El empleo creció en noviembre en 31.638 personas y los trabajadores en ERTE aumentaron hasta los 746.900

El pasado mes de noviembre, marcado por la pandemia del coronavirus, dejó un aumento del número de trabajadores medios afiliados a la Seguridad Social, de 31.638 personas, y una subida del paro registrado, con 25.269 personas apuntadas más a las oficinas públicas de empleo. Noviembre suele ser, en un contexto de normalidad, un mes de pérdida de empleo, de manera que el incremento mensual de afiliación supone la mayor subida desde 2006 y se vuelve a alcanzar la barrera de los 19 millones de trabajadores. El empleo sigue recuperándose y aguanta mejor de lo esperado, aunque aún quedan muchos puestos por reconstruir: todavía hay 369.806 trabajadores menos que antes de la COVID-19.

Las cifras publicadas este miércoles por el Ministerio de Trabajo y el de Seguridad Social incluyen otro dato muy esperado: el número de trabajadores en ERTE, después de que el Gobierno no facilitara los datos el pasado octubre con el cambio del sistema de ERTE. Tras los rebrotes del virus y el aumento de las restricciones en esta segunda ola de la pandemia, se ha interrumpido la reducción de los trabajadores incluidos en este mecanismo de suspensión o reducción de empleo que había en los meses precedentes.

El número de trabajadores en ERTE por tanto aumentó hasta las 746.900 personas en noviembre, según informa la Seguridad Social, con un incremento de 18.487 personas respecto al cierre de octubre y de 40.650 respecto al de septiembre, aunque “la cifra supone una reducción del 80% respecto al punto más alto registrado en la pandemia, correspondiente al mes de abril”, destaca el Ministerio dirigido por José Luis Escrivá.

Los secretarios de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, y de la Seguridad Social, Israel Arroyo, han destacado en una rueda de prensa esta mañana que el aumento de personas en ERTE es ligero y, del mismo modo, el aumento del paro es muy inferior en esta segunda ola del virus respecto a la primera, lo que ambos han achacado a las medidas que se ha tomado por parte del Gobierno. En los rebrotes que comenzaron a finales del verano, con un importante número de contagios y muertes por coronavirus, no se ha recurrido en esta ocasión al confinamiento domiciliario ni a la interrupción total de la actividad económica, sino que se han tomado medidas más focalizadas, por ejemplo en sectores como el ocio nocturno y la hostelería, entre otros. Las fórmulas de los ERTE y las ayudas para los autónomos, ya en vigor y en funcionamiento, también han servido para contener los efectos negativos en el empleo en esta segunda ola, según los responsables del Gobierno.

Así, el incremento de la afiliación dejó el número total de ocupados en 19.022.002 trabajadores y el aumento del paro registrado en 25.269 personas, el mayor desde 2012, situó el número de personas paradas apuntadas a las oficinas públicas de empleo en 3.851.312.

Unos 350.000 empleos por recuperar

El Ministerio de la Seguridad Social destaca en su nota el incremento del empleo en términos desestacionalizados, que margina elementos propios de la estacionalidad del mercado de trabajo, por el que la subida de la afiliación es de 107.505 trabajadores, “el doble marcado en el mes anterior”.

Aunque en noviembre aumentó el número de trabajadores, pese a ser un mes habitual de pérdida de empleo muy ligado a la destrucción de puestos de trabajo en la hostelería, aún quedan muchos empleos por reconstruir. Si se toma de referencia cómo estaba el mercado laboral antes de la irrupción de la COVID-19, la Seguridad Social destaca que, de la destrucción de casi un millón de puestos de trabajo (947.896) entre el 12 de marzo y el final de abril, se han recuperado un total de 578.090 afiliados a la Seguridad Social. Es decir, hay todavía 369.806 afiliados medios menos que antes de la pandemia.

Si nos fijamos en el empleo que había hace un año, para comparar los dos meses de noviembre, observamos que hay 354.877 afiliados menos (un -1,83%), sin diferencias relevantes por género. La Seguridad Social subraya que “en junio, el momento de mayor caída de la afiliación interanual tras el impacto de la pandemia, la tasa marcó un retroceso del 4,58%, que supuso 893.360 afiliados menos”.

Es destacable que la recuperación del empleo de este mes de noviembre está marcada por el empuje del sector público. Educación es el sector que más contribuyó al incremento mensual de afiliados, con un aumento del 3,27% y 31.582 trabajadores más que el mes anterior, seguido de la Administración Pública y Defensa; Seguridad Social obligatoria, con 12.953 ocupados más (1,14%), y en Actividades Administrativas y Servicios Auxiliares, 12.984 (0,99%), entre otros.

Por el contrario, los sectores que más redujeron el empleo en noviembre fueron la Hostelería, que registró 77.840 afiliados menos (-6,99%), seguido de la Agricultura, Ganadería y Pesca, con 2.345 afiliados menos (-3,07%).

El empleo del hogar, muy afectado por la pandemia, recuperó 2.880 personas afiliadas en noviembre (+0,76%), de manera que la pérdida de trabajadoras –la inmensa mayoría son mujeres– respecto a noviembre del año pasado queda en 16.860 empleadas menos (-4,24%). Los colectivos de empleadas del hogar están reclamando al Ministerio de Trabajo que apruebe una prórroga del subsidio extraordinario de desempleo que creó durante los meses más duros de la pandemia, que no se amplió como ocurrió con la protección por los ERTE o las ayudas a los autónomos y que deja desprotegidas a estas trabajadoras, que a día de hoy son las únicas que no tienen reconocido el derecho al paro.

Respecto al empleo de los autónomos, aumentó en 2.504 personas (0,08%) afiliadas de media a su régimen específico de la Seguridad Social, hasta un total de 3.267.873 trabajadores por cuenta propia. Las organizaciones de autónomos han destacado las pérdidas de empleo en la hostelería (-3.151, -0,98%), un sector muy castigado por la pandemia, para el que solicitan al Gobierno ayudas directas.