Salarios bajos, cotizaciones ínfimas, sin derecho a paro, con la amenaza de un despido que puede producirse en cualquier momento y sin causa. Es la situación laboral de las 410.600 empleadas del hogar que están dadas de alta en la Seguridad Social de nuestro país. Otras 206.000 están, directamente, en la economía sumergida. El 89% de todas ellas son mujeres y la mayoría, de origen extranjero.
Este sábado se ha celebrado el Día Internacional del Empleo Doméstico. En España, las reivindicaciones se centran en la equiparación de derechos con el régimen general de trabajadores: derecho a paro, cotizaciones conforme a los salarios reales, controles de la Inspección de Trabajo. Te contamos cinco datos que resumen la situación de las empleadas domésticas en nuestro país.
Los salarios más bajos. El empleo del hogar es el sector con los salarios más bajos de la economía. El salario medio de las empleadas del hogar era en 2017 de 776 euros mensuales, 81 euros menos que en 2008, según un informe de UGT. Además, la diferencia entre los salarios medios de la economía y los sueldos que cobran las trabajadoras domésticas también se ha agrandado en la última década. En 2008, estas trabajadoras cobraba, de media, 771 euros menos que el resto de trabajadores. En 2017 percibían 968 euros menos.
Más tiempo parcial. El 50,4% de las personas que trabajan en el empleo del hogar lo hacía a tiempo parcial en 2008. Ese porcentaje ha crecido y es ahora del 53,5%, según UGT. Un informe reciente de la Fundación Alternativas explica que es muy frecuente que las trabajadoras presten servicios en varios domicilios y por muy pocas horas semanales en cada uno de ellos. Eso suele hacer que sus cotizaciones sean también muy bajas.
Sin derecho a paro. Las trabajadoras domésticas son las únicas que no generan derecho a paro: no generan ni prestación contributiva ni los subsidios a los que sí pueden acceder el resto de trabajadores una vez terminan de cobrar el desempleo ordinario. Las asociaciones de empleadas domésticas reivindican que España ratifique el convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo, que obliga a aprobar una prestación de desempleo. El Gobierno de Pedro Sánchez así lo comprometió en su acuerdo de Presupuestos con Unidos Podemos.
Despidos sin causa. Este es el único trabajo donde el despido puede ejercerse sin causa, solo por “desestimiento” del empleador. El informe de la Fundación Alternativas señalaba que esta situación está prohibida por el convenio 158 de la Organización Internacional del Trabajo, que establece la obligación de alegar causas y la capacidad de poder cuestionarlas. El informe subraya que la norma actual no contempla además ninguna consecuencia para el despido de una trabajadora embarazada. Las empleadas domésticas están protegidas por los preceptos generales, que consideran nulo el despido de embarazadas, pero no se adecua a su situación.
Crecen las afiliadas mayores de 60 años. UGT constata un aumento de las empleadas del hogar mayores de 60 años. En 2008, el 4,6% de estas trabajadoras superaban esa edad, mientras que actualmente son el 6,5%. El sindicato cree que este aumento puede deberse a la crisis y el desempleo que ha aumentado el número de mujeres españolas dedicadas a este trabajo y que también ha hecho que muchas trabajadoras traten de alargar su permanencia en el mercado laboral para acceder a una mínima pensión.