La AEAT acaba de publicar el Informe Mensual de Recaudación Tributaria (IMRT) de noviembre que arroja un crecimiento del 14,3% en el periodo enero-noviembre . Como los ingresos de este periodo representan el 93% de la recaudación anual ya podemos concluir que los ingresos impositivos en 2021 crecerán a una tasa muy cercana. En mi experiencia, la tasa del 13,2% que calcula el IMRT para los ingresos homogéneos de enero a noviembre es una buena estimación del crecimiento que cabe esperar en 2021.
Este dinamismo de los ingresos tributarios sugiere algunas consideraciones.
En primer lugar y como ilustra el cuadro adjunto, la recaudación ya supera en un 4,6% el nivel de 2019 en el mismo periodo. Y como el año 2019, con 213.000 millones de euros, representa el máximo histórico de la serie anual, superando el registro de 2007, puede afirmarse ya que en 2021 se alcanzará un nuevo máximo de los ingresos tributarios.
Como en el Avance de Liquidación de 2021 sobre el que descansa el Presupuesto de 2022 se estima un crecimiento del 10,8% para los ingresos tributarios de 2021, si se cumple el crecimiento del 13,2%, los ingresos alcanzarán los 220.000 millones, superando en 4.600 millones el importe previsto en el Libro Amarillo.
Si en millones de euros el año 2021 marca un récord recaudatorio, también el crecimiento de los ingresos representa el máximo de los últimos 16 años. El gráfico correspondiente puede verse en el Informe Especial publicado el 12 de diciembre en elDiario.es. En los últimos 25 años sólo el 14,1% de 2005, en pleno boom inmobiliario, supera la tasa prevista para este año.
El crecimiento de los ingresos sorprende todavía más si se tiene en cuenta la práctica estabilidad normativa. De hecho, como indica el IMRT, los cambios normativos reducen, en conjunto, la recaudación. Destacan, en particular, las rebajas impositivas para abaratar la luz que restan 1.000 millones a los ingresos de noviembre y 1.336 millones a los ingresos de los 11 primeros meses. El cuadro adjunto resume las pérdidas fiscales.
En ausencia de cambios normativos, la marcha de la recaudación refleja principalmente la evolución de las bases imponibles gravadas por los diversos impuestos: las rentas de los hogares en el caso del IRPF, los beneficios societarios en el Impuesto de Sociedades o el gasto de consumo e inversión de los hogares en el IVA. Como se aprecia en el cuadro inicial, estos dos últimos impuestos registran crecimientos excepcionalmente elevados. Y no sólo por el también extraordinario desplome de 2020. Los ingresos por el Impuesto de Sociedades superan en un 14% los de 2019 y en el caso del IVA los ingresos ya superan ligeramente los de 2019. En el IRPF también los ingresos de 2021 superan en un 8,4% los de 2019.
El crecimiento de los ingresos por impuestos duplica el crecimiento nominal del PIB en los tres primeros trimestres del año, cifrado en un 6,5% con la revisión de ayer (antes 6,2%). En años sin cambios normativos existe un razonable acoplamiento entre ambas variables, pero en 2020 la caída nominal del PIB supera en un punto porcentual la de los ingresos, y en 2021 el crecimiento nominal del PIB se queda en la mitad del ritmo de los ingresos. Se produce entonces la paradoja de que sin cambios relevantes en los tipos impositivos el porcentaje de ingresos tributarios respecto al PIB se eleva desde el 17,1% en 2019 al 17,3% en 2020 y el 18,4% en 2021.
Una posible explicación de esta paradoja se encuentra en la dificultad del INE para estimar el crecimiento nominal de la economía. Pero las estadísticas de la AEAT proporcionan principalmente macromagnitudes a precios corrientes. En particular, las declaraciones de IVA presentadas por las empresas a Hacienda proporcionan abrumadora evidencia de que el crecimiento nominal de la economía española en 2021 está en sintonía con la recaudación. El cuadro adjunto resume los resultados.
Los empresarios que declaran por IVA, que saben que el IVA que pagan es la diferencia entre el repercutido en las ventas y el soportado en las compras y que saben también que las exportaciones están exentas y las importaciones sujetas, encontrarán muy familiar la ecuación resumida en el cuadro. Es, en esencia, la agregación de más de un millón de declaraciones presentadas por las grandes empresas (mensuales) y pymes (trimestrales), algunos de cuyos resultados pueden verse en el boletín trimestral de Ventas, Empleo y Salarios en las Grandes Empresas y Pymes (VESGEP) de la AEAT.
Los crecimientos de dos dígitos de las importaciones y las exportaciones en 2021 no sorprenderán a nadie, ya que son incluso inferiores a los que publica la Contabilidad Nacional (basados en otra estadística de la AEAT: la del Comercio Exterior de Aduanas). Pero el crecimiento del 18% en la Base Agregada del IVA casi triplica el nominal del PIB y todavía más el del consumo final, cifrado por la CN revisada ayer en un 5,4%. Además, se supera ligeramente el nivel de 2019.
En resumen, la información de la AEAT no sólo documenta un extraordinario dinamismo de los impuestos recaudados en 2021, sino también de las bases imponibles declaradas por las empresas y hogares. La Base Imponible Consolidada del Impuesto de Sociedades crece un 34% en los tres primeros trimestres de 2021 y la suma de las bases de todos los impuestos un 12% en el mismo periodo como se destacaba en una Nota anterior (los ingresos tributarios de octubre y el realismo del escenario macro, de 29 de noviembre). La base de datos que acompaña a los Informes Mensuales de Recaudación (que se cita como fuente de los datos del Cuadro) contiene las series trimestrales más importantes que se deducen de las declaraciones de los contribuyentes y sorprenderá, por su detalle y por la longitud de las series, a los lectores interesados en la coyuntura declarada.