El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha propuesto este lunes convertir el gravamen temporal a la banca en un impuesto ligado al “ciclo de los tipos de interés”. Cuerpo ha explicado en una conferencia que el Gobierno de coalición está haciendo una valoración de si “se hace permanente este gravamen para que podamos aprovechar al máximo su potencial con un enfoque de equilibrio”.
Según la opinión del ministro de Economía, este “equilibrio” se alcanzaría “adaptando” el gravamen temporal que se diseñó en 2022 como respuesta a los beneficios extraordinarios obtenidos por el sector financiero por la escalada de los tipos de interés oficiales del Banco Central Europeo (BCE). Una estrategia que ha buscado ahogar la demanda y la actividad económica en general (encareciendo las hipotecas de las familias y el resto de préstamos) para moderar así la inflación; y que, por el camino, ha beneficiado directamente a los bancos.
Lo cierto es que su adaptación e incorporación al sistema tributario regular es un compromiso del Gobierno de coalición, firmado entre el PSOE y Sumar, junto con el gravamen temporal a la banca. En el último año, ambos han recaudado cerca de 3.000 millones de euros.
El “ajuste” del gravamen temporal al sector financiero que valora Carlos Cuerpo pasaría por ligarlo “a algunos elementos fundamentales de política económica, como la evolución del ciclo de los tipos de interés u otros objetivos como puede ser el fomentar créditos a pymes [pequeñas y medianas empresas]”. De momento, el Ministerio de Economía no aporta más detalles de esta propuesta.
La semana pasada, la Asociación Española de la Banca (AEB), la patronal en la que están entidades como Santander, BBVA o Bankinter, dejó claro que no quiere oír hablar de un impuesto permanente a las entidades financieras.
“Conocemos a Carlos Cuerpo, la relación del Gobierno siempre ha sido de mucha colaboración. Tenemos la capacidad de decir lo que no nos gusta”, aseguró la presidenta de la AEB, Alejandra Kindelán, en una rueda de prensa para hacer balance del último año.
“La posibilidad de hacer un impuesto permanente en un momento de riesgos geopolíticos, en Ucrania, Oriente Medio, con las elecciones en EEUU, con un crecimiento moderado, con una bajada de los tipos de interés, no es una conversación que tenemos que tener en este momento. Cargar al sector español con 1.500 millones de euros más. Seríamos el único país europeo con un impuesto permanente, sería una clarísima desventaja competitiva”, recalcó.
En 2023, la gran banca marcó un nuevo récord de beneficios. Precisamente, gracias a la subida de tipos, con 26.000 millones de euros en conjunto. Y, por ahora, el BCE mantiene el 'precio' oficial del dinero en el 4,5%, un máximo no visto desde 2008 y en el que se encuentra desde el otoño de 2023. La institución comenzó la escalada en julio de 2022, desde el 0% en el que estaba entonces.
Los bancos han elevado tanto sus márgenes de ganancias porque las hipotecas han aumentado su precio de una manera acelerada mientras que los depósitos no han sido remunerados a sus clientes al mismo ritmo. La subida de tipos de interés solo se ha aplicado en una dirección y no ha sido para beneficiar a familias y empresas. De hecho, las entidades financieras dan por hecho un nuevo récord de beneficio para 2024 tras el resultado histórico del año pasado.
Además, no hay que olvidar que las subidas de los tipos de interés oficiales del BCE sumaron cerca de 10.000 millones de ingresos a los bancos españoles en 2023 solo por tener dinero aparcado –exceso de liquidez, en la jerga financiera– en el Eurosistema. Los bancos centrales del euro remuneran al 4% parte del efectivo que las entidades financieras dejan parado en el mecanismo de “facilidad de depósito”.
Hace solo unas semanas, el Ministerio de Hacienda de la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, confirmó a elDiario.es que “mantenemos nuestra intención de modificarlos como anunciamos. Estamos buscando la vía para llevarlo a cabo, que no tenía que ser únicamente a través de los Presupuestos Generales del Estado”.
“La permanencia de los gravámenes a la banca y las energéticas está recogida en el punto 8 del acuerdo de Gobierno. El Decreto-ley mediante el que se aprobaron establecía su vigencia para 2023 y 2024 y que en el último trimestre de este año 2024 se realizará un estudio para evaluar su mantenimiento con carácter permanente, por lo tanto no dependían de los Presupuestos de 2024. Dados los beneficios históricos que han tenido las grandes empresas de estos sectores oligopólicos en los últimos años, desde Sumar no contemplamos otro escenario que no sea su mantenimiento de forma indefinida en cumplimiento del pacto cuando se realice esta revisión al final del ejercicio”, explicaron desde el Ministerio de Trabajo de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.