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ENTREVISTA | Diego López Garrido

“Los paraísos fiscales son la reacción neoliberal frente al Estado del bienestar”

Diego López Garrido (Madrid, 1947) tiene la convicción de que el principal problema económico al que se enfrenta el mundo es la existencia de paraísos fiscales. Aprovechando el rebufo de los Papeles de Panamá, el exdirigente socialista ha publicado un pequeño manual práctico Paraísos fiscales. Veinte propuestas para acabar con la gran evasión, (Editorial Catarata) que tiene como objetivo aportar medidas concretas para la eliminación de estos refugios de capitales.

López Garrido ha sido también secretario de Estado para la UE, la institución que más peso puede tener a la hora de disolver estos agujeros de las finanzas mundiales. Esta misma semana presenta su libro y remitirá su corolario antiparaísos fiscales a los miembros del Parlamento Europeo que han abierto una investigación sobre los Papeles de Panamá.

Comienzo preguntándole por algo que no aparece en el libro. Es el caso Apple (la Comisión Europea quiere que pague los impuestos perdonados por Irlanda). ¿Cree que va a ser un caso paradigmático, ejemplarizante?

Le acababa de dar el libro a la editorial cuando surgió.  Este es un caso de elusión fiscal (cuando se pagan algunos impuestos pero buscando la forma de que sean los mínimos), que hay que diferenciar de la evasión fiscal. En este terreno de la elusión se ha avanzado mucho. Los gobiernos hacen unos acuerdos discretos e inconfesables con las multinacionales para pagar pocos impuestos. Hasta ahora no había forma de combatirlo, porque son los propios gobiernos de estos pequeños países los que han hecho un negocio de esto y esos acuerdos se mueven en el ámbito fronterizo de la legalidad. La vía que tiene la Comisión es la de considerarlas ayudas de Estado, una vía que apunté en un libro anterior (La edad de hielo), y que incluso le comenté a Joaquín Almunia, el comisario de Competencia anterior. Es una vía técnica en lugar de ética, una vía muy fértil. 

¿Está legimitada la Comisión Europea para abanderar esta lucha cuando en su Gobierno hay comisarios que han aparecido relacionados con paraísos fiscales?

Está legitimada porque tiene el poder, pero le resta fuerza moral. 

El presidente de la Comisión Europea es el exlíder de un paraíso fiscal, Luxemburgo, si nos atenemos a los criterios para llamarlo así que vienen en su libro

Le quita mucha autoridad sin duda.

La anterior comisaria de Competencia, Neelie Kroes, acaba de aparecer en los BahamasLeaks. ¿Estos políticos no ha podido entorpecer por sus intereses personales la lucha contra estos paraísos fiscales?

Evidentemente le quita motivación. Pero el movimiento supera a las personas. La opinión pública presiona mucho más, sobre todo desde que ha habido filtraciones escandalosas que hacen que la opinión pública este sensibilizada. Los Papeles de Panamá han hecho mucho más que cualquier política en este sentido.

En el libro es usted muy crítico con el papel de Estados Unidos en el entramado de paraísos fiscales, algo de lo que se habla muy poco.

Estados Unidos no es un paraíso fiscal, lo son son algunos de sus estados como Delaware. Pero no colabora suficientemente en informar a la Unión Europea de las cuentas de los no residentes. Además, la reciente ley FACTA impone a Europa que le aporte información, pero a Europa no le pone la misma simetría. Es casi imposible para Obama cambiar esto porque es un Estado federal.

EEUU es un país federal pero responde internacionalmente por sus estados federados. El interlocutor válido es el Gobierno de EEUU. ¿Cómo se hace entonces para abordar estas zonas grises dentro del país?

La Unión Europea puede prohibir transacciones con entidades de Delaware.

Eso es casi imposible. La mayor parte de las multinacionales europeas tienen una filial en Delaware.

Tiene que prohibirse radicalmente. En cualquier caso, lo que hay que definir ya es qué es un paraíso fiscal. Moscovici ha hecho una lista chapucera pero ahora se va a enmendar y durante un año va a pensar en criterios para definir a un paraíso fiscal. 

Con los criterios que usted cita en el libro, EEUU es un paraíso fiscal. Eso es muy duro de asumir.

Durísimo. Pero no puede ser que EEUU no informe de las cuentas financieras que hay en su territorio. La UE tiene que hacerse muy fuerte en esta posición.

En eldiario.es hicimos una investigación que bautizamos Los Papeles de la Castellana en la que se detallaba, entre otras cosas, cómo algunos millonarios se habían acogido a la amnistía fiscal. ¿Estas medidas no incentivan que existan paraísos fiscales?Los Papeles de la Castellana

Sí, los incentivan, son medidas desastrosas, sobre todo con esas multas ridículas que se imponen. 

Le da mucha importancia en su libro al papel de la banca y los abogados en el funcionamiento de los paraísos fiscales. ¿Cómo disuadimos a la banca de que participe en estos mecanismos?

Que hagan transferencias con paraísos fiscales es legal y hay que convertirlo en ilegal. Hay que prohibir las transacciones con paraísos fiscales sin base de economía real. Una prohibición directa. 

El proyecto del Impuesto sobre las Transacciones Financieras que comenzó a preparar la UE podría haber ayudado en este sentido pero se ha quedado en nada.

El impuesto tenía una finalidad recaudatoria pero también como un elemento indirectamente de control de movimiento de capitales. Es vital aprobarlo. Pero cada vez se edulcora más y se tarda en poner en práctica. Le han echado agua al vino y está semiparalizado en la actualidad.

En un hipotético Brexit, ¿el control financiero de la banca en manos de la Europa continental ayudaría a aminorar los flujos a paraísos fiscales?

Lo que plantea Reino Unido para defenderse ante la salida de los bancos es que el impulso del sector financiero se compensaría con los paraísos fiscales. Es una postura muy cínica. Fuera de la UE se va a poder controlar aún menos a paraísos que están en la Commonwealth, las llamadas Islas del Tesoro, como las Islas Vírgenes.

¿Algún líder se ha tomado en serio esto de luchar contra los paraísos fiscales?

Nadie dice “estoy a favor de los paraísos fiscales”. Pero no hay avances significativos. 

Sí que hay gente que dice que está a favor. Los que hablan de infiernos fiscales.

Hay ultraliberales que creen que los paraísos fiscales son necesarios en el capitalismo. El Estado de bienestar es la reacción progresista después de la Segunda Guerra Mundial al capitalismo desbocado. Economía de mercado con progreso social porque el capitalismo de mercado llevaría a un estallido social. Su éxito hace que los neoliberales reaccionen con los paraísos fiscales. Son la reacción político-económica frente al Estado del bienestar. Y a la vez es lo que lo pone en crisis. Es el primer problema económico que tiene la sociedad ahora mismo.

Durante las campañas electorales en España este año no se ha hablado nada de este problema. Pero si Europa no se mueve, deben hacerlo los Estados por separado. Alguien tiene que arrancar. Los Papeles de Panamá han hecho mucho más que cualquier otra medida política para sensibilizar a la opinión pública.

Destaca en su libro también el papel de los filtradores.

Hay que darle una cobertura de inmnunidad a esas personas. Precisamente, es una de las medidas que propongo para azuzar a que la gente filtre.