Según ha explicado la secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás, el criterio metodológico de Eurostat tiene en cuenta las solicitudes de devolución por parte del contribuyentes sin esperar al acto administrativo que reconocía el derecho a dicha devolución, como se hacía hasta ahora.
Al aplicar este nuevo criterio, el déficit público a cierre de 2012 sube al 6,98% del PIB. De momento, Hacienda ha aplicado este cambio al año 2012 para facilitar la comparativa de 2013, pero se aplicará también a toda la serie histórica que arranca en 1995.
Hasta ahora, las devoluciones de impuestos se registraban en la contabilidad nacional en el momento en el que la Administración acordaba la devolución, una vez concluidas las comprobaciones administrativas oportunas de las solicitudes presentadas y con independencia del momento en el que se produjera el pago efectivo.
A partir de ahora, dichas devoluciones pasarán a registrarse en el ejercicio y por el importe que se solicitan por el contribuyente, con independencia de que hubieran concluido los controles administrativos sobre su procedencia.
Así, se debe estimar el importe pendiente de pago de las devoluciones no abonadas al final del ejercicio. Posteriormente, si resultaran cantidades menores a devolver, será necesario corregir dicha contabilización. De hecho, fuentes de Hacienda han explicado que el hecho de realizar estas estimaciones provocará que el déficit del año en curso será susceptible de ser corregido en más de una ocasión.
Como consecuencia de las menores devoluciones que se realizaron en diciembre de 2012, lo que ha provocado ahora el cambio por parte de Eurostat, en enero de este año se realizaron devoluciones, sin incluir las de deuda pública, por un importe de 5.435 millones, un 82,8% más que las 2.973 realizadas en el mismo mes de 2012. Todas las grandes figuras vieron incrementadas sus devoluciones. Así, las del Impuesto de Sociedades crecieron un 11,6%, hasta 2.731 millones de euros, mientras que las de IVA subieron un 49,7%, hasta 1.973 millones, y las de IRPF aumentaron un 176,3%, hasta 625 millones.
Según fuentes del departamento de Cristóbal Montoro, el objetivo de Eurostat es armonizar las cuentas nacionales de los estados miembros para responder metodológicamente a un deseo de la Comisión Europea, que es quien quiere unificar las magnitudes presupuestarias para contar con un criterio más homogéneo.
Sobre si los sucesivos cambios restan credibilidad al país, las mismas fuentes han explicado que es la propia Comisión la que ha pedido a España que envíe los datos cuando los tenga, ya que trabaja en una moderación de los objetivos para los años siguientes.
Sin embargo, han restado importancia a los cambios realizados a lo largo de 2012 en la cifra de 2011 porque entonces la situación era diferente, ya que se trataba de un Gobierno que llegó al poder en una situación determinada y que hizo una apuesta absoluta por la transparencia.
De hecho, han precisado que España tiene la obligación de enviar las cuentas dos veces a lo largo del año: una en abril y otra en octubre y que los datos del año 2011 sólo sufrieron una gran modificación tras ser enviados en abril por el volumen de déficit aflorado por facturas ocultas.
Caída en 2013
El déficit del Estado ascendió a 23.561 millones hasta febrero, el 2,22 % del PIB, un dato que, según Hacienda, es poco significativo por el adelanto de transferencias a la Seguridad Social y al Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE).
En términos de caja, que considera los ingresos y los pagos cuando efectivamente se han realizado, el déficit llegó en febrero a 15.411 millones, el 1,45 % del PIB frente al 0,87 % del mismo mes de 2012.
Los ingresos tributarios hasta febrero se incrementaron el 1,1 % por el impulso de las medidas normativas puestas en marcha por el Gobierno.