Daniel Lacalle, el economista de cabecera de Esperanza Aguirre, se queda sin su trabajo en PIMCO

Daniel Lacalle, el icono liberal de Esperanza Aguirre y de buena parte de la derecha española, se queda, por el momento, sin empleo oficial. Lacalle trabajaba como vicepresidente en una de las principales gestoras del mundo, PIMCO, que ha sufrido cambios de calado desde la salida de su co fundador y gestor estrella, el célebre (en el mundo financiero) Bill Gross.

Lacalle es mucho más conocido por sus incursiones en el mundo de la política española que por su trabajo en la gestora estadounidense, hasta el punto de que el pasado abril la candidata del PP a la alcaldía de Madrid, Esperanza Aguirre, aseguró que le había fichado, primero para su lista y luego como asesor para su programa de Gobierno. Finalmente no ha quedado en nada y fuentes próximas al economista aseguran que pese a que se queda oficialmente sin trabajo no se irá con Aguirre.

Lacalle ha desarrollado la última parte de su vida profesional como gestor en la City de Londres y en relación con el mundo de la energía. Fuentes de PIMCO han confirmado a eldiario.es la salida del gestor sin dar explicaciones sobre si había sido, o no, de mutuo acuerdo.

Contactado por este diario, Daniel Lacalle ha declinado hacer declaraciones sobre su futuro inmediato o su relación con el Partido Popular. Sin embargo, fuentes solventes aseguran que el gurú de los mercados seguirá siendo independiente y que no se formalizará ningún tipo de relación con el PP ni con Esperanza Aguirre aunque esta consiguiera ganar la alcaldía.

La salida de Lacalle se produce en un contexto de reordenación de la gestora, en la que se va una de las jefas del equipo de Renta Variable (los que invierten en bolsa básicamente) Virginie Maisonneuve, tal y como adelantó la publicación especializada en el sector Funds Society. Con todo, varias fuentes aseguran que en PIMCO no estaban nada satisfechos con las implicaciones políticas de Lacalle y que ya había sido advertido de que sus opiniones o su relación con Esperanza Aguirre podían chocar con los términos reflejados en su contrato. En total, apenas ha estado ocho meses en la gestora.