- David Taguas, exdirector de la Oficina Económica de José Luis Rodríguez Zapatero, desmiente en una entrevista en la SER que se hayan producido recortes: “Si esto es austeridad, con un déficit de doble dígito... Y algunos le llaman austericidio”
Menos impuestos, más tijeretazos, recortes en la función pública, supresión de las diputaciones provinciales y fusión de ayuntamientos. Estas son las recetas para salir de la crisis de David Taguas, exdirector de la Oficina Económica de José Luis Rodríguez Zapatero entre noviembre de 2006 y abril de 2008. Tras su estancia en Moncloa, pasó a presidir la patronal de la construcción, Seopan, entre las críticas de los grupos de la oposición por supuestas incompatibilidades y acusaciones de aprovecharse de las puertas giratorias entre la política y la empresa.
Taguas, director del Instituto de Macroeconomía y Finanzas de la Universidad Camilo José Cela ha publicado un libro, Cuatro bodas y un funeral (Destino), que está presentando en los medios de comunicación. En una entrevista con Pepa Bueno en la Cadena Ser este miércoles, el exalto cargo económico del primer Gobierno de Zapatero ha sido categórico: “España es la economía que en 2013, según la IGAE [Intervención General de la Administración del Estado] y el INE, hemos estado los tres trimestres por encima del 10% del PIB de déficit. ¿Y algunos le llaman austeridad? Y otros le llaman, aún peor, austericidio. Estaría loco si dijera que España ha aplicado políticas de austeridad con un déficit del 10%. En 2007 el ahorro público (diferencia entre todo lo que se ingresa, menos el gasto corriente) era 7,3% del PIB y, al cierre de 2013, ha sido del -5,2% del PIB. Todos los ingresos que recauda España no cubren el gasto corriente”.
El exalto cargo de Zapatero, no obstante, reconoce: “Es cierto que a las familias y las empresas les han hecho un ajuste muy importante. A mí no me gusta lo de recortes, porque no es solo lo que te quitan, sino también que te suban impuestos, como ha hecho este Gobierno. ¿La clase política se ha ajustado? Yo no me he enterado. ¿Y las 2.000 empresas públicas que iba a cerrar este Gobierno?, ¿hay menos número de cargos?, ¿y las Diputaciones Provinciales?, ¿las fusiones de ayuntamientos? Han hecho ajustes a la familia, pero la clase política ni se ha ajustado ni se va a ajustar. Quieren mantener todos los privilegios intactos. Basta ya de decir bobadas. No podemos sostener un gasto público que es mayor que el de Alemania. Hay un apego al gasto secular, tremendo en este país. Si no explicamos a los ciudadanos la verdad, es imposible que puedan apoyarnos para hacer lo que hay que hacer”.
Taguas aplicaría, a continuación, la siguiente receta: “Hay que ajustar en consumo público, las remuneraciones de funcionarios públicos y las compras de bienes y servicios. El consumo público supera el 20% del PIB, casi tres puntos más que al inicio de la crisis”. Y afirma: “Lo que me sorprende es que nadie diga nada. Que el presidente diga una barbaridad como que faltan ingresos y que no sobra gasto. Es sorprendente que hayan convencido a los ciudadanos que la salida al endeudamiento sea más gasto. Esto es el colmo. Me dan ganas de tirar la toalla. Cuando uno ha gastado demasiado, hay que ahorrar y devolver la deuda. No todo el mundo gana 1.000 euros, y en vez de coserles a impuestos, han de ahorrar para que haya inversión y empleo mañana. Para que haya empleo en los próximos trimestres tiene que haber proyectos de inversión. Y sólo se pueden financiar con ahorro”.
Taguas también desmiente el optimismo del Gobierno por las grandes cifras: “Hay que tener caradura para decir que la macro va bien en España. El déficit público llegó en marzo de 2010 al 11% del PIB. El último dato de la IGAE es el 10,3% del PIB, a 30 de septiembre de 2013. Gran ajuste. Decir que se ha ajustado es una broma de mal gusto. Y la deuda pública sigue creciendo también: la macroeconomía no va tan bien”.
“Con ese déficit público se impide la inversión”, ha proseguido Taguas: “Este Gobierno mantiene el impuesto sobre el Patrimonio, que fui yo quien lo quitó, porque es un impuesto vergonzoso y expropiatorio. Los tipos máximos del IRPF con Zapatero eran del 43% y con este Gobierno son del 56%, y han subido el impuesto sobre las pymes. Estamos ahogados, por eso no hay empleo ni lo va a haber. El presidente no tiene otra cosa más importante que hacer esta tarde que deshacer los errores que ha cometido”.