El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha confirmado este miércoles que la eléctrica va a acudir a las subastas de energías renovables cuya primera convocatoria ultima el Gobierno, “aunque egoístamente preferiría que no las hicieran”. “Vamos a acudir”, ha dicho Bogas, tras recordar que Endesa no era partidaria de estas convocatorias porque “como otros incumbentes verticalmente integrados no necesitamos las subastas”.
En un encuentro con los medios en la sede de Endesa en Madrid, el ejecutivo ha reconocido que es “razonable” que el Ministerio para la Transición Ecológica ponga en marcha esa subastas porque servirán para “crear competencia”, facilitar la entrada de otros actores y “controlar” el ritmo de entrada de nueva generación renovable. En su caso, “tenemos una base de clientes muy estable que nos permite construir renovables” y cubrir su consumo, por lo que no necesita esas subastas, que ha pedido que “no sean especulativas en el precio” y tengan un mecanismo de traslado al mercado mayorista “que no lo distorsione”.
Bogas ha explicado que una de sus apuestas para mantener a Endesa como la eléctrica con más clientes en España pasa por lo que ha denominado “plataformización”: ofrecer la plataforma de la eléctrica para “incorporar a terceros que puedan ofertar sus productos”. Además de vender tarifas planas de electricidad y gas, Endesa quiere ofrecer, gracias a la inteligencia artificial y a la base tecnológica que ha desarrollado en los últimos años, servicios de terceros “en forma de paquetes, como Netflix”, a cambio de una comisión o fee: de seguros a servicios médicos o alarmas para el hogar.
El ejecutivo ha defendido que “en el sector eléctrico español la competencia es tremenda”, con “empresas pequeñas y medianas muy buenas”, y “algunas” tratando de vender sus carteras de clientes a precios muy elevados; y las petroleras, que están siendo “agresivas en la oferta a sus clientes” y en su política de adquisiciones porque “tienen que hacerse un hueco” en el mercado.
Bogas ha reconocido que este año ha habido una salida importante de clientes domésticos a la tarifa regulada por primera vez en muchos años, porque “acertadamente” han visto que la caída del precio del mercado mayorista ha hecho esta opción todavía más atractiva. Aunque ha confiado en que a final de año el saldo a favor de los que se pasan al mercado libre (más rentable para las empresas) siga siendo positivo, con unos 20.000 clientes, frente a los 200.000 de otros ejercicios.
El máximo responsable de Endesa ha señalado que la previsión de la economía española que prevé el plan estratégico presentado hace un mes por la eléctrica, de un 10% para este año, posiblemente se quede corta, y posiblemente crecerá algo menos del 7,7% previsto para 2021.
En total el plan incrementa inversiones 25% hasta 7.900 millones, un “importante esfuerzo”, y aplaza a 2023 el ebitda y el resultado neto que preveía para 2022 por la crisis del coronavirus, que se va a traducir en una pérdida de márgenes de unos 500 millones de los que 300 son consecuencia de la caída de los precios de la electricidad y el gas y otros 100 millones, de la tasa catalana a las nucleares “que no teníamos prevista”.
El consejero delegado de Endesa, que no ha cerrado la puerta a realizar adquisiciones siempre que no destruyan valor, ha dicho que “lo racional” es no parar ahora las nucleares porque siguen teniendo rentabilidad, aunque sea “bajísima”, pero ha insistido en que “hay que pelear con el ministerio por bajar algunos de los impuestos” que soporta. Y respecto al plan de ayudas europeas, se ha mostrado a favor de impulsar el hidrógeno verde pero sin “prisa” y priorizando los proyectos que tengan sentido porque las subvenciones que va a requerir este vector energético van a estar “en la banda alta” del porcentaje de la inversión total, en torno a la mitad del desembolso.