El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha aprobado por tres votos a dos conceder un año más de vida a la central de Garoña para considerar la prórroga de su vida útil, que expira el próximo 6 de julio, tal y como ha solicitado Nuclenor, la propietaria de la central nuclear.
La solicitud de Nuclenor ha salido adelante gracias al voto favorable de los consejeros del PP, Fernando Castelló y Fernando Martí -presidente del CSN- y el de CIU, Antonio Gurrí, mientras que las dos consejeras del PSOE, Rosario Velasco y Cristina Narbona han rechazado la prórroga. Velasco, Narbona y Gurrí explicarán el lunes sus posiciones en votos particulares.
Tal y como adelantaba este jueves eldiario.es las cuatro reuniones del CSN celebradas durante la semana han estado marcadas por la tensión y han conducido a una salida que se aventura más 'política' que técnica tras el 'velado' posicionamiento del Ministerio de Industria a favor de aplazar el cierre definitivo de la central nuclear.
El pasado 16 de mayo Nuclenor, en la que participan Endesa e Iberdrola, solicitó al Ministerio de Industria la ampliación del permiso de explotación de la central nuclear para que pueda mantenerse en 'parada fría' (en marcha a baja temperatura, pero sin producir), tal y como se encuentra desde diciembre de 2012. El ministerio trasladó en solo 24 horas la petición al CSN, que, sin embargo, ha necesitado cuatro reuniones para tomar una decisión.
Nuclenor tendrá ahora un año más para estudiar si prolonga la vida útil de la nuclear, aunque su pretensión es no producir energía durante ese periodo. Desde el mes de enero, los técnicos del Consejo de Seguridad Nuclear han preparado el procedimiento de cese de explotación de la central. Un trabajo que tras la decisión del Consejo deja de tener sentido.
Narbona denuncia “presiones intolerables” del Gobierno
La miembro del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y exministra socialista de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha denunciado que el Gobierno ha ejercido “presiones intolerables” para que el organismo se pronunciara a favor de la continuidad de Garoña.
En declaraciones a Efe, Narbona ha asegurado que el Gobierno ha utilizado al Consejo de Seguridad Nuclear “para intereses económicos”. “Es un ataque la independencia del CSN que no se justifica”, ha afirmado la exministra, en cuya opinión Nuclenor (participada al 50 % por Endesa e Iberdrola) podría haber cesado su actividad el próximo 6 de julio como estaba previsto y pedir, a posteriori, una renovación de la licencia de explotación.
Según Narbona, lo ocurrido con Garoña es un “precedente malo”, porque significa dar “autorizaciones exprés al gusto del consumidor” y eso “va en contra de todas las prácticas y evolución del CSN”. “Preocupa que esta decisión forzada por el Gobierno reste credibilidad al Consejo de Seguridad Nuclear”, un organismo autónomo e independiente que solo rinde cuentas al Parlamento.
Un cierre aprobado por el PSOE y que el PP revocó
La orden de cierre definitivo de Garoña fue aprobada por José Luis Rodríguez Zapatero en julio de 2009, pero el Gobierno del PP revocó la decisión, y se mostró favorable a la prolongación de su vida útil, tal y como había prometido durante la campaña electoral.
Nuclenor se negó, sin embargo, a solicitar la prórroga hasta 2019 si no se le eximía de pagar las nuevas tasas que recoge la ley de medidas fiscales para la sostenibilidad energética. En las últimas semanas, el ministro de Industria, José Manuel Soria, ha insistido en que si el CSN -máximo órgano en materia de seguridad y protección radiológica del país- era favorable a la demanda de Nuclenor, también lo sería el Gobierno.
En diciembre de 2012, Garoña se desacopló de la red eléctrica para transferir su combustible gastado a la piscina de almacenamiento, una decisión que adoptó -dijo- por su desacuerdo con las nuevas tasas sobre el combustible gastado y los residuos radiactivos.