El INE ha confirmado que la economía volvió a sorprender positivamente con un crecimiento del 0,8% en el segundo trimestre, respecto al trimestre anterior. El avance del PIB (Productor Interior Bruto) prácticamente iguala al de primer trimestre —cuando también sorprendió al alza con un 0,9%—, y sigue siendo el más destacado entre los principales socios de la eurozona. En el mismo periodo, el PIB conjunto de los socios del euro se mantuvo prácticamente estancado, con una especial debilidad de Alemania.
Las previsiones del Gobierno y de la mayoría de instituciones y centros de análisis apuntan a que la actividad económica de nuestro país crecerá un 2,8% en el conjunto del año, cuatro veces más que el conjunto de la eurozona.
Esta fortaleza se apoya en las recientes correcciones en la Contabilidad Nacional del INE y la mejor marcha de lo esperado del consumo de las familias, de la inversión de las empresas y, sobre todo, del sector exterior, y concretamente del turismo, que está alargando su 'tirón' desde que comenzó la salida de la pandemia en 2021.
“Entiendo que el titular 'España cuadriplica el crecimiento de la eurozona' es muy goloso, pero lo relevante en este caso es que Alemania y por extensión la eurozona apenas crecen (0,1% y 0,7%, respectivamente). Y debería preocuparnos”, observa el economista Daniel Fuentes.
En tasa interanual, el PIB creció un 3,1% en el segundo trimestre (tras una corrección del INE desde la primera estimación), frente al 2,6% del trimestre precedente.
“Destaca la contribución positiva del consumo privado, con un crecimiento del 2,9% interanual, impulsado por las ganancias de poder adquisitivo y la evolución del empleo. Asimismo, se acelera la inversión, con un crecimiento del 2,2% en el último año y mejoran también las exportaciones, con un crecimiento del 2,6% reflejando la competitividad de las empresas españolas”, analizan desde el Ministerio de Economía.
“Todas las ramas de actividad presentan un crecimiento positivo en los primeros meses del año, destacando el crecimiento de la industria manufacturera, con un incremento del 5,2% en el último año”, continúan desde el departamento que lidera Carlos Cuerpo.
La transformación del mercado laboral y la histórica creación de puestos de trabajo son claves en este escenario. De cara a 2025 y 2026, el ritmo de crecimiento del PIB supera el 2%, según el último cuadro macroeconómico que el Gobierno presentó este martes y que avalan las últimas proyecciones del Banco de España o de la OCDE.
Este último organismo internacional revisó este miércoles también las previsiones de inflación, estimando que en 2025 se sitúe ya en el entorno del 2%. Una estimación similar a la que lanza para el conjunto de la eurozona, y que favorecerá que el Banco Central Europeo (BCE) recorte los tipos de interés oficiales y alivie las condiciones de financiación y el coste de las hipotecas y de los préstamos en general. De hecho, este mismo viernes el INE ha avanzado que la inflación interanual se moderó al 1,5%. Esta tasa ha caído a mínimos de hace tres años y medio.
“La reducción continuada de la inflación sigue poniendo de manifiesto la eficacia de las medidas de política económica y la capacidad de la economía española de compatibilizar el mayor crecimiento económico entre los principales países de la eurozona con una moderación de los precios”, defienden desde el Ministerio de Economía.
El acceso a la vivienda por la escalada de los precios es el principal problema de las familias, sobre todo para las más vulnerables y en las capitales y zonas turísticas, donde se concentra el trabajo. El otro gran problema económico es las desigualdades, de riqueza y de renta, que hacen que los hogares que depende únicamente de sus salarios se hayan visto asfixiados por la inflación, las subidas de los tipos de interés y por el mercado de la vivienda.
Otra amenaza (además del mercado de la vivienda y las desigualdades) es el riesgo de que el Gobierno no logre aprobar los Presupuestos Generales del Estados (PGE) de 2025. Este mismo martes, el Consejo de Ministros acordó retirar de la tramitación parlamentaria los objetivos de estabilidad presupuestaria. Según el Gobierno, “el objetivo de esta decisión es dar más tiempo a la negociación ofreciendo una nueva oportunidad al diálogo” con sus socios parlamentarios, ante el riesgo de que la senda se viera tumbada en el Parlamento en la votación del jueves, por falta de apoyos.
Mientras, el Banco de España considera que para cumplir con las reglas fiscales de la Unión Europea (UE) tendrían que producirse recortes y ajustes que afectarían al conjunto de las proyecciones. Aunque, hasta octubre, no se conocerá el plan plurianual que España tiene que enviar a la Comisión Europea.