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Las grandes empresas alemanas salen caras en el salvamento de la economía de Merkel

La canciller alemana, Angela Merkel.

Aldo Mas

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Miles de millones de euros. De esa magnitud son las ayudas que están recibiendo o están a punto de recibir grandes nombres del capitalismo alemán. El motivo es que han caído en horas bajas por culpa de las medidas de distanciamiento social impuestas en suelo germano para frenar la expansión de la COVID-19. La marca de ropa deportiva Adidas es un claro – y, para muchos, mosqueante – ejemplo. Pero no es el único.

La compañía aérea Lufthansa negocia con el Gobierno alemán estos días cómo recibir ayuda pública ante la situación en que ha caído la empresa por las restricciones en el tráfico aéreo, según ha trascendido en los medios de comunicación germanos. El gigante del turismo TUI, al igual que Adidas, también ha recurrido a los créditos para empresas que ha posibilitado el Ejecutivo de Angela Merkel en su plan de acción contra las consecuencias económicas de la COVID-19.

Adidas, considerada en el mundo de los negocios una empresa de “alta rentabilidad”, no ha podido evitar tener que echar mano del programa de ayudas para la liquidez lanzada por la 'gran coalición' que dirige Merkel. A través del Instituto de Crédito para la Reconstrucción (KfW, por sus siglas alemanas), una entidad de titularidad pública, la empresa de las tres rayas va a recibir un crédito de 2.400 millones de euros para poder enfrentarse al cerrojazo económico que han supuesto las medidas contra la pandemia.

La concesión de ese crédito no ha gustado a muchos, incluida alguna prominente figura del Gobierno germano. Así, el ministro de Trabajo alemán, el socialdemócrata Hubertus Heil, se confesaba “cabreado” a finales de marzo al ver que una empresa como Adidas, punta de lanza del capitalismo alemán, pedía el apoyo del KfW.

Hay quien ha calificado de “desastre de relaciones públicas” el modo en que Adidas ha lidiado con ese crédito, según los términos expresados en las páginas económicas del diario berlinés Der Tagesspiegel.

“Adidas está siendo criticada porque pidió esas ayudas para pagar los alquileres de sus locales, pero Adidas era una empresa que hasta la crisis había sido altamente rentable”, dice a eldiario.es Stefan Kooths, responsable de estudios en el Instituto para la Economía Mundial, una organización con sede en Kiel. “Uno podía pensar que una empresa así gozaba de suficientes recursos financieros para no recurrir a estas ayudas, que, por cierto, no están pensadas para las grandes empresas sino para las pequeñas y medianas empresas”, añade Kooths, aludiendo a una compañía deportiva que el año pasado presentaba casi 2.000 millones de euros en beneficios.

17 grandes empresas quieren 19.000 millones

Algo parecido podría pensarse del gigante del turismo TUI, descrita estos días como beneficiara de un crédito de 1.800 millones de euros con los que hacer frente a la crisis del coronavirus. La facturación de TUI en 2019 era de casi 19.000 millones de euros. Adidas y TUI no son casos aislados.

De acuerdo con las cuentas que presentaba el diario Süddeutsche Zeitung esta semana, diecisiete grandes empresas germanas han solicitado, en total, créditos por valor de 19.000 millones de euros para enfrentarse al parón económico que ha supuesto la COVID-19. En total, hasta el pasado martes habían pedido este tipo de ayudas 15.150 empresas en Alemania. En conjunto, precisan 28.000 millones de euros.

“Estamos hablando de créditos que están garantizados por el estado. El estado los cubre. Si la empresa cesa la actividad y no puede pagar el crédito, entonces los bancos pueden recibir el dinero del estado”, aclara a eldiario.es Martin Beznoska, analista sénior del Instituto de la Economía de Alemania, una institución con sede en Colonia.

Esos créditos se convirtieron en una solución para las empresas alemanas el mes pasado, cuando el Ejecutivo germano decidió sacar músculo ante el coronavirus, anunciando un endeudamiento de 156.000 millones de euros para tomar medidas para atajar la crisis y, paralelamente, planteando la creación de un Fondo de Estabilización para la Economía. Éste está dotado de 600.000 millones de euros.

De ese dinero saldrán los créditos para Adidas, TUI y las otras 15.148 empresas que, hasta el martes, habían pedido estas ayudas, según apuntaba el Süddeutsche Zeitung. “Estos créditos tienen sentido porque así las empresas tienen liquidez, no es una subvención, sino una compensación porque el estado no les está permitiendo desarrollar su modelo de negocio”, comenta Beznoska.

“Cuanto más largo sea el apagón de la economía, más habrá que ayudar a las empresas”, subraya el investigador del Instituto de la Economía de Alemania.

Lufthansa negocia ayudas con el Gobierno alemán

En el contexto de apagón económico que ha supuesto la lucha contra el nuevo coronavirus, la situación de la compañía aérea Lufthansa resulta acuciante. De lo contrario, esta empresa no estaría negociando con el Ejecutivo un crédito del KfW, según vienen informado los medios de comunicación germanos.

“El de Lufthansa es un caso destacado, se especula con que haya una intervención del estado”, apunta desde Kiel Stefan Kooths Lufthansa, cuyos ingresos han superado desde 2012 los 30.000 millones de euros y que en 2019 alcanzaron los 36.424 millones de euros, tampoco ha escapado al coronavirus.

En realidad, pocas son las empresas que pueden considerarse 'inmunes' a los efectos de la COVID-19. Según indicaba a este diario hace unos días Andreas Peichl, director del Centro para Estudios Macroeconómicos del prestigioso Instituto IFO de Múnich, el coronavirus ha supuesto “un shock a la oferta y la demanda”, conceptos clave de un modelo económico al que se le sigue anticipando larga vida.

“Vivimos una crisis fuera de lo común, con medidas que también están fueran de lo común pero creo que la economía volverá arrancar”, señala Beznoska. “Cuándo arrancará no lo puedo decir, pero cuando las medidas de restricción de contacto social dejen de ser tan restrictivas, cuando puedan abrir las empresas y demás, la economía volverá a la normalidad”, concluye el investigador de Instituto de la Economía Alemania.

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