Escrivá modificará el ingreso mínimo vital porque de lo contrario “no llegará ni de lejos” a la meta de 850.000 familias

Laura Olías

3 de diciembre de 2020 12:15 h

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Se avecinan más cambios en el Ingreso Mínimo Vital (IMV). El ministro José Luis Escrivá ha reconocido este jueves que, con el diseño actual de la nueva renta mínima estatal, no va a llegar al objetivo marcado de beneficiar a 850.000 familias en pobreza. “Claramente no vamos a llegar ni de lejos a esa cifra”, ha respondido el responsable de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en una entrevista en el canal 24H de TVE. Por el momento se ha reconocido a 160.000 hogares y, aunque la Seguridad Social prevé que esta cifra aumente en las próximas semanas, la meta fijada se ve ya como inalcanzable. Por ello, el ministro ha adelantado que se aprobarán cambios para que la prestación llegue a más hogares en pobreza.

El ingreso mínimo vital se aprobó a finales de mayo con la meta de llegar a 850.000 hogares en situación de pobreza aguda. Desde entonces, la renta mínima estatal contra la pobreza ha recibido muchas críticas, incluso desde la Vicepresidencia de Derechos Social que dirige Pablo Iglesias, por retrasos en la tramitación y por no llegar a las familias necesitadas.

“El número de hogares que lo está recibiendo es menor del que esperábamos”, ha reconocido José Luis Escrivá esta mañana, que ha destacado que su equipo está llevando a cabo una evaluación, que espera que esté lista en enero. “Tenemos que entender bien el porqué y, cuando lo sepamos, podremos acudir a la norma y poder ajustarlo”, ha afirmado el ministro, que ha subrayado la importancia de la evaluación de las políticas públicas.

A la espera de ese análisis, el ministro Escrivá considera que el limitado alcance se explica más bien por el elevado número de denegaciones de la ayuda y por las personas a las que no se está llegando (que no han pedido el ingreso mínimo vital), que por la propia tramitación de la prestación, que considera como un “hito de gestión administrativa”.

José Luis Escrivá ha recordado que la Seguridad Social ha recibido alrededor de 1,2 millones de solicitudes del ingreso mínimo vital, de las que ha tramitado “dos tercios”, una cantidad que destaca como muy elevada dada la complejidad de tramitación de las rentas mínimas, que suele llevar meses de gestión en varias Comunidades Autónomas. Es decir, que de unas 800.000 peticiones tramitadas, la ayuda solo se ha reconocido a 160.000 hogares.

Estudiar los rechazos de solicitudes

El ministro ha destacado que es importante analizar las denegaciones de la ayuda. Por una parte, los límites de acceso establecidos de renta y patrimonio, por los que se está rechazando una gran parte de las solicitudes, y también avecina cambios en el criterio establecido para las “unidades de convivencia”, por el que también se están quedando fuera bastantes solicitantes. “Y tenemos que mirar otras razones”, ha afirmado Escrivá, para lo que ha destacado el importante papel que pueden tener las ONG y colectivos sociales que están ayudando a tramitar la ayuda.

Desde la aprobación del IMV, el Gobierno ya ha aprobado cambios o precisiones en la prestación, por ejemplo facilitando los requisitos del padrón, concretando qué se entiende por pareja de hecho o una unidad de convivencia monoparental y en la ampliación del cobro con efecto retroactivo, que se extendió a todas las peticiones hasta final de año, entre otros. Según ha afirmado el ministro, a estas se sumarán más modificaciones del IMV una vez el Ejecutivo evalúe la aplicación de la medida hasta el momento.

En las últimas semanas, ONG como Save the Children y Unicef están denunciando el desmontaje de la prestación por hijo a cargo para familias vulnerables en su integración dentro del Ingreso Mínimo Vital. Las organizaciones advierten de que el esquema planteado por el Gobierno supone dejar a familias con hijos en pobreza sin ayudas: familias con ingresos por debajo del umbral de la pobreza que no tendrán acceso al IMV ni tampoco a esta otra ayuda contra la pobreza infantil.