Seis de cada 10 consumidores con hasta 10 kilovatios (kW) de potencia contratada (ahí está más del 90% de los hogares españoles) optan por las denominadas “ofertas” del mercado libre, el que mayores márgenes ofrece a las compañías eléctricas, en detrimento de la tarifa semirregulada del Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), que estos días va a sufrir fuertes subidas puntuales porque los precios del mercado mayorista de electricidad se han disparado.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) acaba de confirmar una vez más que el PVPC se mantiene como la opción más barata para el consumidor, pese a que esta tarifa refleja de manera inmediata las variaciones del precio horario del mercado conocido como pool. Esta referencia, que en 2020 se desplomó por la pandemia, ha empezado 2021 con espectaculares subidas: este jueves, en plena ola de frío en España, el pool (que determina en torno al 35% del precio final que paga el usuario) marcaba su nivel más alto de los últimos cuatro años.
Con todo, el PVPC compensa: según el último informe de Supervisión del mercado minorista de electricidad, con datos de 2019 y aprobado a finales de 2020 por la Sala de Supervisión de la CNMC, el precio medio de la luz para un consumidor acogido al PVPC se redujo en 2019 un 7% con respecto a 2018, “resultando en torno a un 17% inferior al precio medio facturado por el conjunto de las comercializadoras a los consumidores domésticos en mercado libre”.
El PVPC es la modalidad que están obligadas a suministrar ocho comercializadoras de referencia, entre ellas, las de las cinco grandes del sector en España. Está indexado al precio horario del pool, lo que hace que sea más sensible a las oscilaciones del mercado como las de estos días.
Si 2020 marcó el precio más bajo de los últimos 15 años, 2021 ha empezado con la curva en vertical. El miércoles, día de Reyes y festivo nacional, la falta de viento y la ola de frío que azota la Península impulsaron el pool hasta los 70,6 euros, su máximo desde octubre de 2018. Y para este jueves, se dispara hasta los 88,93 euros, el precio más alto desde la escalada de enero de 2017 y uno de los más elevados de los últimos quince años. Este pico de precios tendrá su reflejo puntual en la factura de enero de los usuarios acogidos al PVPC.
Sin embargo, a la larga, esta es la opción que más compensa a los usuarios. Como explica el Ministerio para la Transición Ecológica, “sin letra pequeña ni servicios adicionales”, el PVPC “supone un ahorro frente a cualquier otra modalidad de contratación, al considerar como precio de energía el que resulte directamente del mercado de producción y no incorporar ningún coste por el aseguramiento del precio”.
Según el informe que acaba de publicar la CNMC, mientras el PVPC bajaba un 7% en 2019, el precio para los domésticos en el mercado libre aumentó un 2%. Hay que tener en cuenta que se trata de una media, ya que dentro del mercado libre hay ofertas mucho mejores que otras: en agosto pasado, la organización de consumidores Facua advertía de diferencias al alza de hasta el 60% entre el mercado libre y el PVPC.
Todo apunta a que el diferencial entre el mercado libre y el regulado se amplió en 2020, haciendo que el PVPC saliera todavía más a cuenta. Como reconoció en diciembre el consejero delegado de Endesa, José Bogas, el año pasado se produjo una salida importante de clientes domésticos a la tarifa regulada por primera vez en muchos años, porque “acertadamente” vieron que la caída del precio del mercado mayorista hizo esta opción todavía más atractiva para el consumidor.
No obstante, Bogas confió en que en el conjunto de 2020 el saldo a favor de los que acabaron en el mercado libre (el que promocionan las empresas porque tiene mayores márgenes) siguiera siendo positivo a favor de este último. El último dato publicado por la CNMC es de julio de 2020, cuando había acogidos al PVPC 10,76 millones de suministros, el 59,7% de los clientes con derecho a contratar esa tarifa.
El año pasado, la catástrofe del coronavirus hizo que la cotización media anual del pool se hundiera a mínimos de 15 años por el derrumbe de la demanda eléctrica. Esta llegó a desplomarse en abril (en pleno confinamiento) un 17,6% y cayó en el conjunto del ejercicio un 5,6%, según Red Eléctrica.
En el ejercicio previo a la crisis del coronavirus, y según el informe que acaba de publicar la CNMC, el PVPC fue, junto al precio final de los consumidores industriales (que se abarató un 1%), el único que bajó. Con ello, el diferencial del PVPC respecto a las ofertas del mercado libre para los domésticos fue el mayor de los últimos años. El ahorro del PVPC respecto a la media del mercado libre fue el citado 17% en 2019, frente al 10% de 2018 y el 15% de 2017, según los datos de la CNMC.
“Alta concentración”
La CNMC destaca en su informe que en 2019 los comercializadores no tradicionales siguieron ganando terreno a las grandes compañías y pasaron a tener una cuota del mercado del 30%, frente al 28% en 2018. “Sin embargo, el análisis por segmentos de consumo revela que el segmento doméstico continúa presentando una alta concentración”, con una cuota conjunta de los tres mayores grupos de comercialización (Endesa, Iberdrola y Naturgy) del 81% sumando mercado libre y regulado.
España es el país de Europa con más comercializadoras eléctricas y el que más crea cada año, pero eso no se ha traducido en una erosión del dominio de las grandes en el segmento doméstico. En parte, por el peso que todavía tiene el PVPC en el mercado, y también por la pujanza de las compañías de mayor tamaño en el negocio liberalizado.
El PVPC lleva años en retroceso, si se tiene en cuenta que cuando se puso en marcha en abril de 2014 había acogidos a la tarifa semirregulada 14,54 millones de hogares, casi cuatro millones menos que en julio (último dato disponible).
Todo ello, en un país que hace un par de años tuvo que prohibir la práctica del puerta a puerta de los comerciales de las eléctricas y en el que, como apunta el último panel de hogares de la CNMC, solo uno de cada cuatro consumidores domésticos conoce la diferencia entre mercado libre y regulado. “Una amplia mayoría de los hogares españoles todavía no saben en qué mercado tienen contratado su suministro de luz (63%)”, según esa encuesta.