El empleo en el sector fotovoltaico se quintuplica desde la supresión del impuesto al sol del PP
El empleo directo en el sector fotovoltaico español se ha multiplicado por cinco tras la supresión del impuesto al sol del PP, según reflejan las cifras del Informe Anual 2023 que acaba de presentar la patronal fotovoltaica UNEF.
“2022 ha sido el año en el que se ha empleado a un mayor número de personas, alcanzando un total de 40.683 trabajadores en todo el territorio nacional”, según UNEF. Esos más de 40.000 empleos son cinco veces más respecto a los que había en el año de eliminación de ese polémico gravamen.
“Esto representa un 439% más que en 2018, es decir, que el sector fotovoltaico ha generado 33.134 puestos de trabajo directos desde el fin del impuesto al sol”, dice el informe.
El llamado impuesto al sol fue un cargo a las instalaciones de autoconsumo que el Gobierno de Mariano Rajoy introdujo en 2015, pese a las quejas (en privado, eso sí), de varios gobiernos autonómicos que entonces estaban en manos de los populares y la mofa en la prensa internacional, con artículo incluido en Forbes.
El gravamen no llegó a aplicarse nunca por la falta de un desarrollo normativo, pero supuso un freno al despegue de esta tecnología. Se derogó hace ahora cinco años, en octubre de 2018, tras la llegada de Pedro Sánchez a Moncloa.
A partir de un estudio elaborado por María Ángeles Tobarra, de la Universidad de Castilla-La Mancha, UNEF cifra los empleos directos del sector en los citados 40.683, un récord que prácticamente duplica la cifra de 2021 y es 5,4 veces superior a los 7.549 empleos que dependían de manera directa de la fotovoltaica a cierre de 2018.
La fotovoltaica ya se ha consolidado como la fuente de generación de electricidad más barata en el mundo y ya genera unas cifras de empleo en España que están muy por encima de la eólica. En 2021, último dato disponible, el sector de los molinos de viento daba trabajo directo a unas 16.000 personas y empleaba de forma directa e indirecta a unas 32.000, según la patronal AEE.
No obstante, la eólica ya ha superado los 30 gigavatios (GW) instalados en España, frente a los 22,8 GW instalados de la fotovoltaica de suelo, para la que el nuevo borrador del plan nacional integrado de energía y clima (PNIEC) contempla alcanzar 76 GW, incluyendo 19 GW de autoconsumo.
La eólica se ha consolidado como la primera tecnología del sistema eléctrico español, produciendo el 22% de la electricidad, como señaló este miércoles durante una jornada técnica el presidente de AEE, Juan Diego Díaz.
De esos 40.683 empleos fotovoltaicos de 2022, el 41% trabaja en ingenierías y empresas instaladoras; una cuarta parte (10.782), en los productores fotovoltaicos; unas 8.000 personas, en fabricantes, y el resto, en distribuidoras y otras empresas.
UNEF cita la “huella total” del sector fotovoltaico en España en 197.383 trabajadores, con esos 40.683 empleos directos, más otros 97.600 indirectos y 59.100 inducidos que están ligados al sector.
Esas casi 200.000 personas, con un crecimiento “histórico” del 70% en 2022, son también muy superiores ya a los 27.500 puestos (directos, indirectos e inducidos) que dependen del sector nuclear, según la asociación que defiende sus intereses, el Foro Nuclear.
El informe de UNEF señala que “la eliminación del impuesto al sol en 2018 ha supuesto un pronunciado crecimiento que ha tenido un importante impacto sobre la economía nacional”.
“Si bien 2022 puede haber sido un año pico”, por un récord en la instalación de autoconsumo que todo apunta que no se va a repetir en 2023, “la aportación al PIB nacional ha registrado un crecimiento del 52% con respecto a 2021, convirtiendo al sector fotovoltaico en un actor distinguido en la economía española”.
42.200 millones
Según UNEF, desde 2018 “el sector ha aportado más de 42.229 millones de euros al PIB, lo que ha redundado en 5.624 millones de euros en ingresos fiscales para las arcas públicas”.
“A nivel local, la aportación fiscal se ha incrementado en un 961% con respecto a 2018”, con unos ingresos de 659 millones para las administraciones locales que “han contribuido a mejorar la situación económica de cientos de municipios, contribuyendo al desarrollo local sostenible, impulsando la lucha contra la despoblación y creando riqueza en la España vaciada”. También calcula que el sector generó el año pasado 4.940 millones en exportaciones, un 81% más que en 2021.
UNEF, que reconoce que otro de los “desafíos” para cumplir el PNIEC es la aceptación social a los parques, afirma que instalar toda la fotovoltaica del nuevo borrador supondrá solo el 0,38% del terreno agroganadero en España y que no hay “ninguna incompatibilidad” entre ambas actividades.
Según decía hace unos días su director general, José Donoso, “solo con la explotación agrícola que se ha abandonado en Catalunya en los últimos años se podría construir todo el PNIEC”.
La patronal ha pedido al próximo Gobierno una prórroga de dos años, “hasta julio de 2027”, en los plazos para instalar toda la potencia prevista y poder cumplir el nuevo borrador del PNIEC, permitiendo que el sector pueda desarrollarse “sin cuellos de botella” y “sin tensiones inflacionistas” y evitando hacer “caer” a “muchos gigavatios” que ya han sido autorizados. Asegura UNEF que el sistema de hitos que contempla actual legislación peca de “falta de conexión con la realidad”.
La última prórroga, en junio, aplazó a diciembre la Autorización Administrativa de Construcción (si no las plantas pierden el punto de conexión). El “problema”, según Donoso, es que estos proyectos luego “tienen que construirse” en 18 meses, hasta julio de 2025, pero “no se llega a tiempo”.
En autoconsumo, 2022 fue un año récord, con 2.507 instalados, casi la mitad de la potencia total de esta solución energética. Pero tras la relajación de los explosivos precios de la luz del año pasado, UNEF ya ha admitido de una “importante” ralentización de las instalaciones, sobre todo en autoconsumo residencial.
Donoso lo atribuía hace unos días a la “desaparición de la percepción de precios altos de la energía”, los retrasos “de dos años” en la gestión de las subvenciones, con “500.000 peticiones” que tienen que analizar las comunidades autónomas, la subida de tipos y la inflación. La lentitud para cobrar las ayudas ha generado la percepción, “que no es verdad”, de que ese dinero no llega.
El presidente de UNEF, Rafael Benjumea, destacó durante la presentación de este estudio la “oportunidad de reindustrialización” que supone el sector para la economía española. Según UNEF, hasta el 65% del valor de una planta puede estar ya fabricado en España. Pero, según Benjumea, “tenemos que ir más allá” y “que cada vez sea más local” para reducir la dependencia de terceros países.
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