La presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica Oriol, que pidió ayer eliminar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para jóvenes “sin formación”, no es una sorpresa dentro de lo habitual en las demandas de la patronal. El pagar a los jóvenes (un colectivo que los empresarios incluyen hasta los 35 años) menos de los 645 euros al mes que fija la ley es casi una obsesión para los empresarios españoles, con algunas variantes, como despido libre o contratos basura. Eso sí, poco o nada hablan los mismos empresarios de mejorar la formación o invertir en capital humano para aumentar las habilidades de estos nuevos empleados. He aquí algunas de sus peticiones.
CEOE abre la veda
En marzo de 2010, el entonces director de Relaciones Laborales de la CEOE, José de la Cavada, que ha sido recientemente despedido por la vía procedente, pidió en el Parlamento un contrato basura para jóvenes con despido gratis hasta un año y un sueldo que no llegara al salario mínimo. Lo que en su momento sonó como una línea roja se terminó aprobando en el llamado contrato para emprendedores, que permite el despido libre hasta un año de prueba. La única frontera fue no tocar el SMI.
La empresa familiar pide que no coticen
En el laberinto de lobbies empresariales que hay en España, uno tiene especial solera: el Instituto de Empresa Familiar, aunque de familiares sus empresas ya tienen poco (están Acciona, Ferrovial, Mango o Mercadona, entre otros). También hacen regularmente peticiones al Ejecutivo. En marzo de 2011, propusieron crear “un contrato de aprendizaje para jóvenes de hasta 30 años exento de pagos a la Seguridad Social, acotado temporalmente y con un salario no sujeto al convenio colectivo”. A diferencia de las otras peticiones, el IEF no pedía pagar menos del SMI porque optaba por ahorrar costes por la vía de las cotizaciones.
El Banco de España contra el SMI
Ni sindicatos, ni patronal, ni empresarios. El siguiente lobby en pedir la supresión del salario mínimo fue nada menos que el Banco de España. El supervisor financiero ha estado durante toda la crisis mucho más preocupado por rebajar derechos laborales que por el balance de la banca que ha causado un rescate financiero sin precedentes. Así, en la memoria económica correspondiente a 2012, pero que se publicó en mayo de 2013, se planteó “explorar mecanismos excepcionales para evitar que el salario mínimo actúe como una restricción para grupos específicos de trabajadores con mayores dificultades para su empleabilidad”.
“Jóvenes” con un mínimo propio
Envalentonados por la petición oficial, la CEOE, el único interlocutor reconocido por el Estado para negociar materias laborales, pidió la semana pasada crear un “Salario Mínimo Juvenil”. Aunque algunos medios apuntaron a que la petición de la CEOE tenía como tope los 25 años, Vozpópuli asegura que se baraja que este límite se suba hasta los 35 años. El jefe de la patronal, Joan Rossel, sí añadió que un contrato por debajo del SMI debería ir acompañado “forzosamente” de formación. Esta es la última propuesta sobre la mesa del Gobierno y sindicatos, que ya la han descartado por “discriminatoria”.