Las dos grandes eléctricas reclaman “acelerar” la transición verde para impulsar la recuperación

Los primeros ejecutivos de Iberdrola y Endesa, las dos mayores eléctricas en España, han pedido este lunes, durante su intervención en la primera jornada de la megacumbre de empresas españolas organizada por la CEOE para buscar soluciones a la crisis del coronavirus, “acelerar” los planes del Gobierno para la transición energética como receta para impulsar la recuperación.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha pedido “acelerar” cinco años, a 2025, la implementación de los objetivos de energías renovables contemplados para 2030 en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Ese plan, actualmente en tramitación en el Congreso, es “una oportunidad de posicionar a España a la cabeza de la transición energética”, pero alcanzar “a corto plazo” los 300.000 empleos que contempla requiere de “seguridad jurídica, predictiblidad y estabilidad”.

Según Galán, urge tomar ya medidas que lo favorezcan. “Si no lo hacemos nosotros, lo harán otros países y algunos lo están haciendo ya”, ha dicho, en alusión a Francia y Alemania. Ante una crisis que “va a generar una gran competencia entre los distintos países para captar capital y talento”, esos dos gigantes europeos ya están apostando por planes “que potencian sectores con futuro”, empleo de calidad y duradero y con un efecto multiplicador, “que además están alineados con las prioridades europeas”, y con medidas como “una rebaja de la presión fiscal para incentivar la demanda interna e incentivar la inversión internacional”.

En su intervención, por teleconferencia, Galán ha señalado que por cada empleo creado en el sector eléctrico se generan otros doce “en sectores como la construcción, la fabricación de bienes de equipo, los servicios de ingeniería o instalación o la máquina herramienta”. Ha propuesto aumentar la inversión en distribución y suprimir el límite máximo del 0,13% del PIB que contempla la legislación española para esta actividad, y agilizar los plazos de tramitación de los proyectos, una petición que también ha lanzado la presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor.

José Bogas, consejero delegado de Endesa, ha señalado que el Estado y la UE están comprometiendo un gran volumen de recursos para superar esta crisis pero “no es suficiente” y “hay que movilizar los recursos del sector privado”. La ley de cambio climático actualmente en tramitación y el PNIEC “nos dan un marco completo de previsiones, objetivos y medidas” que “es necesario acelerar”. “Un 30% de incremento de las aspiraciones en el plan” podría incrementar el PIB un 0,4% apostando por las renovables, la distribución, la electrificación y la digitalización.

Bogas, que ha acudido a la sede de CEOE, ha pedido “retocar” aspectos como el “artificialmente alto coste de la electricidad”, eliminar barreras burocráticas, “despejar incertidumbres” en la regulación, tanto por parte del Gobierno como desde la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, apostar por la electrificación con medidas fiscales y “por supuesto”, impulsar la “transición justa”. 

El primer ejecutivo de Endesa ha insistido en que esta crisis “ha puesto de manifiesto lo necesario y lo útil que es la colaboración público-privada” y ha incidido en el “paralelismo muy grande” con la crisis climática. “Hay incluso informes científicos que relacionan” una y otra y “no habrá desarrollo económico si no es sostenible”.

Francisco Reynés, presidente de Naturgy, ha dicho que el plan de transición energética “puede ser un buen catalizador de un nivel de inversión relevante” y ha apostado por “mejorar la calidad de las infraestructuras sobre todo de distribución y transporte” y fomentar la eficiencia energética. Pero, en línea con lo manifestado por el presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha lanzado un mensaje de prudencia sobre una excesiva ambición en materia de descarbonización, porque “el mundo habla mucho de lo medioambiental pero ejerce poco”.

Menos crispación 

Reynés ha apostado por hacer de España “un país mejor para vivir”, que sea “fiable” desde el punto de vista de la regulación y con un marco normativo que “permita saber” cómo se van a desarrollar las relaciones laborales, con “mecanismos de flexibilidad para permitir adaptar las necesidades de las compañías, a veces estacionales”.

También ha reclamado Reynés un “plan renove energético” dirigido a la industria turística y ha apelado a “la necesaria concordia social e institucional”, un mensaje en el que también ha incidido el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, partidario de “rebajar el clima de crispación política y social”.

Entrecanales, vía teleconferencia, ha dicho que “no podemos aplazar la lucha contra la crisis climática” anteponiendo la sanitaria y ha pedido actuar en campos como la rehabilitación energética, las renovables, la economía circular o la movilidad eléctrica, que “en muy poco tiempo se convertirán en tractores del crecimiento y el empleo”.

Por su parte, el presidente de Repsol ha instado a “actuar rápido”, con “medidas con efecto inmediato en la recuperación económica o el empleo”, centrando el esfuerzo “en las fortalezas que ya tenemos para hacerlas evolucionar en el tiempo” apoyando a la industria, al turismo, al sector inmobiliario y a la construcción.

Brufau ha reclamado que las ayudas a la compra del plan de impulso a la automoción que ultima el Gobierno, “además de los eléctricos que lamentablemente se fabrican fuera de nuestras fronteras”, incluya a los vehículos convencionales e híbridos de gama media y baja, “que son los que mayoritariamente se fabrican en España” y tienen bajan emisiones.

“En la coyuntura que vivimos debemos crear industria nueva, desde luego, sumando a la que ya hay en vez de sustituirla”, ha dicho el presidente de Repsol, que ha recordado que la industria paga salarios más altos, proporciona estabilidad en el empleo, es exportadora y aporta “cuatro veces más I+D” que resto de sectores.