Dimas Gimeno, el expresidente de El Corte Inglés que sucedió a su tío, Isidoro Álvarez -la persona que estuvo al frente de los grandes almacenes durante 25 años hasta que murió en 2014-, ha entregado la cuchara en el último segundo. Tras perder la guerra de poder con las hijas adoptivas de Álvarez, Marta y Cristina, que colocaron al frente de la entidad a Jesús Nuño de la Rosa a principios de julio, este sábado Gimeno aceptó -tras semanas de conversaciones y amenazas sobre un cese que se daba por seguro en la junta de accionistas convocada para este domingo- abandonar también el consejo a cambio de una indemnización de 10 millones de euros brutos. Gimeno recibirá 8,7 millones netos, tras descontar los impuestos que se compromete a asumir la empresa.
En el acuerdo, cuyos detalles no se han hecho públicos, Gimeno se compromete a abandonar las demandas mercantiles que planteó contra la forma en que fue destituido como máxima autoridad de El Corte Inglés. Pero fuentes conocedoras de la negociación aseguran que el expresidente no ha firmado su renuncia -pese a la insistencia de la nueva cúpula- a la querella que presentó contra el exresponsable de seguridad de la empresa, el histórico Juan Carlos Fernández Cernuda, por supuestas prácticas corruptas en la gestión de su departamento. Así que el pacto sellado in extremis este sábado horas antes de la junta en la que la mayoría pretendía echar a Gimeno del último asiento que le quedaba en la empresa donde lo fue todo estos últimos años no garantiza la paz definitiva.
Entre otras cosas porque varios juzgados de Madrid siguen investigando denuncias sobre la enconada batalla que libran los diferentes clanes familiares que aún conviven en el accionariado del gigante empresarial.
María Antonia Álvarez, madre de Dimas Gimeno y hermana de Isidoro Álvarez que junto a sus hijos controla el 7% de las acciones de El Corte Inglés, ha presentado una demanda civil tratando de invalidar el proceso de adopción Marta y Cristina, hijas de María José Güil, la mujer de Isidoro Álvarez y a las que este adoptó cuando tenían más de 40 años y sin haber convivido con ellas. Y el pasado julio ha presentado una querella -cuyo contenido adelantó eldiario.es, contra dos de los hombres fuertes de El Corte Inglés, los veteranos consejeros Florencio Lasaga y Carlos Martínez Echeverría, en la que adjunta dos pen drives con audios en los que según denuncia ambos reconocen graves delitos relacionados con la herencia de Isidoro Álvarez. El entorno de Lasaga y Martínez Echeverría aseguraron a esta redacción que los hechos que se denuncian son “absolutamente falsos”.
Sobre el futuro de Lasaga y Martínez Echeverría, cuyo mandato como consejeros caducaba hoy, ya se ha pronunciado la junta de accionistas. Ambos continuarán dentro del consejo pero como miembros “externos” y en principio sin funciones ejecutivas, aunque eso dependerá de la decisión del presidente.
La nueva era que se abre en el gigante de la distribución implica enmendar algunas de las decisiones de Gimeno. La más relevante es la vuelta al consejo de un miembro de la familia del fundador de El Corte Inglés, Ramón Areces. Los cinco hijos de Luis Areces, hermano de Ramón, controlan el 9% de las acciones del grupo a través de la corporación Ceslar. Hasta 2015 estaban representados en la cúpula de la entidad por Carlota Areces, a la que Dimas Gimeno expulsó del consejo acusándola de haber sido desleal con la firma por haber filtrado información confidencial de la casa. Carlota Areces -quien también recurrió a los tribunales para impugnar su destitución- volverá a tener asiento en el consejo de admnistración de El Corte Inglés. Lo ha oficializado la junta, tal y como avanzó eldiario.es este domingo.
En la redacción del acuerdo entre Dimas Gimeno y quienes han sido sus enemigos internos durante su último año de gestión han participado abogados de los bufetes Sagardoy, en representación de El Corte Inglés y de Cremades, que lleva parte de los pleitos de Gimeno.
Según fuentes conocedoras de la negociación el pacto busca que la cadena de almacenes pueda iniciar una nueva era con Jesús Nuño de la Rosa al frente y dejar atrás el ruido de la batalla encarnizada de los últimos meses, que ha supuesto un enorme coste de imagen a la empresa, cuyas batallas han copado las páginas de economía en varios medios de comunicación.
Llamada a la unidad de Nuño de la Rosa en su debut
El nuevo presidente de El Corte Inglés hizo una llamada a la unidad en su primera internvención ante los accionistas. “Nuestra prioridad es consolidar la unidad con norma fundamental y base de nuestra fortaleza. Unidad en el Consejo de Administración. Unidad en la dirección de la empresa. Unidad en nuestros empleados y colaboradores”, dijo Nuño de la Rosa, para dar por cerrado la historia por capítulos de enfrentamientos y peleas internas en los despachos y en los tribunales que han sacudido a la institución durante el último año. “Queremos que esa unión forme parte de nuestra cultura empresarial, sea percibida por nuestros clientes, proveedores, por las instituciones y por supuesto por los accionistas”, dijo en su debut ante la junta.
La junta aprobó las cuentas de la firma que suma más de 92.000 trabajadores y que según el balance presentado ganó en el ejercicio 2007-2008 202 millones de euros, un 25% más que el anterior con una facturación que también creció un 2,8% hasta los 15.935 millones de euros.