La Comisión Europea optará este miércoles, salvo sorpresa de última hora, por no congelar a España los 1.200 millones de fondos estructurales, a pesar de haber incumplido los objetivos de déficit el año pasado. Bruselas tomará su decisión sobre la base de que el Gobierno ha tomado medidas efectivas para corregir la senda presupuestaria pactada, según ha podido saber eldiario.es. De esta forma, tiene en cuenta la opinión del Parlamento Europeo, que siempre se ha opuesto a ello.
El Ejecutivo comunitario ya decidió en julio cancelar la multa a España, alegando que “los ciudadanos que han hecho sacrificios en los últimos años no habrían comprendido” la sanción y que ésta no era la mejor opción “en un momento en que los ciudadanos dudan de Europa”. El comisario de Economía, Pierre Moscovici, se impuso así al ala dura de la Comisión, que pretendía imponer un castigo aunque fuera simbólico. El ministro de finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, también contribuyó a ello, llamando a varios comisarios para pedirles que votaran en contra de la multa.
No obstante, Bruselas debía decidir aún sobre la congelación de los fondos estructurales. En mayo, llegó a la conclusión de que el Gobierno no había tomado medidas efectivas para corregir el déficit y según una modificación que se hizo en 2013 de las normas comunitarias, esta constatación puede ir acompañada de la reducción de las ayudas que la UE da a los Estados miembros. Algunos comisarios, como Jyrki Katainen o Valdis Dombrovskis confiaban en poder implantar su visión en esta segunda fase, convencidos de que el Pacto de Estabilidad debe cumplirse para que siga teniendo sentido.
Pero en agosto, la Comisión aceptó escuchar al Parlamento Europeo. La mayoría de grupos políticos se opuso a la congelación de los fondo, porque no están conformes con condicionar los fondos a la aplicación de medidas para corregir el déficit. Incluso el ministro de Economía, Luis de Guindos, acudió al Parlamento la semana pasada para evitar la sanción. “Una suspensión de este tipo tendría un efecto desmoralizador para la población española”, dijo.
A pesar de esta decisión que se espera que tome mañana, la Comisión Europa aun está a la espera de que el Gobierno le presente unos nuevos presupuestos para 2017, dado que ahora ya tiene plenos poderes para enviar unas cuentas, acorde a lo pactado con Bruselas. España debe cerrar este año con un desfase de 4.6% del PIB y el siguiente, del 3,1%, lo que, según los cálculos de Guindos, supondrá un recorte de 5.500 millones en el próximo ejercicio.