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¡Cuidado! Se dispara el número de chiringuitos financieros

En el río revuelto de los mercados -caídas por China, montaña rusa del petróleo, vaivanes de los emergentes- hay muchos pescadores que sacan la red sin las licencias oportunas. Son los llamados 'chiringuitos financieros' entidades que se publicitan para operar en bolsa sin contar con autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El organismo supervisor del mercado bursátil lanzó en 2015 un total de 40 advertencias sobre entidades que no están autorizadas a prestar servicios de inversión, frente a las 23 del año anterior, lo que supone un incremento del 74%. Este incremento coincide con un mayor interés del inversor minorista por los activos de mayor riesgo, como lo demuestra que el patrimonio gestionado por los fondos de inversión aumentó un 13,57% en 2015, según datos de VDOS. Si los depósitos no dan ningun interés, los inversores intentan maximizar su dinero por otras vías.

Carlos García Ciriza, presidente de Aseafi, reconoce que esta mayor visibilidad de los intermediarios que no están autorizados a realizar gestiones relacionadas con la inversión responde a que hay más denuncias por parte de los afectados. Javier Flores, de Asinver, coincide con García Ciriza, y explica que ese aumento de las denuncias responde a una mayor concienciación de los derechos con que cuenta el consumidor. Pero Flores también apunta a que la CNMV, a medida que pasa el tiempo y sabe cómo funcionan este tipo de chiringuitos financieros, es más fácil detectar situaciones que no son legales.

Para luchar contra este tipo de fraude de forma efectiva surge el debate de si las advertencias y sanciones que lleva a cabo la CNMV son suficientes. García Ciriza aboga por sanciones más fuertes, tanto en el tema del intrusismo propiamente dicho (profesionales que realizan un trabajo sin autorización) como en el de las estafas (además de operar sin licencia, roban el dinero de los inversores). “En realidad, la CNMV no puede sancionar a las sociedades que no están registradas, pero no debería ser así. Está bien que este organismo nos supervise a nosotros -las agencias financieras de inversión- pero también debe atacar a las empresas que no están registradas. Es competencia desleal”, asegura. Flores, por otro lado, es partidario de mejorar la coordinación con las distintas jurisdicciones.

Finalmente, ambos se atreven a lanzar unos cuantos consejos para evitar caer en las redes de los chiringuitos financieros. La primera de ellas, acudir a los registros de la CNMV para saber si la empresa en cuestión cuenta con autorización para operar. Además, un inversor debería sospechar de estar ante un chiringuito financiero si se dan estas premisas:

1. Ofrecen rentabilidades muy superiores a las que se ofrecen en el mercado. Es lo que se denomina “jugar con la avaricia del cliente”.

2. En contra de lo que dicta la ely, es un servicio que se oferta, pero que no se solicita. Suelen ser llamadas procedentes de “call centers”.

3. Esas llamadas ofrecen inversiones con poco capital y beneficios muy elevados pero esconden que esas rentabilidades provienen de activos de mucho riesgo, con productos muy apalancados, en los que el cliente puede perder todo el dinero.

4. Cobran comisiones de éxito muy elevadas, que pueden rondar el 20%.

5. Utilizan tácticas de venta muy agresivas, en las que se usa la presión para tomar una decisión rápida.

6. Siempre niegan cualquier tipo e información requerida por el cliente potencial relacionada con el domisilio social, el contrato, etcétera.