Deliveroo despide a 3.800 trabajadores y saldrá de España el 29 de noviembre
Deliveroo dejará de operar en España el próximo 29 de noviembre. La multinacional británica de reparto de comida a domicilio ha comunicado este jueves su marcha, ya adelantada en verano, tras acabar el proceso de consulta interna entre sus empleados, explica. La decisión alcanza a unos “3.800 empleados”, alrededor de 100 personas de estructura y el resto, repartidores (riders). Los trabajadores han sido incluidos en un procedimiento de despido colectivo, explican fuentes conocedoras del ERE.
La empresa anunció su intención de salir del país el pasado verano, poco antes de la entrada en vigor de la llamada Ley Rider, que obliga a contratar laboralmente a los repartidores. Su salida se explica también por una cuestión de competencia en un mercado en el que estaba en desventaja respecto a otras compañías, como Glovo y Uber Eats, entre otras. Para alcanzar y mantener una posición de mercado de primer nivel en España, explicó Deliveoo, se requeriría un nivel de inversión “muy elevado” con un rendimiento potencial “muy incierto” a largo plazo que podría afectar a la viabilidad económica del mercado para la compañía.
Un ERE con una comisión 'ad hoc'
“Estamos muy agradecidos por el talento de nuestros empleados y queremos darles las gracias por su compromiso con la empresa, y nos complace haber acordado paquetes de compensación adecuados tanto para ellos como para los riders”, ha subrayado Deliveroo en su comunicado de salida del país, en referencia a las compensaciones pactadas en el ERE.
Según fuentes conocedoras del procedimiento de despido colectivo, las indemnizaciones pactadas ascienden a “45 días de salario por año trabajado, con una cuantía mínima de 1.000 euros”.
Los trabajadores que negociaron el ERE formaban parte de una comisión 'ad hoc', es decir, un grupo representativo de trabajadores dado que no existía comité de empresa previamente (los riders, recordamos, tenían contratos de autónomos). Los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, han ejercido como asesores de esta comisión, pero no han formado parte de ella formalmente. En la comisión de trabajadores había algunos representantes de organizaciones de riders que defienden el modelo de autónomos, apuntan a este medio.
Una trayectoria de falsos autónomos
Deliveroo ha estado funcionando todos estos años en España con un modelo de riders con contratos autónomos, que ha sido impugnado en numerosos tribunales, hasta el Supremo. La empresa acumuló un gran número de demandas de la Seguridad Social –gracias a la vigilancia de la Inspección de Trabajo– que exigían a la empresa cuantiosas cantidades por cotizaciones sociales impagadas.
La entrada en vigor de la Ley Rider en agosto implicaba que las empresas de reparto tendrían que contar con riders con contratos laborales. Deliveroo ya había anunciado su intención de salir del país y, de hecho, siguió funcionando con repartidores autónomos una vez la ley había desplegados sus efectos, en lo que se leía como una manera de aprovechar sus últimos coletazos en el país.
Desde entonces, la empresa fue dando de alta progresivamente a sus repartidores, pero por otro motivo: para tramitar el despido colectivo dada su salida del país. La multinacional optó por abandonar España con la regularización de su plantilla de riders, pese a que en estos años de actividad ha estado litigando sin cesar contra las actuaciones de la Inspección de Trabajo que concluían que abusaba de la figura de los falsos autónomos.
“La empresa se enorgullece de haber contado con algunos de los mejores restaurantes de España como socios y de haber colaborado con miles de riders (repartidores) que han trabajado duro para llevar a los españoles millones de deliciosas comidas desde 2015, incluso de haber sido una tabla de salvación para muchos de ellos durante la pandemia”, dice la multinacional en su comunicado.
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