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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

La empresa de explosivos señalada por Zelenski declara 27.667,94 euros en donaciones al lobby de las armas de EEUU

Maxam, la empresa española de explosivos y armamento señalada públicamente en abril por el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, por sus actividades en Rusia, ha declarado 27.667,94 euros en donaciones a la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), el principal lobby a favor de las armas en Estados Unidos.

La cifra aparece recogida en la documentación que acompaña a una emisión de pagarés que la compañía acaba de registrar en el Mercado Alternativo de Renta Fija (BMERF) español. En esa documentación, la empresa, que en el ejercicio cerrado en 2021 abandonó por poco las pérdidas, se refiere por primera vez a la Guerra en Ucrania para subrayar que cumple “escrupulosamente” con el régimen de sanciones impuesto como consecuencia del conflicto bélico.

Esa donación al lobby de las armas de EEUU consiste en una “contribución a acciones deportivas” para “1.800 jóvenes” realizada por su filial de munición deportiva para caza y tiro, Maxam Outdoors, en concepto de “campamentos, torneos y otras actividades” de la NRA Ring of Freedom en la localidad de Shreveport, en el Estado de Luisiana.

NRA Ring of Freedom es, según explica en su web, “el principal programa de reconocimiento de donantes de la Asociación Nacional del Rifle. Las personas, familias o empresas amantes de la libertad que hacen donaciones por un total de $1,000 o más por año a la NRA o cualquiera de sus entidades son reconocidas como donantes a través del programa NRA Ring of Freedom. Las donaciones de $25,000 o más califican para el reconocimiento Ring of Freedom de la NRA de por vida y se pueden lograr a través de donaciones acumulativas”.

“Su generosa donación puede ayudar a respaldar la amplia gama de programas y servicios asociados con los deportes de tiro, o puede destinarse a la defensa política, la divulgación en los medios, la capacitación y el desarrollo de la próxima generación de Estados Unidos u otros programas”, indica en su web la NRA Ring of Freedom, . 

La NRA es el lobby de armas más poderoso de EEUU. El año pasado esta organización se gastó casi cinco millones de dólares (4,6 millones de euros) para reforzar los derechos en torno a la posesión de armas de fuego y evitar las restricciones sobre quiénes pueden tenerlas y cómo pueden usarlas.

La donación de Maxam está incluida en el Estado de información no financiera del ejercicio fiscal cerrado en marzo de 2020. Es la mayor aportación de ese ejercicio en el extranjero para lo que la empresa denomina “acción social de Maxam en el mundo”, que cifra en cerca de 246.000 euros en ese ejercicio. En las cuentas de 2021, que el grupo acaba de remitir al BMERF, no se detalla esa información. 

La donación a la NRA viene recogida junto a otras de esa misma filial como un “patrocinio de tiro deportivo a Boy Scouts” por importe de 2.169,75 euros, y otros 9.071,46 euros para clubes de tiro deportivo ubicados en esa misma localidad de Luisiana, cuyo ayuntamiento anunció en 2021 una ordenanza para limitar la tenencia de armas de fuego a la que se opuso públicamente la NRA.

También figuran donaciones para la Navy League, una organización de apoyo a los militares estadounidenses, y, en España, aportaciones para varias federaciones de caza, 17.000 euros para el Museo del Aire, 15.000 euros a la Fundación Museo del Ejército de Tierra en patrocinios culturales, 3.500 euros destinados a The Legacy, dedicada a promocionar el legado español en EEUU, o 5.000 euros para una carrera militar-civil de La Legión española en Andalucía.

“A través de iniciativas propias o de colaboraciones con entidades sociales y académicas, la Fundación Maxam contribuye a fomentar el desarrollo social, cultural y educativo en los países en los que opera”, señala el documento. Preguntado por si las donaciones a la NRA continuaron el pasado ejercicio, un portavoz del grupo se remite a la información publicada por la compañía, cuya web lleva fuera de servicio desde la intervención de Zelenski en el Congreso. “En breve” estará otra vez operativa. “Estamos aún en mantenimiento”, asegura.

“Gran incertidumbre”

La compañía, que desde la alusión del presidente ucraniano en el Congreso no ha querido hacer declaraciones públicas, se refiere por primera vez a la guerra en Ucrania en ese documento remitido al BMERF, fechado el 10 de junio.

En él indica que, tras la “ofensiva militar para invadir Ucrania”, la UE, Reino Unido o EEUU “han adoptado una serie de paquetes de sanciones y otras medidas a fin de restringir las relaciones comerciales con Rusia. Por su lado, Rusia también ha establecido otra serie de sanciones contra países occidentales entre los que se encuentra España”. 

