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El director del Instituto de Estudios Fiscales plagia la Wikipedia en otro libro

José Antonio Martínez Álvarez ha vuelto a hacerlo. El director del Instituto de Estudios Fiscales (IEF) copió fragmentos de la Wikipedia para un artículo incluido en un libro editado este mismo año por el organismo que dirige y firmado por uno de sus grandes referentes (de hecho, ha colocado su retrato en varias salas del IEF): el economista y catedrático José Barea, que fue director de la Oficina Presupuestaria de la Presidencia del Gobierno con José María Aznar y que falleció el 7 de septiembre a los 91 años.

En su artículo, 'Unas breves notas sobre el significado del lenguaje: la perversión del lenguaje en el análisis de la información financiera pública', Martínez fusila fragmentos de dos entradas de la famosa enciclopedia digital: la relativa al karateka y actor Bruce Lee y la dedicada a 1984, la novela del escritor británico George Orwell.

El libro, cuyo prólogo también está firmado por Martínez (el índice puede consultarse aquí), recoge un artículo suyo basado en una conferencia impartida por el director del IEF el 17 de febrero, con motivo de las XVIII Jornadas de Presupuestación, Contabilidad y Control Público. Las jornadas, celebradas por el 140 aniversario de la Intervención General del Estado, fueron inauguradas por el propio ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, responsable del nombramiento de Martínez a través de un real decreto de marzo de 2012. El IEF depende orgánicamente del secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre.

Otra vez 'Viva la vida'

La disertación de Martínez se abre con un fragmento de la letra de la que parece ser una de sus muchas obsesiones, la canción 'Viva la vida', del grupo británico Coldplay, que está llena de referencias bíblicas. El artículo es una ensalada algo inconexa de citas de toda clase de autores, y de economía habla lo justo: por sus páginas desfilan desde San Juan hasta Keynes o Fukuyama, pasando por San Pablo, John Stuart Mill, Gandhi, Maquiavelo, Tolkien, Lewis Carroll, el 'Sarandonga' de Compay Segundo, Confucio o Sun Tzu, por mencionar algunos nombres.

Es cuando se refiere a Bruce Lee cuando Martínez fusila por primera vez casi literalmente a la Wikipedia. “Algunos dicen que ”fue un destacado y carismático artista marcial, actor y filósofo de origen chino, catalogado como el más famoso del siglo XX por la perfección que logró en el desarrollo del kung fu y responsable de la apertura de las artes marciales chinas a Occidente“, escribe, con un entrecomillado que no atribuye a nadie, sólo a esos ”algunos“.

Muy parecido a lo que se lee en la entrada de Wikipedia sobre Bruce Lee, que dice que “fue un destacado y carismático artista marcial, actor y escritor estadounidense de origen chino, conocido como el más grande artista marcial del siglo XX. Representa el mito que logró la apertura de las artes marciales chinas en Occidente.”

En el caso de 1984, el plagio es casi total: “1984 (Nineteen Eighty-Four, en su versión original en inglés)”, es “una novela política de ficción distópica, escrita entre los años 1947 y 1948 y publicada el 8 de junio de 1949. La novela introduce los conceptos del omnipresente y vigilante Gran Hermano, de la policía del Pensamiento y de la llamada neolengua, en la que se transforma el léxico con fines restrictivos, basándose en la idea de que lo que no forma parte de la lengua, no puede ser pensado”, escribe Martínez, en este caso sin comillas y copiando casi literalmente el primer párrafo de la entrada en Wikipedia, a la que no menciona.

El episodio no pasaría de una inocente travesura si no se tratara de Martínez. El texto está colgado en la web de la UNED, la universidad de la que el director del IEF ha asegurado ser “titular de la Cátedra de Política Económica”, un órgano que, como él mismo ha reconocido a eldiario.es, no existe. Presentarse como titular de esa cátedra es, ha argumentado, “una forma de hablar”.

Martínez no sólo ha falseado su currículum. La propia UNED coeditó en 2010 un libro en el que, como informó eldiario.es, fusiló párrafos y páginas enteras de terceras personas y organismos oficiales sin atribuirles la autoría. Alguno ya ha anunciado que estudia acciones legales contra él. Tras este escándalo, su situación al frente del IEF, principal think tank fiscal de carácter público, está cada vez más en entredicho.

La contraportada de aquel libro de 2010 indica que Martínez es “uno de los grandes expertos mundiales en la investigación sobre redistribución y pobreza”, cuando no parece haber publicado ni un solo artículo sobre este asunto, y “uno de los economistas (junto con Milton Friedman o James Tobin) que más ha trabajado en el mundo” en el tema del impuesto negativo sobre la renta.

En el artículo incluido en el libro de Barea, que tiene copyright e insta a “no citar sin autorización expresa del autor”, Martínez arremete contra la “profanación de las ideas originales”. Expone, por ejemplo, que “el lenguaje y la propia palabra tienen mucho poder. Pueden cambiar la vida de muchas personas”. “El concepto de lenguaje, en general, puede ser muy amplio. La literatura al respecto es amplísima; no voy a citar absolutamente a nadie”, añade.

“Barrera de mentiras”

Parafraseando a Churchill, el director del IEF también señala que “la verdad es tan preciosa que no habría más remedio que protegerla con una barrera de mentiras”. En la parte final, dice que “es necesario decir una mentira piadosa para conseguir un determinado objetivo”. “Debemos ser honestos con nosotros mismos y leales a nuestros propios sueños”.

Antes de que, fiel a su estilo, Martínez finalice citando al profeta Isaías, escribe: “¿Cuándo podemos decir entonces que hay un uso perverso de la palabra? ¿Cómo podríamos llegar a descubrir esa perversión? Yo creo que hay un uso perverso del lenguaje cuando se miente, cuando no se dice la verdad”.

“Yo ya voy a ir terminando y dejar ya la palabra, esta palabra y este lenguaje; y transmitirla, ahora ya será de ustedes. Suya es la interpretación y, también, la responsabilidad de comunicarla”, prosigue. “He escrito un artículo, sencillo, honesto y pedagógico, en el que las palabras, parafraseando a Alicia en el País de las Maravillas, dicen exactamente lo que son, lo que quieren decir. Espero que este escrito, estas reflexiones, les ayuden y les sean útiles a tomar las decisiones adecuadas tanto en su vida profesional como en la esfera personal”, añade.

“La palabra es poder. El lenguaje es modificador. Es transformador. Hemos visto que puede ser positivo y también negativo. Puede ser garantía de éxito, pero también puede ser destructor. La palabra puede ser vida, luz, verdad y movimiento. De ustedes depende”, concluye.