Desde que la embotelladora de Coca-Cola reconoció su intención de llevar a cabo más de 700 despidos y otras 500 recolocaciones forzosas, una de las preguntas que más se repiten los trabajadores y sus representantes sindicales es por qué se ejecuta un recorte tan severo.
La embotelladora, denominada Coca-Cola Iberian Partners, tiene formalmente menos de un año de vida y es fruto de la fusión de las siete envasadoras que históricamente han trabajado en España para la multinacional de refrescos.
Según la documentación en la que se plasmó la fusión, la Escritura Pública de Suscripción y Desembolso de Acciones, a la que ha tenido acceso eldiario.es, la unión de las embotelladoras se materializó el 3 de mayo del pasado año, aunque la fusión se proyectó meses atrás. En concreto, el 3 de octubre de 2012 se constituyó la sociedad Ibérica de Bebidas no Alcohólicas, con la que se fue modelando la fusión, algo que no fue, en apariencia, un proceso rápido y sencillo.
Así, el 24 de enero de 2013, “en el marco del proceso de integración de la sociedad”, detalla el documento, la compañía resultante de la fusión llevará a cabo “de manera única y exclusiva la fabricación, embotellado, distribución y comercialización” de los productos de Coca-Cola Company en España, Andorra y Portugal.
Y añade uno de los puntos que puede ser clave en la negociación del ERE: “Los embotelladores, la sociedad y determinados accionistas de los embotelladores firmaron, en documento privado, un ‘Contrato de integración’ y un ‘Acuerdo entre Accionistas’”.
De los detalles de ese contrato y de ese acuerdo, hasta el momento, nada ha trascendido aunque los sindicatos lo están reclamando porque les parece una pieza clave para entender el ERE. Tampoco sobre quiénes son los accionistas que lo firmaron, quiénes se quedaron fuera y si esos protocolos han influido en cómo se ha planificado la reestructuración y el recorte de plantilla.
CCOO cree que con el documento se podría ver si la compañía con sede en Atlanta es de alguna forma un socio solidario que también tendría responsabilidad en el ajuste de plantilla. Pero eso sólo podría corroborarse en el documento que atesoran las partes y que describiría las condiciones del acuerdo.
Para llevar a cabo la fusión, en mayo del pasado año se realizó una ampliación de capital por la cual cada una de las siete embotelladoras fue aportando sus acciones. En concreto, el aumento de capital fue de 1.517 millones de euros. Además, se consideró una prima de emisión (un sobreprecio que cada accionista desembolsa por cada una de las acciones) por un valor total de 542,75 millones de euros.
Esta cifra, según fuentes jurídicas consultadas, es “considerable” en una fusión de estas características. Con esta, según las citadas fuentes, los accionistas podrían estar llevando a cabo dos movimientos. Por un lado, podrían estar protegiendo sus participaciones ante futuras ampliaciones de capital que pudieran perjudicarles. Por otro, las primas de emisión son consideradas contablemente como reservas de libre disposición, por lo que, según estos expertos, podrían repartirse como dividendo con mejores condiciones fiscales.
En el documento en el que se plasmó la fusión se valora “la totalidad de acciones o participaciones de las sociedades” que configuran la embotelladora Coca-Cola Iberian Partners. En esta distribución, el hecho que más llama la atención es que la embotelladora que obtiene mayor valoración es Cobega, la catalana encabezada por Sol Daurella que pilotó la fusión y que alcanza los 532,4 millones.
Por detrás, queda la embotelladora andaluza, denominada Rendelsur, que se valora en 494 millones, y la madrileña Compañía Castellana de Bebidas Gaseosas a la que, en la fusión, se le otorgó una valoración de 333,6 millones. Esta es, además, una de las más perjudicadas con la reestructuración en marcha, dado el cierre de la planta de Fuenlabrada (previsto junto al de Asturias, Palma de Mallorca y Alicante), duramente criticado por los sindicatos, que consideran que no hay motivos económicos que justifiquen esta medida. Las valoraciones de cada embotelladora fueron “verificadas”, según el documento, por la firma de auditoría Auren.
El presidente de Coca-Cola vuelve al ruedo público
El presidente de Coca-Cola vuelve al ruedo públicoLa suya era una de las voces que faltaban en este proceso: la del presidente de Coca-Cola en España, Marcos de Quinto, quien, hasta ahora, había permanecido en la sombra, alegando que el ERE es sólo responsabilidad de las embotelladoras.
Sus primeras palabras han sido para comparar la reestructuración de su socio envasador con la llevada a cabo por la banca. “Lo que es válido para el sector financiero debería ser también válido y legítimo para las embotelladoras”, aseguró este martes De Quinto, en declaraciones a la Agencia EFE durante unas jornadas de la Asociación para el Progreso de la Dirección.
El responsable de la filial española de Coca-Cola reconoció que el severo recorte de empleo “no le gusta a nadie”, pero se desvinculó de la decisión al aseverar que “le duelen los despidos en una empresa prima hermana de Coca-Cola”.
Sin embargo, hay que recordar que, según el informe elaborado por Equipo Económico donde se explican los motivos de la reestructuración, fue la multinacional la que instó la fusión de los siete embotelladores con el fin de negociar con una única voz y facilitar la interlocución.
Además, en ese mismo documento se reconoce que, “por compromisos contractuales, Coca-Cola Iberian Partners [la embotelladora] está obligada a compartir con The Coca-Cola Company [la multinacional dueña del refresco] el primer y segundo nivel directivo del Grupo Coca-Cola Iberian Partners”, aunque no detalla quiénes son los integrantes de estos niveles.
Marcos de Quinto también subrayó, en sus declaraciones a los medios, que la reducción de plantilla tiene “sentido empresarial” porque, tras la fusión, de las siete embotelladoras existen “sextuplicidades”. No le gustan los despidos pese a que, en su opinión, la embotelladora “lo está haciendo de la mejor manera posible.
Según las declaraciones recogidas por EFE, el directivo admitió que el ERE no está ayudando a la imagen de Coca-Cola, por lo que cree que se debería “llegar a un acuerdo cuanto antes”. Tan rápido, que ayer la embotelladora adelantó a los sindicatos que no tiene intención de prorrogar las negociaciones más allá del 21 de febrero, cuando concluye el plazo para sellar el ERE.
Estas declaraciones chocan con las duras críticas que hizo el directivo en 2011 cuando Telefónica anunció su polémico ERE cuando da beneficios. El caso de Telefónica dio lugar incluso a una 'cláusula Telefónica' que se aplica desde entonces a las empresas con beneficios para que tengan que asumir el coste social de las prejubilaciones. En aquel momento De Quinto, que era un activo usuario de Twitter (del que anunció su retirada el 1 de enero para volver 23 días después a medio gas), hizo algunas declaraciones sobre esta práctica.
En cuanto a la inspección fiscal abierta por Hacienda por la presunta ingeniería fiscal con la que lleva a cabo la facturación con la embotelladora, De Quinto aseguró que han cumplido sus obligaciones, aunque matizó: “De vez en cuando puede haber alguna discrepancia”.