mientras que la inversión en maquinaria, bienes de equipo y sistemas de armamento crece un 14,4%, tasa similar a la del trimestre anterior. Por otro lado, la inversión en productos de la propiedad intelectual experimenta una variación del 10,0%, con una reducción de tres décimas respecto a la tasa del trimestre pasado.
Las exportaciones de bienes y servicios presentan una variación del 18,5% respecto al segundo trimestre de 2021, lo que supone cuatro décimas más que en el trimestre anterior. Las importaciones de bienes y servicios varían un 10,4% respecto al mismo trimestre del año anterior, 1,3 puntos menos que en el primer trimestre.
El crecimiento trimestral del PIB, el quinto consecutivo, se ha situado siete décimas por encima del previsto por el Banco de España, que había proyectado en sus últimas previsiones un avance del 0,4% para el segundo trimestre.
No obstante, Estadística ha explicado que el avance de datos de este segundo trimestre se ha realizado a partir de indicadores estadísticos que ofrecían resultados hasta mayo, justo cuando se produjo la invasión rusa de Ucrania.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos señalaron que “los datos presentados hoy por el INE ponen de manifiesto la solidez de la economía española en un contexto marcado por la incertidumbre por la guerra de Rusia en Ucrania y las consecuencias económicas globales, así como la eficacia de las medidas de política económica para reducir los efectos de la inflación y sostener las rentas de las familias y el tejido productivo, y los efectos positivos del Plan de Recuperación para mantener el dinamismo de las inversiones”.
Durante la presentación del techo de gasto de los Presupuestos Generales del Estado de 2023, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ya insistió en que “en este contexto internacional de incertidumbre todos los organismos económicos internacionales prevén que España mantenga un fuerte crecimiento en 2022, alrededor del 4%, y un crecimiento notable en 2023, por encima del 2%”.
Hay cuatro factores que, según Calviño, fundamentan que España seguirá creciendo a buen ritmo: el “excelente comportamiento del mercado trabajo”, la recuperación de la inversión, especialmente “en bienes de equipo y propiedad intelectual debido a la llegada de los fondos europeos”; la evolución favorable del mercado exterior, prueba de la sólida competitividad de la economía española“; y la buena evolución de las cuentas públicas.
Como elementos que restan el Calviño citó “el mantenimiento de los altos precios de la energía, que provocarán una normalización de la política monetaria más rápida y el consiguiente aumento de tipos de interés reales que impactarán negativamente en las decisiones de inversión y consumo”.
Con estos fundamentos, a pesar de que será de manera más suave la demanda nacional seguirá impulsando el crecimiento económico, con una aportación de 3,3 puntos, mientras que las inversiones “seguirán creciendo a un ritmo elevado del 6,6%, impulsadas por la ejecución de los fondos del Plan de Recuperación”. Donde se va a sentir la entrada en recesión de otros países europeos es en el sector exterior cuya aportación al crecimiento será negativa con una caída el 0,7%.
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