El empleo aumentó en 569.600 trabajadores en verano aunque el paro subió en 355.000 personas
El empleo creció en 569.600 trabajadores (+3%) en el tercer trimestre del año, su mayor alza trimestral de toda la serie histórica, y el paro subió en 355.000 personas entre julio y septiembre, lo que supone un 10,5% más que en el trimestre anterior, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El número total de ocupados, personas con un empleo, queda así en 19.176.900 personas y se recupera un poco del batacazo registrado en el segundo trimestre del año, mientras que el volumen de parados alcanza el total de 3.722.900.
La creación de empleo en este periodo, en el que se produjo la desescalada de las medidas más duras contra la pandemia, marcó cifra récord en la serie histórica y permitió recuperar más de la mitad del empleo perdido en el trimestre anterior. En cuanto al paro, su aumento de julio a septiembre es el más elevado desde el primer trimestre de 2012. La tasa de paro escaló en verano algo más de nueve décimas, hasta el 16,3% respecto al 15,3% del segundo trimestre, lo que supone 2,3 puntos porcentuales más que un año antes.
Sin embargo, como se puede ver en el siguiente gráfico, la tasa de paro no ha crecido en esta ocasión tanto como en la pasada crisis de 2008, pese a haber tenido un drástica caída del PIB en escasos meses. En esta ocasión, los ERTE han logrado retener mucho empleo por el momento pese al enorme descenso de la actividad. Las personas en ERTE se contabilizan en la estadística dentro del número de ocupados.
El verano generalmente es un buen periodo para el mercado laboral, en el que se crea empleo –aunque en su mayor parte temporal– gracias sobre todo al empuje del turismo y la hostelería, y que registra descensos del paro. Pero, como sucede desde que irrumpió el coronavirus en España, los datos de la EPA de este tercer trimestre del año están condicionados por la evolución de la pandemia.
Tras un segundo trimestre en el que se destruyeron más de un millón de empleos, meses en los que se vivieron momentos muy duros de la primera ola de la pandemia, las miradas estaban pendientes a los resultados de la EPA de julio a septiembre para seguir evaluando el impacto del coronavirus en el mercado de trabajo. Tras el fin del estado de alarma el 21 de junio, el inicio del verano pudo recuperar cierta normalidad gracias al descenso de los contagios, aunque fue interrumpida por el auge de los rebrotes a partir de agosto, antes de lo esperado.
Aumenta el empleo y el paro, cae la inactividad
El balance general es ese aumento de 569.600 trabajadores y también el alza de 355.000 personas paradas. ¿Por qué aumenta el paro si creció el empleo? Este proceso se puede producir y es que, aunque aumente el número de personas trabajando, también puede haber personas que pasen de tener un trabajo al desempleo o de la inactividad (en la que no existe una búsqueda activa de empleo y se encuadran personas que no están en la edad de trabajar) al paro.
La evolución de la inactividad es clave para entender los datos de empleo y paro de este trimestre de desescalada, que se avanzó en la llamada 'nueva normalidad'. Durante los momentos más duros de la pandemia hubo muchas personas (más de un millón) que se quedaron sin trabajo y pasaron a la inactividad, ya que en esos momentos era prácticamente imposible la búsqueda de empleo. En verano se fue normalizando esta situación y gran parte de las personas inactivas se incorporaron a la búsqueda de un trabajo.
El Instituto Nacional de Estadística destaca que una visión más pormenorizada de las transiciones entre la ocupación, el paro y la inactividad se obtiene con la Estadística de Flujos, “que refleja que 928.700 inactivos han pasado a la ocupación y 1.320.500 al paro. El flujo de salida de ocupación a la inactividad se cifró en 659.300 y del paro a la inactividad en 676.100. Como resultado se produce una fuerte recuperación del número de activos este trimestre”. El balance final es que el número de inactivos descendió en 892.700 respecto al trimestre precedente.
Así, el incremento del paro en 355.000 personas se debió sobre todo al aumento de mujeres en esta situación, con 264.700 paradas más (un 15,56% más que en el trimestre anterior), mientras que el número de hombres en paro ascendió en 90.300 personas (un 5,42%). Por edades, los jóvenes fueron los que más se incorporaron al paro y, por sectores, el verano incrementó el volumen de parados en la Agricultura y el sector Servicios, así como entre las personas que habían perdido su empleo hace más de un año (230.800 desempleadas más, +23% que en el trimestre anterior) y las que buscan un trabajo por primera vez (107.300 personas más que en el segundo trimestre, +44%).
Qué empleo se creó en verano
Si nos detenemos en los datos de aumento del empleo, con esos 569.600 ocupados más en el tercer trimestre respecto al anterior (un 3,06%), observamos que 111.200 corresponden al sector público y 458.500, al privado. El número de asalariados aumentó (+581.200), mientras que se redujo el de autónomos (-10.400).
En cuanto al tipo de contrato de los asalariados, aumenta más el número de empleados temporales que el de indefinidos: +422.900 y +158.300, respectivamente. La crisis por la pandemia, como ocurre con otras alteraciones del mercado laboral, destruyó sobre todo empleo temporal, pero mucho más rápido que en crisis anteriores dadas las particularidades de esta emergencia. Ahora, el incremento del empleo también se produce sobre todo entre los empleados temporales.
Por sexos, el empleo aumenta más entre los hombres que entre las mujeres, como están mostrando los datos mensuales de afiliación a la Seguridad Social: este trimestre registró un aumento de 320.800 trabajadores (+3,17%) y de 248.900 trabajadoras (+2,94%).
Cabe destacar que el incremento del empleo benefició en verano sobre todo a los jóvenes, que se han visto muy castigados por la pérdida de trabajo en esta pandemia. El número de trabajadores entre 20 y 24 años aumentó en 110.400 personas, por ejemplo, lo que supuso un aumento porcentual del 16% respecto al trimestre anterior cuando la media del conjunto de ocupados es del 3,06%.
Por sectores, el aumento de 569.600 ocupados se componen de un incremento de 476.300 trabajadores en los Servicios, de 80.300 en la Construcción, de 45.400 en la Industria y la caída del empleo en 32.000 personas en la agricultura (algo habitual en estas fechas). El aumento del empleo respecto a su nivel de trabajadores anterior muestra que la mayor subida de ocupados se produjo en la Construcción (+6,87% de personas ocupadas en el sector), seguida del sector Servicios (+3,39%) y la industria (+1,72%).
La evolución del empleo por Comunidades Autónomas puede observarse en el siguiente gráfico, en el que destacan las islas en los extremos: el mayor incremento de empleo se produjo en Baleares (+12%) y la mayor reducción, en Canarias (-0,34%).
Los datos anuales muestran que aún queda mucho empleo que recuperar, en un momento en el que España está inmersa en la segunda olga de la pandemia. El número de trabajadores ha disminuido en 697.500 personas en los 12 últimos meses (un 3,51%). Por sectores, los más afectados son, por orden respecto a su nivel de empleo previo: la Industria (-4,55%, con 128.100 trabajadores menos), el sector Servicios (-3,55%, -533.600 ocupados), la Agricultura (-2,03%, -15.200 trabajadores) y la Construcción (-1,62%, -20.600 ocupados).
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