Un nuevo varapalo para la estrategia política de la derecha en pleno año electoral. Los datos revelan que España no es el supuesto “infierno fiscal” que han tratado de vender tanto el PP como Vox. La presión fiscal disminuyó en España al 38,73% en 2022 desde el 39,02% del año anterior, según el avance de la serie anual de la Contabilidad Nacional de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE). La media de la zona euro en 2021 alcanzaba el 42,5% del PIB -último año en el que se tienen datos-.
La explicación de este caída de la presión fiscal en un año en el que ha habido récord de recaudación la ha explicado el inspector de Hacienda Francisco de la Torre, autor del libro 'Y esto, ¿quién lo paga?', en un encuentro organizado por Thinking Heads. La presión fiscal de un Estado es el resultado de dividir los ingresos de sus Administraciones Públicas entre el PIB.
“El punto clave de la variación de todas las ratios no es fiscal, o no sólo es fiscal, sino también, especialmente del comportamiento del PIB. El PIB en 2022 experimentó un crecimiento del 9,97% en términos nominales. Esto significa que, aunque se batan récords en recaudación de impuestos y cotizaciones sociales, si el crecimiento de esta recaudación es inferior al 9,97%, la presión fiscal disminuirá”, argumenta De la Torre. Según los datos de la Agencia Tributaria el incremento de la recaudación en 2022 fue del 9,15%, hasta 514.050 millones de euros.
Los datos del avance de la serie anual de la Contabilidad Nacional de la Intervención General de la Administración del Estado ponen en duda las previsiones que realizó el Instituto de Estudios Económicos (IEE), el think tank de la patronal CEOE, que en enero de este año, aunque no había datos de evolución de la recaudación impositiva ni del PIB se aventuró a señalar que la presión fiscal en España había alcanzado máximos históricos en el 2022, superando el 42% del PIB y situándose por encima del promedio de la UE (41,7%) para 2021.
El aumento nominal del PIB “superó las previsiones” en 2022. En este sentido, De la Torre argumenta que este incremento del crecimiento de la economía española -9,97% en términos nominales- obedece a dos factores: al crecimiento real del PIB, que el INE estimó en un 5,5%, y a la inflación “de origen externo” -con un crecimiento medio del 8,4%- que se está “internalizando” y empuja a los precios de los productos y servicios en España. De esta manera, sube la recaudación en términos nominales en algunos impuestos, pero también aumenta el denominador de la presión fiscal, es decir “hay un incremento nominal de la recaudación fiscal, pero no un aumento real”.
El PP ha ido cambiando su estrategia política según los datos económicos iban desdibujando un panorama que la derecha preconizaba como apocalíptico pero que no ha terminado de llegar. Tanto el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, como el vicesecretario de Economía de los populares, Juan Bravo, insisten en que “la situación no es tan buena”, a pesar de que la economía de España destaca en Europa con una fortaleza que supera todas las expectativas. Por esta razón, los populares desvían las críticas del ámbito económico para hacer oposición en otros aspectos.
Las medidas aprobadas por el Gobierno para rebajar el impacto de la inflación también han jugado su papel en la presión fiscal. Por un lado, las bonificaciones a las gasolinas y gasóleos, que se contabilizan como mayor gasto público, pero “si se hubiera optado por bonificar el Impuesto Especial de Hidrocarburos”, como pedía el PP, la presión fiscal habría disminuido en 0,34 puntos más, ya que el coste de esta medida fue de unos 4.500 millones de euros.
Por otro lado, las medidas fiscales y de gestión que se tomaron, excluyendo las devoluciones extraordinarias, supusieron una rebaja de 5.498 millones de euros, lo que en términos de PIB es un 0,41 menos de recaudación, y en consecuencia de presión fiscal. Si no se hubiesen tomado “la presión fiscal habría aumentado ligeramente”.
Por tipos de impuestos, De la Torre desgrana que “el tipo efectivo medio del IRPF pasa del 13,5% en 2021 al 14,1% en 2022”, un máximo histórico, mientras que “el tipo medio efectivo de las pensiones en el IRPF ha vuelto a subir y se sitúa en el 9%”. El IVA crece del 6,92% a 7,11% del PIB, aunque se haya reducido el tipo aplicable a la electricidad, gas natural, maderas y pellets, que supuso una rebaja fiscal de 1.532 millones de euros en 2022, según la Agencia Tributaria.
De la Torre remarca que otra cuestión relevante es la caída de los impuestos al capital, debido a la anulación del impuesto de la plusvalía inmobiliaria por el Tribunal Constitucional. El tributo que lo ha sustituido ha recaudado 900 millones de euros.