El empleo lo aguanta todo en España: desde la inflación a las subidas récord de tipos y la crisis bancaria
El mercado laboral en España está derribando temores y predicciones económicas cada pocos meses. Primero fue ante una guerra a las puertas de Europa, que tambaleó la escena internacional. Luego la crisis energética e inflacionista y la gran incertidumbre económica sostenida desde entonces. En los últimos meses, se sumaron las políticas de subidas récord de tipos de interés de autoridades como el Banco Central Europeo, para contraer la economía, y por último este mismo marzo una crisis bancaria que ha golpeado a los inversores en bolsa y ha hecho temblar al sector. Y mientras, una “sorprendente” novedad: el aguante del empleo, incluso con crecimientos récord hasta niveles máximos de trabajadores.
Es lo que ha vuelto a suceder en marzo. Ante este panorama, varias voces advertían de una “ralentización”, incluso de “frenazo” del empleo en el primer trimestre del año. El PP, las patronales, las propias empresas en las encuestas del Banco de España y varias instituciones en sus análisis, como Adecco, entre otros, avecinaban un menor pulso del mercado de trabajo en esta primera fase del año. Pero, de nuevo, el mercado laboral mostró su mejor cara: este marzo ha sido el mejor de la serie histórica, con 206.410 trabajadores más de media, hasta el máximo de 29,4 millones de personas afiliadas a la Seguridad Social.
“La creación de empleo acelera de cualquier manera que lo analices, tanto en términos anuales como en términos mensuales desestacionalizados. Primer trimestre de récord, con niveles incluso por encima a los de 2021”, destacaba este martes Ángel Talavera, economista jefe para Europa de Oxford Economics.
El Ministerio de la Seguridad Social ha destacado este último dato, el récord de creación de empleo en el primer trimestre del año, de casi 300.000 empleos (291.477), en el que precisan que se ha ido de menos a más. Es decir, que siguen la evolución quincenal del mercado laboral se observa “una aceleración progresiva de la creación de empleo en el trimestre”.
El economista Daniel Fuentes Castro apunta como mejor termómetro la evolución interanual del empleo, que en marzo tomó impulso del 2,4 al 2,7%, “confirmando la aceleración que se venía intuyendo en enero y febrero”, explicaba en su cuenta de Twitter.
Una resistencia “sorprendente” y sus porqués
Los buenos datos de empleo en marzo en casi todas sus facetas –desde el máximo de trabajadores, un nuevo mínimo de temporalidad y un fuerte descenso del paro– han reafirmado uno de los nuevos consensos post pandemia: una desconocida fortaleza del mercado laboral español, que se ha convertido en unos de los pilares del mayor crecimiento económico de España respecto al entorno europeo.
Una resistencia que suele ir acompañada de calificativos como “sorprendente” o “extraordinaria” porque hasta la fecha el mercado laboral había sido más bien “hiperreactivo” a la incertidumbre económica, con rápidos descensos del empleo y aumentos del paro en cuanto el panorama económicos enfrentaba alguna dificultad, recordaba este martes desde el Ministerio de Trabajo el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey. En cambio, ahora está funcionando como un sostén para la economía.
“Es muy llamativo, la verdad. Está llamando mucho la atención esta resistencia del mercado de trabajo”, reconoce Mª Jesús Fernández, economista sénior de Funcas. Las razones que explican este relevante cambio están aún en estudio, precisa Fernández, pero ya hay varios elementos que sobresalen porque han modificado sustancialmente el mercado de trabajo desde la COVID.
Uno de los más destacados es la reforma laboral, que ha logrado por fin reducir la temporalidad en España como no había ocurrido en décadas. Este martes, Financial Times, dedicaba justo un artículo a la nueva legislación laboral por poner coto a este problema. La inseguridad en el empleo “resulta que no era una fatalidad económica a la que tuvieran que adaptarse los responsables políticos” en España, apunta la analista Sarah O'Connor. “Era simplemente un problema que tenían que solucionar”.
