Mientras las primas de riesgos se desbocaban y la austeridad y los recortes se extendían, el riesgo de exclusión social ha crecido en los últimos años, Un informe de Eurostat, la oficina estadística europea, alerta ahora sobre el riesgo de pobreza entre niños y adolescentes, que llega ya al 27% de los menores de 18 años que viven en la Unión Europea. España está por encima de esa cifra: en el 30,6%, un nivel parecido al de Grecia, Italia o Lituania, y que ha crecido cuatro puntos desde 2007, cuando era del 26,4%
El informe señala varios factores que influyen en el riesgo de pobreza. Es el caso de del nivel educativo de los padres: a más estudios, menos riesgo de caer en la exclusión. Casi la mitad de los niños que viven en familias cuyos miembros tienen un nivel muy bajo están en riesgo de pobreza (en línea con los datos españoles). Esta cifra se reduce hasta el 22% en el caso de los hijos con padres con estudios medios, y es solo del 7% en los niños con progenitores que tiene educación superior.
El país donde esta diferencia es más acusada es Rumanía, donde el 78% de los niños con hogares donde el nivel educativo es bajo vive en riesgo de exclusión comparado con el 2% cuyos padres tienen estudios elevados. República Checa, Eslovaquia, Bulgaria y Hungría también tienen brechas muy grandes. Por el contrario, Dinamarca y Finlandia tienen las diferencias más estrechas. En España, la mitad de los niños con uno de sus padres extranjeros corren riesgo de exclusión.
“El riesgo de los ñiños tiene que ver con la propia situación de los padres, no hay niños ricos en hogares pobres”, dice Carlos Susías, presidente de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en España (EAPN), que destaca la importancia de intervenir desde la educación temprana para “evitar la transmisión temprana de la pobreza”. “En el caso de los niños hay dos problemas, el inmediato por su situación actual y el problema que probablemente tengan como adultos si no se ataja su situación pronto. Por eso, hacen falta medidas concretas dirigidas a la infancia, desde los primeres niveles educativos, pero también sobre su socialización o el apoyo a su entorno”, afirma Susías.
Otro de los factores que aumentan el peligro de que los niños caigan en la pobreza en la mayoría de estados miembros es que uno de sus progenitores haya nacido en un país diferente del que residen. El 32% de los niños con al menos un padre extranjero está en riesgo de exclusión frente al 18% de los niños cuyos dos padres son nativos del país en el que residen.
Los países con niveles más grandes de riesgo de pobreza infantil son Bulgaria, Letonia y Hungría, del 51,8% en el primero de los casos. En el lado opuesto, Noruega, Suecia, Dinamarca y Finlandia, que tienen las tasas más bajas.