“Maxam ha venido cumpliendo escrupulosamente con el régimen de sanciones vigente”, indica el documento, que añade que “existe una gran incertidumbre sobre la duración del conflicto y la magnitud de los efectos de las sanciones”.

Tras una evaluación preliminar, sus administradores han determinado que “en el momento de la formulación de las cuentas anuales del ejercicio terminado el 31 de marzo de 2022, sus efectos no son significativos”.

Las cuentas del ejercicio cerrado en marzo de 2021, que el grupo también acaba de remitir al BMERF, reflejan que abandonó las pérdidas, al anotarse un beneficio de unos 2 millones de euros, frente a los 135 millones de números rojos de un año antes, cuando llevó a cabo un expediente de regulación de empleo (ERE) y una reestructuración societaria.

El resultado de explotación fue de 158 millones y las ventas crecieron un 24%, hasta 1.014 millones. Su división de explosivos civiles aportó el 75%, la de armamento otro 7,5% y Maxam Outdoors (la filial de tiro deportivo) otro 7,59%. Por áreas geográficas, la UE supuso el 32%, África el 23% y Latinoamérica el 11%. Los países de la antigua Unión Soviética (Rusia incluida) aportaron un 10%, y Norteamérica un 8%.

Las cuentas consolidadas hacen mención a la inspección de Hacienda abierta en España poco antes del cierre del ejercicio 2021, aunque no precisa las provisiones que ha dotado para cubrirse de ese riesgo. Una de sus filiales las ha cifrado en cerca de 12 millones.

Maxam fue fundada hace siglo y medio como la Sociedad Española de la Pólvora por el sueco Alfred Nobel, inventor de la dinamita. Con fábricas en los cinco continentes y unas 100 compañías, su plantilla es de más de 5.100 empleados y vende en más de 100 países. La antigua Unión Española de Explosivos (Explosivos Rio Tinto fue otra de sus denominaciones) adoptó su actual nombre en 2006. Su presidente es José Manuel Vargas, ex ejecutivo de Vocento, ex presidente de Aena y responsable de la privatización parcial del operador aeroportuario durante el gobierno de Mariano Rajoy.

Cobijo de altos cargos

La pata de defensa de Maxam la aglutina Expal Systems SA, antigua Explosivos Alaveses, cobijo de varios ex altos cargos del Ministerio de Defensa o del Centro Nacional de Inteligencia y de uno de los gurús de Vox. Varios administradores del grupo y el gran responsable de su expansión en las últimas décadas tienen hilo directo con Juan Carlos I.

Maxam está controlada por la firma de inversión estadounidense Rhône Capital, fundada por el multimillonario estadounidense Robert Agostinelli, al que se considera muy bien relacionado con el expresidente español José María Aznar. 

El pasado 5 de abril, el presidente ucranio señaló a esta compañía junto a Porcelanosa y a la patronal de la industria española de bienes de equipo, que a diferencia de Maxam, salieron rápidamente a desvincularse de Rusia y negaron toda relación con ese país tras la guerra en Ucrania.  

Entonces, la ministra de Industria, Reyes Maroto, defendió a la compañía de explosivos, al asegurar que cuenta con una filial rusa que produce fertilizantes, pero sin “ningún tipo de intercambio comercial y financiero” con su matriz. Fuentes del grupo negaron en aquel momento y ahora que su actividad en Rusia esté intervenida bajo el régimen de Vladímir Putin, como publicaron algunos medios tras las palabras del líder ucraniano.

Rhône, que en el ejercicio cerrado en marzo de 2021 aumentó su peso en Maxam hasta cerca del 75% (el resto es de un grupo de técnicos, directivos y coinversores asociados), compró el paquete que el fondo estadounidense Advent adquirió en 2011 a las firmas españolas de capital riesgo Vista Capital (private equity de Banco Santander) y Portobello (antigua Ibersuizas). Advent llegó a explorar la salida a Bolsa del grupo. La operación se vio truncada por el escándalo de Defex, la empresa semipública dedicada a la exportación de armas de la que Maxam era el primer accionista privado, con cerca del 22%, junto a otras como Instalaza (que tenía el 10,89%), a la que estuvo vinculado el exministro de Defensa Pedro Morenés.

Defex está en proceso de liquidación desde 2017 tras un gravísimo escándalo de corrupción y comisiones millonarias. El grueso del caso está todavía pendiente de sentencia judicial. En esta empresa semipública fue vicepresidente el presidente de honor de Maxam y artífice de su expansión, José Fernando Sánchez-Junco, hermano del abogado del emérito en sus escándalos fiscales, Javier Sánchez-Junco, y todavía presidente de la fundación que canaliza su “acción social”.