Dimiten la secretaria de Estado de Transportes y el presidente de Renfe por la polémica de los trenes del norte de España
El presidente de Renfe, Isaías Táboas, y la secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Isabel Pardo de Vera, han dimitido este lunes por la polémica de los trenes proyectados para varios trazados de Cantabria y Asturias, según ha adelantado la Cadena SER y han confirmado a elDiario.es fuentes de la empresa pública y del Ministerio de Transportes, al que está adscrita.
Horas después, el departamento de Raquel Sánchez ya tiene sustitutos para ambos. El nuevo presidente de Renfe será Raül Blanco, que fue hasta diciembre secretario general de Industria y Pyme del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Y el nuevo secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana será David Lucas, hasta ahora secretario general de Vivienda del Ministerio.
El primero, conlleva mantener la cuota del PSC, donde es responsable de Industria. Hay que recordar que Isaías Taboas fue secretario General de la Presidencia de la Generalitat de Catalunya entre 2006 y 2010, con José Montilla. Blanco dejó el ministerio de Industria en diciembre tras los problemas con el PERTE del motor, que llevaron a replantear el modelo de ejecución y los plazos de tiempo de inversión de los fondos europeos. Mientras, David Lucas ha ido el responsable de Vivienda en el Ministerio de Transportes y uno de los principales responsables del proyecto de Ley de Vivienda que está ahora en fase de tramitación parlamentaria y que, si se cumplen las previsiones del Gobierno, podría desbloquearse en las próximas semanas.
Mantener la confianza
La salida de Táboas y Pardo de Vera llega tras conocerse que los trenes proyectados para varios trazados en el norte de España no caben en los túneles. Taboas estaba al frente de Renfe desde 2018, mientras que Pardo de Vera era la número dos del ministerio desde julio de 2021, cuando fue designada secretaria de Estado procedente de Adif.
Transportes ha confirmado que la ministra Raquel Sánchez ha aceptado esta mañana las dimisiones y “ha trasladado a ambos su reconocimiento y agradecimiento por el trabajo desempeñado en sus respectivos cargos”.
Según Transportes, “el relevo permitirá poner en marcha un cambio con el que el Ministerio quiere comenzar una nueva etapa tanto en la Secretaria de Estado de Mitma como en el operador ferroviario”. Fuentes cercanas a Pardo de Vera indican que, en su carta de dimisión, ha explicado que “siempre estaría en el cargo mientras tuviese la confianza de la ministra y del Gobierno” y que “no tendría ningún apego al mismo en caso de que en algún momento dejase de ser así”, además de dejar claro que “en la vida hay que ser congruente con uno mismo, manteniendo intactos los valores en los que se cree”. En esa carta de dimisión, también ha “deseado la mejor de las suertes” a la ministra Raquel Sánchez, en los retos que quedan por delante en su cartera. “Sabrán sacarlos adelante gracias a la labor de los magníficos profesionales con los que he tenido el placer de trabajar”, según las citadas fuentes.
La caída de Taboas y Pardo de Vera llega después de las quejas de los gobiernos de Cantabria y Asturias por el proyecto de los trenes encargados al fabricante vasco CAF. Hace dos semanas, Adif ya cesó al titular de su jefatura de Inspección y Tecnología de vía como medida preventiva, a la espera del resultado de la auditoría anunciada por la ministra, en relación con los problemas encontrados en los futuros trenes de ancho métrico para Cantabria y otras regiones del norte del país.
Por su parte, el presidente de Renfe cesó de sus responsabilidades al responsable de Gestión de Material en la Dirección Técnica y de Operaciones, que era gerente de Área de Gestión de Material de Renfe Viajeros en el momento de la gestación del proyecto de trenes de vía estrecha. En junio de 2020 el consejo de Administración de Renfe adjudicó a CAF la fabricación de los trenes, tras un proceso de licitación que se vio afectado por la pandemia de la COVID-19.
El pasado seis de febrero, y tras anunciar la ministra del remo, Raquel Sánchez, ceses “inminentes”, fueron destituidos esos dos cargos, tras salir a la luz este problema, cuya raíz se encuentra en los gálibos publicados en la declaración sobre la red de Adif, que Renfe usó para describir las características técnicas de los nuevos trenes en un contrato que publicó en 2019 para adquirir 31 trenes, destinados a renovar la flota de la red de cercanías y media distancia, principalmente en el norte del país.
En junio de 2020, Renfe le adjudicó este contrato a CAF, fabricante de trenes y autobuses con sede en País Vasco, por 258 millones de euros. Cuando preparaba el proyecto, CAF se dio cuenta de que había un error en los gálibos y que las vías no soportarían los trenes encargados y se lo trasladó a su cliente, Renfe.
'Método comparativo'
Ante la confusión sobre las dimensiones que debían tener los nuevos trenes, la solución pasa ahora por aplicar el llamado 'método comparativo', que consiste en la fabricación de las nuevas unidades usando como modelo un tren que actualmente ya circula por la línea.
El contrato adjudicado en 2020 fijaba en 220 meses el plazo de ejecución del contrato, en torno a 18 años y cuatro meses. Como incluía el mantenimiento durante 15 años de algunas unidades, los tres años y cuatro meses restantes serían el plazo para la fabricación de los trenes, aunque normalmente se entregan de forma progresiva. Por ello, los primeros trenes tendrían que haber estado listos, como tarde, en octubre de 2024.
Aunque ninguna de las partes ha confirmado el plazo de tiempo que conllevará solventar este problema, se estima que la construcción de los trenes que todavía no se han podido fabricar se demora en torno a tres años, y todavía falta arreglar algunos trámites para que la solución pactada pueda llevarse a cabo. Además de los trenes de Cercanías de Cantabria y Asturias, también están afectadas País Vasco, Galicia, Castilla y León y Murcia.
Renfe ya ha alcanzado un acuerdo con CAF, Adif y la Agencia de Seguridad Ferroviaria (AESF) para desatascar el problema con los gálibos de los nuevos trenes de ancho métrico destinados a los servicios de cercanías y media distancia de Cantabria principalmente, pero también para Asturias, País Vasco, Galicia, Castilla y León y Murcia.
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