Las cajas de ahorros han reducido sus plantillas en 23.450 empleados y han cerrado 4.587 oficinas desde el inicio de la crisis y ante los procesos de integración que vive el sector financiero para sanear sus balances, según datos facilitados por la Confederación Española de las Cajas de Ahorros (CECA) que recoge Europa Press. Desde el tercer trimestre de 2008, cuando el sector de las cajas alcanzó su máxima capacidad instalada, con 25.051 oficinas, el número de sucursales ha pasado a 19.330, es decir una reducción del 19,2%.
Por su parte, el número total de empleados se ha rebajado desde los 135.415 trabajadores a septiembre de 2008 a 104.504, con una disminución del 18,3% en ese periodo.
Estas cifras aumentarán con toda probabilidad tras los planes de reestructuración presentados para liberar las ayudas de 32.468 millones procedentes de Bruselas para Bankia, Novagalicia Banco y Catalunya Banc, y tras las inyecciones de 1.865 millones para BMN, Liberbank, Banco Ceiss y Caja 3.
Los planes de resstructuración conllevarán más despidos
Las imposiciones de Bruselas sobre la reducción de tamaño de estas cajas podrían suponer hasta 5.000 despidos en Bankia, que ya ha presentado a los sindicatos un borrador de Expediente de Regulación de Empleo (ERE). El plan de reflote de la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri pasa también por cerrar unas 1.100 oficinas.
Para las últimas entidades que han tenido que recurrir a la ayuda de la Comisión Europea, los sindicatos estiman que los despidos podrían afectar hasta alrededor a 5.000 empleados. Además, Novagalicia ha planteado hasta 2.500 despidos y el cierre de 454 oficinas.
En concreto, Bruselas ha impuesto como condición a las ayudas una reducción de tamaño de más del 60% a Bankia, Catalunya Caixa y Novagalicia Banco hasta 2017, lo que supondrá recortar a la mitad su red de oficinas. Para BMN, Ceiss y Liberbank, la reducción de tamaño sería del 30% de media.