Crece el consenso en favor de la equiparación de los permisos de paternidad
Las mujeres están más formadas y registran mejores resultados educativos, pero la brecha que las separa de los hombres en el mercado laboral permanece. El último informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) muestra que desde 1997 hay más mujeres que hombres con educación universitaria o similar, se forman más tiempo y su ratio de repetición de cursos es inferior que el de los hombres.
Los resultados laborales no acompañan: las mujeres soportan más paro, más temporalidad y trabajo a tiempo parcial, están más sobrecualificadas para los puestos que ocupan, y sus carreras se interrumpen para cuidar de sus hijos de una forma no vista en los hombres. Cada vez son más las voces que señalan que el problema está en los hogares y en el reparto, aún muy desigual, de las tareas domésticas y de cuidados. Y cada vez son más los que defienden que una medida ayudaría a cambiar las cosas: la equiparación de los permisos de paternidad y maternidad.
El informe “Spanish Gender Gap”, de Fedea, muestra que el llamado techo de cristal está extendido. Sucede en las instituciones y el sector privado, en los puestos de trabajo con responsabilidades, en la carrera judicial y en la universitaria, en la política y en las empresas. Por ejemplo, aunque las mujeres son mayoría en la carrera judicial, su presencia disminuye en los órganos superiores. Lo mismo sucede en las universidades y los ayuntamientos.
Los autores, Ignacio Conde Ruiz e Ignacio Marra, relacionan esta situación con lo que sucede dentro de los hogares. Diariamente las mujeres dedican 2,5 horas más que los hombres a tareas de domésticas y de cuidado, 1,4 horas menos al trabajo remunerado y una hora menos al ocio. Desde poner la lavadora a preparar la comida, cuidar a los niños o a los dependientes y limpiar la casa, las estadísticas que miden los usos de los tiempos muestran que las mujeres siguen siendo responsables principales de estas tareas.
Apuestan, por tanto, por medidas que consigan romper ese desequilibrio y apuntan a las bajas de paternidad. “Cuando los padres cogen más tiempo de baja, tienden a repartir las tareas domésticas y de cuidado infantil de forma más equitativa”, recuerdan los autores. Su propuesta es un sistema de permisos con días “exclusivos” para cada uno de ellos e incentivos económicos para promover un uso equitativo. Por ejemplo, que cuantos más días de baja coja el padre más días tenga la madre o que su prestación sea más alta.
Promover un uso equilibrado de los permisos entre mujeres y hombres, dicen, “ayuda a reducir el estereotipo que asocia la llegada y el cuidado de un niño con interrupciones de la carrera laboral más largas en las mujeres”. Estas políticas, sin embargo, necesitan incentivos económicos o, dicho de otra forma, si los permisos no están pagados, el desequilibrio continuará.
El Congreso avala la equiparación
Precisamente, hace solo unos días el Congreso aprobó una proposición no de ley para equiparar los permisos de maternidad y paternidad. La cámara baja instaba así al Gobierno a implantar un sistema de permisos iguales e intransferibles para los dos miembros de la pareja, pagados al 100% y con igual protección del puesto de trabajo. El grupo llevaba así al Congreso la propuesta de la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción (PPIINA), que lleva once años haciendo lobby para que los gobiernos de turno equiparen los permisos.
La propuesta de la PPIINA es equiparar totalmente los permisos y convertirlos en un derecho individual, no transferible. En la medida en que unas semanas son transferibles, aseguran, seguirán siendo las madres las que las cojan. “La sociedad ha cambiado mucho en la última década, ahora la ciudadanía ya percibe esta diferencia en los permisos como una discriminación y ha comprendido que redunda en una situación injusta para las mujeres en el mercado de trabajo”, explica María Pazos, una de las impulsoras de la plataforma.
La proposición no de ley, presentada por Podemos-Encomú Podem-En Marea, salió adelante con la abstención del Partido Popular y de Ciudadanos. “Hay una voluntad mayoritaria clara de reformar los permisos, esperamos que la proposición de ley se apruebe inmediatamente”, señala Pazos.
En las últimas elecciones todos los partidos políticos excepto el PP incluyeron en sus programas el aumento de la baja de paternidad, aunque con matices. Mientras que PSOE y Podemos apostaban por la equiparación y la intransferibilidad total, tal y como acaba de aprobarse, Ciudadanos optó por dejar una parte del permiso de reparto voluntaria entre la pareja.
Además de cambiar los permisos de paternidad, el estudio de Fedea menciona otras medidas para romper los desequilibrios, como potenciar la educación de cero a tres años y flexibilizar los horarios laborales. También abogan por establecer cuotas obligatorias de representación femenina en los consejos de administración de forma temporal.