Da igual el teletrabajo, los ERTE y la reducción de la actividad: las muertes laborales aumentaron en 2020 hasta las 708 personas

Un año, un mes y 22 días. Es lo que lleva Joaquín Beltrán enterrado en el vertedero de Zaldibar, lugar donde trabajaba y donde falleció mientras desempeñaba su jornada junto a otro compañero, Alberto Sololuze. Ellos son dos de las 708 víctimas laborales de 2020 en España, que en la mayoría de los casos quedan en el anonimato. Un balance de dos muertes al día como consecuencia de acudir al trabajo, “cifras inasumibles”, denuncian de nuevo CCOO y UGT este 28 de abril, a propósito del Día Internacional para la Salud y Seguridad en el Trabajo. Las organizaciones de trabajadores piden abordar el aumento de las muertes laborales de los últimos años sin excusas, tampoco aquellas que suelen justificarlas por el aumento de la actividad. El año pasado, el de los ERTE, el aumento del teletrabajo y la gran caída de actividad, los fallecimientos aumentaron un 2% respecto a 2019.

Así lo indican los datos provisionales de 2020 de accidentes laborales del Ministerio de Trabajo, que muestran que entre enero y diciembre del año pasado fallecieron 708 personas debido a su trabajo, trece trabajadores más que en 2019. El aumento se debe al incremento de las muertes en jornada laboral, durante la que fallecieron 595 personas en 2020, 53 más que el año anterior. En términos porcentuales, el aumento roza el 10%. En cambio, los fallecimientos 'in itinere' –es decir, al ir o volver del trabajo– se redujeron un 26%, con 113 fallecimientos.

Los responsables de Salud Laboral de CCOO, Pedro J. Linares, y de UGT, Ana García de la Torre, han recordado las cifras de mortalidad de 2020 con motivo del 28A, día también de recuerdo para los muertos en el trabajo, para reivindicar medidas efectivas al Gobierno para reducir estos siniestros. En concreto, los sindicatos mayoritarios solicitaron al Ejecutivo este martes en una rueda de prensa que convoque una mesa de diálogo social que aborde esta cuestión, así como que se cree la figura del “delegado territorial” de prevención de riesgos laborales, explicó García de la Torre, para poder ayudar y vigilar a las empresas de menor tamaño, que a menudo cuentan con menos recursos en esta materia. Y, como siempre, la reivindicación de “más inspecciones de Trabajo”, que hagan cumplir la normativa.

Las muertes aumentaron en 2020 pese a la caída de los accidentes laborales que causan baja, que según la estadística oficial se redujeron un 23,6%. Pedro J. Linares explica que en el caso de los accidentes con baja puede hacer cierto subregistro en este año atípico de pandemia, “pero los accidentes mortales es más difícil esconderlos”, apunta.

El incremento de las muertes laborales el pasado año refuerza una de las advertencias habituales de Linares: el aumento de los fallecimientos no se puede justificar sin más por el aumento de la actividad, un argumento habitual y que parece que da por inevitables los fallecimientos. El representante de CCOO recuerda que los fallecimientos de trabajadores y trabajadoras comenzaron a aumentar a partir de 2012, después de años de descensos con importantes aumentos en la actividad.

“Algo no se está haciendo bien”, resume Ana García de la Torre, que lamenta que con una buena política de prevención y salud en el trabajo muchas muertes que se producen son evitables. Volviendo al caso de Zaldibar, que investiga la justicia en dos causas separadas, la empresa gestora del vertedero sabía que había grietas, por aviso del propio Joaquín Beltrán, y no les dio importancia.

21 muertes laborales por COVID-19 que no cuadran

Este año, la estadística del Ministerio de Trabajo incluye una cifra nueva: los accidentes laborales y los fallecimientos por COVID-19. La primera alcanza los 9.858 accidentes de trabajo con baja y el número de fallecimientos registrados es de 21. Las cifras no cuadran con lo sucedido en la pandemia, advierten los sindicatos, que aseguran que pedirán explicaciones al Gobierno por lo que entienden que es un subregistro de las víctimas laborales del coronavirus.

Sin ir más lejos, los datos del Instituto Carlos III del Ministerio de Sanidad apuntaban que hasta el 10 de mayo de 2020 habían fallecido 52 sanitarios por Covid-19. “Y eso solo con datos de mayo, porque en el resto del año hemos tenido un apagón informativo, no encontramos más datos del Instituto Carlos III”, critica Pedro J. Linares, que lamenta la falta de continuidad de la estadística del Ministerio de Sanidad.

Gran aumento de muertes en el sector agrario

Hay otro dato que sobresale en la estadística de 2020: el gran aumento de las muertes en la agricultura, del 58%. En 2019 fallecieron 57 personas que desempeñaban su trabajo en el sector agrario, mientras que en 2020 murieron 90. Este elevado incremento de la siniestralidad provocó que el sector primario fuera el más mortal para sus trabajadores en 2020 en España, según el índice de incidencia.

Así, murieron 12 personas por cada cien mil afiliados al sector agrario, mientras que la media del conjunto de actividades es de tres muertes. En la construcción, tradicionalmente el sector más peligroso, presentó una incidencia de ocho muertes en 2020 (el único que redujo su mortalidad el pasado año), mientras que en la industria se registraron seis muertes por cada cien mil trabajadores y en el sector servicios dos fallecimientos.

“Son personas que han estado en primera línea trabajando en lo peor de la pandemia”, pone en valor Ana García de la Torre. Sobre los motivos, UGT y CCOO sostienen que las causas del incremento debe ser aún analizadas con detenimiento, pero destacan las “precarias” condiciones de trabajo en el sector, por ejemplo, entre los temporeros de algunas explotaciones agrícolas. La Inspección de Trabajo ha desvelado situaciones de explotación, como esta en la que un empresario hortofrutícola en Murcia imponía a sus trabajadores jornadas de 13 horas al día, sin contrato y por 15 euros al día.

Por otro lado, el campo también registra muchos accidentes que se producen en pequeñas explotaciones familiares, en ocasiones que afectan a trabajadores de elevada edad que continúan desempeñando tareas que exigen destreza o esfuerzo físico, con un déficit de medidas de prevención de riesgos laborales.

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha defendido desde su toma de posesión la importancia de reducir las muertes laborales. Desde su Ministerio responden a elDiario.es como principal medida en materia de salud laboral que España ha traspuesto por fin la directiva europea de agentes cancerígenos, en una adaptación en la que Díaz mantuvo la protección de los trabajadores frente al planteamiento del anterior Ejecutivo de incrementar la exposición permitida a ciertas sustancias.

Para el futuro, fuentes de Trabajo señalan que a comienzos de mayo está prevista una reunión para comenzar el balance de los resultados de la Estrategia Española de Seguridad y Salud 2015-2020. A finales del segundo cuatrimestre de 2021, se prevé que “se apruebe un marco estratégico europeo de la Salud y Seguridad en el Trabajo” para los próximos 5 o 6 años, momento en el que desde el Ministerio se impulsará la negociación de un nuevo marco nacional para España. “Los ejes del próximo marco estratégico tendrán que ver con las nuevas formas de empleo, el teletrabajo, la extensión del marco normativo a colectivos menos protegidos, los riesgos ergonómicos, los riesgos psicosociales, la perspectiva de género en la prevención de riesgos y la exposición a los agentes cancerígenos, entre otros”, sostiene en el Ministerio.