Las empleadas del hogar cobran la pensión de jubilación más baja del sistema de Seguridad Social: 520 euros de media al mes. Un dato que no tiene visos de mejorar después de que el Partido Popular haya aprovechado una enmienda a los Presupuestos Generales para colar un retraso en la equiparación de derechos de estas empleadas con el resto de trabajadores. Ese retraso implica varias cosas: que las empleadas del hogar seguirán sin cotizar por su salario real y que sus lagunas de cotización (los periodos vacíos sin alta) no se les completarán, como sí sucede con el resto de trabajadores.
Actualmente hay 420.288 empleadas del hogar dadas de alta en la Seguridad Social. Sin embargo, según la Encuesta de Población Activa, habría casi otras 300.000 en la economía sumergida. Las que sí cotizan perciben, al jubilarse, las pensiones más bajas, por detrás del sistema especial agrario y de los autónomos. Los últimos datos disponibles, de 2016, muestran que había 147.560 empleadas del hogar jubiladas con una pensión media de 520 euros mensuales.
El régimen del hogar, junto a los autónomos, es el que más pensiones acumula que necesita complementos a mínimos, es decir, que por sí solas no tienen la cuantía suficiente para llegar siquiera al suelo que marca el sistema.
Sindicatos y Gobierno habían acordado un régimen transitorio para equiparar los derechos de estas empleadas a los del resto de trabajadores. En 2011, por ejemplo, se incorporó su derecho a la baja laboral desde el primer día. Sin embargo, en el tintero hay aún derechos importantes, como el derecho a paro o la cotización por su salario real. Actualmente, estas empleadas cotizan por unas bases tarificadas, algo que iba a cambiar en 2019, hasta la enmienda del PP. Esta enmienda retrasa estos cambios hasta 2024.
Este retraso afecta directamente a la protección social de las empleadas domésticas y a sus pensiones. Para el secretario de Protección Social de CCOO, Carlos Bravo, esta enmienda solo contribuye a sumergir aún más un sector muy precario. “En 2011 conseguimos con las reformas que pactamos duplicar las altas a la Seguridad Social. Esto sucedió porque se reconocieron derechos y porque la gente se asustó porque vio que habría que más control. Con los cambios del Gobierno en 2013 estas altas se frenaron y esta enmienda solo conseguirá lo mismo”, dice.
UGT también ha mostrado su rechazo a este cambio unilateral: “Termina con las expectativas de este colectivo de seguir avanzando en la equiparación de derechos”. El sindicato aporta otro dato: el 53% de las empleadas del hogar trabajan a tiempo parcial.
Tres factores hacen que estas pensiones sean tan bajas. Uno de ellos es que muchas empleadas domésticas solo cotizan por una de las relaciones laborales que tienen. “Si trabajan en cuatro casas, cobran 200 euros en cada una de ellas pero cotizan solo por uno de esos empleos, su cotización es bajísima”, explica Bravo, que exige más control de la Inspección de Trabajo.
Los otros dos factores son los que están relacionados con la enmienda del PP. Por un lado, que la cotización no se hace por salario real, sino por unas bases tarificadas marcadas por Empleo. Esas tarifas iban a acercarse a los salarios reales desde 2019, algo que, si salen adelante los Presupuestos, se retrasará hasta 2014. Por otro lado, que las lagunas de cotización quedan vacías: es decir, cuando empleada del hogar se jubila y se le computa su base de cotización, los periodos que no haya estado dada de alta no le cuentan en absoluto y eso le perjudica en su pensión. Es algo que no sucede con el resto de trabajadores, a los que sí se les completan parte de esas lagunas de cotización.