Los sindicatos CCOO y UGT apuntan a la mayor estabilidad del empleo gracias a la reforma laboral como una de las bases de la mayor resistencia del mercado de trabajo, algo que también ha señalado en los últimos meses la patronal CEOE. Antes, las empresas tenían una gran bolsa de temporales, muchos con contratos muy cortos, y ante las dudas o incertidumbre económica estos salían masivamente de las empresas hasta que el panorama se aclarara. Ahora, con más contratos indefinidos, estos vaivenes no son tan baratos para las empresas, indican los sindicatos. En el mismo sentido se expresaba la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz: “La reforma laboral y el trabajo del Gobierno está dando sus frutos”, ha destacado este martes.
En cambio, la economista Mª Jesús Fernández advierte de que puede haber muchas lecturas sobre los efectos en el empleo del nuevo marco laboral, que aún requieren de más tiempo de análisis, considera. Por ejemplo, que la nueva ley pudiera desincentivar las contrataciones, ante el temor de las empresas a futuros recortes de plantilla más costosos en caso de afrontar problemas económicos.
Frente a ello, las contrataciones y el empuje del empleo persisten con fuerza. Algo que el ministro José Luis Escrivá ha destacado que da cuenta de “la confianza” del sector empresarial en la marcha de la economía. También del buen estado de las cuentas de las empresas, que han aumentado mucho sus márgenes y beneficios en la crisis inflacionista, ha destacado el economista Eduardo Garzón.
Otros cambios relevantes son “culturales” y tienen que ver con la experiencia de la pandemia, la novedad del salvavidas de los ERTE que se han legislado de manera estructural también en la reforma laboral, valoraba en una reciente entrevista en este medio el secretario de Estado de la Seguridad Social, Borja Suárez. En el Ministerio de Escrivá destacan también el efecto del Plan Europeo para la Recuperación y la llegada de los fondos europeos asociados, que consideran clave para el empuje del empleo en sectores de “alto valor añadido”, como las telecomunicaciones, la investigación y desarrollo y otras actividades científicas.
La economista de Funcas Mª Jesús Fernández señala otros posibles motivos, como la creciente demanda de mano de obra sin cubrir en algunos sectores, que podría provocar que algunas empresas “prefieran mantener sus trabajadores, aunque tengan una bajada en actividad o un contexto no muy favorable en este momento, porque si los pierden es complicado recuperarlos” más adelante.
Qué nos espera a partir de ahora
Una de las incógnitas de esta nueva fortaleza del empleo es cuánto durará. Si se trata de algo más estructural, como considera el Gobierno de coalición, o no tanto. El mencionado análisis del Financial Times destacaba que España aún tiene “una proporción bastante elevada de trabajo temporal y las reformas aún no se han puesto a prueba en una recesión”.
El ministro José Luis Escrivá ha avecinado una evolución “favorable” del mercado de trabajo en los próximos meses. La analista Mª Jesús Fernández cree que las previsiones de empleo de varias entidades, en su caso del 0,5% para 2023, “es muy posible que mejoren porque la economía en el primer trimestre está yendo mejor de lo que pensábamos”. El Gobierno estimó un incremento del 0,6%, que por el momento es prematuro actualizar, ha respondido este martes el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey.
La economía sigue sujeta a grandes incertidumbres y los sindicatos han advertido contras las políticas de subidas de tipos, que han continuado pese al riesgo de crisis bancaria de marzo. En CCOO y UGT han alertado contra una medida que en crisis pasadas ha ahogado la economía a los hogares y empresas y que se plasmó en fuertes pérdidas de empleo, que costó muchos años recuperar. La patronal pone el acento sobre las pequeñas empresas, especialmente las pymes del comercio, que están mermando. En los dos primeros meses del año ha tenido lugar “el cierre de más 13.000 empresas”, señala CEOE.
Las centrales mayoritarias de trabajadores recuerdan además que España tiene un reto pendiente, otra de sus lacras laborales, que se ha enquistado en los últimos años: el elevado paro. Aunque en descenso, con el nivel más bajo desde 2008, España tiene aún casi tres millones de personas paradas, que quieren trabajar pero no encuentran empleo.
Por ello, CCOO y UGT han reclamado al Gobierno seguir tomando medidas para reducir la precariedad y facilitar la inserción y la protección de las personas desempleadas. Además, está pendiente otra derivada con las empresas, el nuevo intento de un acuerdo de subida salarial a nivel estatal, que puede ser una herramienta clave para que los hogares recuperen poder adquisitivo y se refuerce el consumo interno, uno de los pilares de la economía.
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