España propone a sus socios europeos que igual que se ha cerrado el espacio aéreo a los vuelos, aterrizajes y despegues de aeronaves rusas, se lleve a cabo una medida similar con sus barcos y operaciones marítimas.
La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha explicado en una entrevista en TVE que se trata de una iniciativa del Gobierno español que buscará aprobar por unanimidad en el conjunto de la Unión Europea
Medidas sobre la mesa
“Estamos proponiendo una serie de medidas que van desde la prohibición y exportación de buques, la prohibición de avituallamiento y también de suministro a los buques de bandera rusa”, ha enumerado Sánchez.
“Otra prohibición más, que yo creo que sería la más efectiva, es la de prohibir atracar a buques de bandera rusa en puertos españoles”. También “a aquellos que, sin tener bandera rusa, tengan capital ruso, eso supone una mayor complejidad para comprobar esa existencia pero estamos llegando a ese extremo”, ha ahondado.
Más allá, “en cuanto a la prohibición de tránsito por aguas españolas también es una de las medidas que se propone, es más compleja, evidentemente porque eso supone que tengamos que hacer una suspensión de ciertos tratados internacionales, pero también está encima de la mesa”, ha argumentado la ministra.
“Lo mejor es que se aprueben por el conjunto de la Unión Europea, con un objetivo común que esta invasión, esta locura del señor Putin”, ha concluido Raquel Sánchez.
Pequeño impacto de las sanciones a las aerolíneas
Las nuevas medidas para el transporte terrestre se analizan horas después de que la Unión Europea haya cerrado su espacio aéreo a los vuelos rusos.
En este caso, la ministra Raquel Sánchez, ha reconocido que, en el caso de España, el impacto es limitado.
En concreto, afecta a “15 operaciones entre ambos países en fin de semana y, entre semana, a cinco operaciones”, ha indicado. “Pero sumadas a las restricciones va a suponer una prohibición determinante”, ha matizado Sánchez.
En cuanto a la posibilidad de sanciones por parte rusa, ha asumido que “desde luego que habrá reciprocidad y, obviamente, preocupa pero lo que más preocupa es el conflicto”.