España cumpliría sus objetivos de instalación de energía solar para 2030 si se pusiera en marcha el 24% de la potencia que se ha anunciado, según un informe de Global Energy Monitor (GEM) presentado este miércoles que insta a “fomentar más” el autoconsumo y desplegar “de forma sensata y oportuna” los proyectos eólicos o solares anunciados o en fase de preconstrucción.
GEM, organización sin ánimo de lucro que elabora y comparte información para respaldar el movimiento mundial en favor de las energías limpias, recuerda que en mayo España tenía ya 29,5 gigavatios (GW) de energía solar instalados y 7,8 GW en construcción, es decir, el 60% del objetivo del Gobierno de contar en 2030 con 57 GW de energía fotovoltaica (sin contar autoconsumo) y 5 GW de termosolar.
“Con 106,1 GW adicionales de proyectos solares a escala comercial anunciados o en fase de preconstrucción, España podría alcanzar su objetivo solar para 2030 poniendo en marcha menos de una cuarta parte de estas propuestas existentes (24,7 GW) en los seis próximos años”, dice el informe.
GEM destaca que “España brilla como líder europeo en energía solar a escala comercial”. Tiene más capacidad en funcionamiento que ningún otro país de la UE y “más capacidad en construcción (7,8 GW) y en etapas tempranas de desarrollo (106,1 GW) que los tres siguientes Estados europeos juntos”.
Sin embargo, el país “necesita acelerar el ritmo para cumplir los objetivos de renovables para 2030”. La actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) plantea contar con 62 GW de energía eólica y 81 GW solares (incluyendo 19 GW de autoconsumo) cuando acabe esta década. Como “obstáculos” para lograrlo, el informe destaca los cuellos de botella en los permisos de construcción, un “crecimiento anémico de la energía solar en los tejados y limitaciones de infraestructuras que impiden la demanda”.
Sin embargo, “con la combinación adecuada de estrategias políticas en los próximos años”, el país “tiene posibilidades realistas de satisfacer los objetivos de energías renovables para 2030 ratificados en la COP28”.
GEM apuesta por “fomentar más la energía solar a pequeña escala, poner en marcha de forma sensata y oportuna las propuestas eólicas y solares a escala comercial existentes, así como continuar investigando la energía eólica marina y las medidas para incrementar la demanda y evitar el exceso de oferta”.
Pese al repunte de nuevos proyectos solares, “el protagonismo inicial de España como líder en energía eólica ha decaído”, aunque sigue ocupando el tercer puesto entre los países europeos en capacidad eólica operativa (29,5 GW) y el sexto en capacidad prospectiva (41,8 GW).
Con 1,7 GW eólicos en construcción, España “ya ha alcanzado más de la mitad de su objetivo nacional de 62 GW para 2030”. Pero para lograr los restantes 30,8 GW, necesita construir el 77% de los 40 GW de parques eólicos a escala comercial actualmente “anunciados” o “en preconstrucción”. Para ello, “habrá que multiplicar casi por cinco el ritmo de las nuevas puestas en marcha en los seis próximos años”.
“Rezagado” en autoconsumo
El informe ve “difícil” pasar de los 7 GW de autoconsumo instalados al cierre de 2023 a los 19 GW que aspira a alcanzar el PNIEC para 2030: “Habrá que revertir la reciente disminución de paneles solares en tejados y volver a apostar por los incentivos”, como el 0% de IVA que ha reclamado la patronal UNEF, “inspirado en el éxito de medidas parecidas en Alemania y el Reino Unido”, tras el fin de las ayudas del Plan de Recuperación.
El informe destaca que en autoconsumo el país “se ha quedado muy rezagado con respecto a otros” y lo achaca al denominado impuesto al sol del PP, eliminado en 2018. “Comparando las cifras de GEM a escala comercial con las cifras totales de energía solar de IRENA [la Agencia Internacional de Energías Renovables], se observa que solo el 5% de la capacidad solar de España corresponde a instalaciones a pequeña escala y en tejados residenciales, frente al 62% en Europa”. Esta solución energética, recuerda la ONG, “además de democratizar el acceso a la energía, ayuda a aliviar los cuellos de botella de la red y evita que los terrenos agrícolas y los campos verdes se conviertan en huertos solares”.
El informe destaca que más del 90% de los posibles proyectos de energías renovables a escala comercial de España aún no han alcanzado la fase de construcción. “En la mayoría de casos, todavía se están solicitando los permisos o acaban de anunciarse” y “es posible que una cantidad significativa de proyectos en estas etapas iniciales no lleguen a materializarse nunca”.
Hay varios motivos. En primer lugar, por el posible impacto ambiental, sobre la agricultura y el uso tradicional de la tierra, que “ha dado lugar a evaluaciones de impacto ambiental desfavorables, protestas de los ciudadanos y demandas judiciales que han frenado o llevado a la cancelación de muchos proyectos”.
“La oposición a los grandes proyectos de renovables es especialmente acusada en Galicia, Aragón y Cataluña, donde la generación de energía basada en renovables creció solo un 2,2% en 2023, en comparación con un 15,1% a nivel nacional”.
Además, hay proyectos que se solapan sobre un mismo terreno en las zonas de mayor potencial, y “el reciente exceso de propuestas de energías renovables ha empeorado los retrasos en el ya lento proceso de concesión de permisos existente en España, que puede llevar hasta cinco años. Esto quiere decir que algunos de los proyectos que figuran actualmente en la base de datos de GEM, aunque se aprueben, no podrán ponerse en marcha antes de 2030”.
Otros dos factores que “dificultan el lanzamiento de nuevos proyectos” son “la escasa demanda de electricidad y la inadecuación de las infraestructuras”.
GEM es una organización con sede en San Francisco que tiene por objeto elaborar una guía abierta del sistema energético mundial. Sus datos son utilizados por organismos internacionales como el Departamento del Tesoro de EEUU, el Banco Mundial, el IPCC, el PNUMA o las universidades de Harvard u Oxford.