Si alguien contrata hoy a una empleada doméstica le saldrá más caro que si lo hubiera hecho hace cuatro meses. Ese encarecimiento no tiene que ver con una mejora del salario que cobran estas trabajadoras sino con una medida que el Ministerio de Empleo tomó en julio y sin avisar.
Los Presupuestos Generales de 2017 eliminaron la reducción de 20% de las cuotas a la Seguridad Social que pagan los empleadores, una medida que se consideraba un estímulo a la contratación en un sector donde abunda el empleo sumergido y las condiciones laborales sumamente precarias.
Esa reducción se aplicaba a todas las personas que hubieran dado de alta a una empleada del hogar desde el 1 de enero de 2012. La eliminación de esa medida implica ahora que desde el 1 de julio la cuota por contingencias comunes que pagan los empleadores a la Seguridad Social sube un 20%.
Esta reducción de la cotización se incluía cada año en los Presupuestos Generales. Las cuentas de año 2017, que entraron en vigor en julio después de que se aplicara la prórroga de los de 2016, no incluyeron, sin embargo, continuidad de esta medida. El Ministerio no ofrece ninguna explicación oficial de por qué se eliminó esta reducción. Sí están buscando fórmulas para “solucionarlo”, asegura un portavoz.
Varias fuentes señalan que el Gobierno tenía previsto reponer esta ayuda en el Consejo de Ministros del pasado viernes pero que finalmente se cayó de la agenda, junto con la prórroga del Plan Prepara para parados de larga duración que agoten sus prestaciones.
Empleo baraja que la reducción de la cuota que pagan los empleadores se convierta en una bonificación: si es una reducción, las arcas públicas dejan de ingresar ese dinero; si es una bonificación el empleador no paga, pero sí lo hace por él el Servicio Público de Empleo con cargo a los Presupuestos Generales.
Para el secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO, Carlos Bravo, el problema está en que, aunque esta ayuda se reponga, queda en el aire lo que suceda con este periodo intermedio. “Si ya se han pagado las nuevas cuotas, devolver ese dinero puede ser muy complicado administrativamente”, advierte.
Más precariedad
Sindicatos y asociaciones de empleadas del hogar han criticado con dureza una medida que, advierten, puede tener consecuencias para las trabajadoras. “Esto va a precarizar más nuestro trabajo. En plena temporada de vuelta a los colegios, que a las familias que querían emplear a una cuidadora se les ponga esto solo lo hace más difícil”, dice Rafael Pimentel, del colectivo Territorio Doméstico. Explica que muchas familias ya descuentan del salario de la trabajadora la cuota de la Seguridad Social porque no pueden asumirla entera.
Actualmente 422.000 personas están dadas de alta en la Seguridad Social como empleadas domésticas. Más del 90% son mujeres y, muchas de ellas, inmigrantes. Sus salarios son los más bajos de todas las ramas de actividad, recuerda UGT, y no cuentan con los mismos derechos que cualquier asalariado, por ejemplo, no tienen derecho a paro.
UGT ha pedido al Gobierno que reúna a los interlocutores sociales para que explique los motivos de esta eliminación y aborde la situación de las empleadas del hogar. “Esto solo va a precarizar más a estas trabajadoras. Si ya cuesta que los empleadores les den de alta, esto solo lo empeora”, afirma la vicesecretaria general de UGT, Cristina Antoñanzas.
“Si fue un olvido, no lo perdonamos. Se está machacando al empleo de hogar y a los cuidados, no se hacen políticas públicas para la gente mientras no hay conciliación”, critica Rafaela Pimentel.
[[Una primera versión de este artículo contenía un error: que las nuevas cuotas se aplicaban solo a los contratos registrados a partir del 1 de julio. Finalmente, la subida afecta a todos los contratos de empleadas del hogar]]