Los empresarios se anclan al 'no' a la subida del salario mínimo este año. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aseguró ayer lunes que seguirá negociando para intentar un acuerdo en el alza del SMI para el último tramo de 2021, pero todo apunta a que los empresarios no formarán parte del consenso. Este martes, el líder de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, ha reafirmado su oposición al incremento de manera tajante en una entrevista. “No es bueno, no es el momento de subir el SMI”, ha reiterado el empresario vasco.
Garamendi, en declaraciones a Radio Intereconomía recogidas por Europa Press, ha afirmado que la CEOE no se opone a una subida del SMI, sino que rechaza que que suba en 2021, en un momento donde consideran que hay que impulsar la recuperación económica y el empleo. “Con esta subida puede haber menos gente que entre en el empleo (...) Con la que está cayendo, es un momento muy delicado y hay que tener cuidado con las cosas que se tocan”, ha defendido el dirigente empresarial.
En respuesta a las declaraciones de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, instando a la CEOE a que explique por qué no apoya la subida del SMI y, por tanto, a la población más vulnerable, Garamendi ha señalado que la patronal está “con gente débil como la gente del campo” o con las muy pequeñas empresas que están fuera de convenio y a las que la subida del SMI “puede hacer mucho daño”, pues en los últimos tres años esta renta mínima ya ha subido un 30%.
El alza salarial que plantea el Gobierno se aplicaría para los últimos meses del año y estaría en el margen de unos 12 a 19 euros mensuales de incremento, como recomendaba el informe de expertos que encargó Trabajo para elaborar la senda de subida del SMI hasta el 60% del salario medio al final de la legislatura. Se trata de un incremento más limitado que el que reclaman los sindicatos (entre 25 y 30 euros), que recuerdan que los precios se han disparado en los últimos meses del año.
Antonio Garamendi ha recordado por su parte que existen otras “razones de peso” para oponerse ahora al alza del SMI, como el hecho de que el Estado y el resto de administraciones públicas no estén trasladando la subida del SMI a la contratación pública. Garamendi también ha argumentado que “el 21%” de los convenios que se están firmando este año contemplan congelación salarial, como el convenio de hostelería de Madrid.
“No es bueno, no es el momento de subir el SMI, aunque el Gobierno tiene la facultad de hacerlo sin necesitar el consenso”, ha insistido el líder de la CEOE, que ha añadido que el hecho de no apoyar el incremento del SMI no significa que las patronales no se vayan a sentar en otras mesas del diálogo social.
“Hay mil temas sobre la mesa y nos sentaremos a hablar y si no estamos de acuerdo, lo diremos, como esta vez. Yo me debo a las empresas y a los autónomos de este país. Hacemos los planteamientos que pensamos que son buenos para España (...) No vamos a estar pendientes de presiones”, ha indicado.
Pide abrir la mesa de los ERTE
Por otro lado, Garamendi ha instado al Gobierno a convocar ya la mesa de negociación sobre los ERTE a fin de consensuar las condiciones de la prórroga de estos instrumentos más allá del 30 de septiembre.
En su opinión, los ERTE deberían haber seguido hasta diciembre y ahora toca negociar una nueva prórroga porque, según ha dicho, siguen existiendo restricciones. En esa negociación, el líder de la CEOE habrá que ver qué exoneraciones en las cuotas a la Seguridad Social se establecen porque hay sectores que siguen “tocados”, pero otros van saliendo adelante.
“Hay que ponerse las pilas para trabajar ya en la normalidad. Tenemos una deuda del 120%. Tampoco podemos seguir jugando a que haya dinero porque sí, hay que usar el necesario en las causas necesarias, pero efectivamente habrá que ver como se plantean estos ERTE. Yo espero que se nos llame ya a la mesa y que las empresas y autónomos no estén esperando al último día para ver cómo se resuelven esos temas porque necesitan tranquilidad”, ha explicado.