España ratifica el Convenio 189 de la OIT que amplía los derechos laborales de las trabajadoras del hogar
Día grande para las trabajadoras del hogar. Una década después, España ratifica el Convenio 189 de la OIT que amplía derechos laborales de este colectivo de empleadas, compuesto por unas 600.000 personas. La inmensa mayoría, mujeres y muchas de ellas, migrantes. Este convenio internacional de la Organización Internacional del Trabajo, del año 2011, ha sido la reivindicación constante y prioritaria de las trabajadores del hogar en la última década en España por lo que implica de equiparación de derechos laborales y de protección social con otros empleados. Sobre todo, porque obliga a la protección por desempleo, una de las mayores batallas de estas trabajadoras, la única profesión excluida del derecho al paro. Una exclusión que es discriminatoria, como reconoció en febrero la justicia europea.
Todos los grupos políticos han apoyado la ratificación del Convenio 189, como han explicado los portavoces en sus intervenciones durante la tarde, aunque ha habido una abstención. Con 331 votos a favor, el respaldo del Parlamento ha sido celebrado por un largo aplauso.
Desde la tribuna de invitados del Congreso, un grupo de representantes de trabajadoras del hogar asistía este jueves a las intervenciones y a la votación del convenio en el Pleno. Mientras, el resto de compañeras se congregaba a las puertas del Parlamento, donde estaba convocada una concentración junto a asociaciones feministas, que también han defendido la lucha histórica contra la discriminación de este colectivo de mujeres. Para la Asamblea Feminista por un Empleo de Hogar con Derechos, la ratificación es una “victoria histórica, fruto de los esfuerzos y movilizaciones de multitud de colectivos en los últimos años”.
La ratificación del Convenio 189 de la OIT es un paso que se ha prometido muchas veces en el pasado, pero nunca cumplido. En varias proposiciones no de ley, posturas del Parlamento sin efecto legislativo, la mayoría política se había mostrado a favor de que España se sumara a este convenio internacional, pero al final nunca se había convertido en ley para desánimo de estas empleadas. Ni ningún Gobierno lo había llevado al Congreso. Hasta ahora.
El Ejecutivo de coalición de PSOE y Unidas Podemos dio el paso en el Consejo de Ministros del pasado 5 de abril, con el envío a las Cortes de la propuesta de ratificación del convenio. “Es una cuestión de justicia, y algo más: el cumplimiento de nuestros compromisos y la confirmación de que el camino de los derechos laborales, emprendido por este Gobierno, ya nunca más dejará atrás a las trabajadora del hogar”, afirmó la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz después de dar la luz verde.
La firma del Convenio 189 es un compromiso de legislatura de la coalición de gobierno. España ahora inicia un periodo de transición en el que deberá legislar para cumplir con lo suscrito. En este punto ponían el acepto los grupos políticos y los colectivos de trabajadoras del hogar este viernes. Firmar el tratado solo es el primer paso, pero hay que plasmar los derechos en el marco jurídico para las mejoras lleguen a la práctica, a los hogares donde trabajan estas mujeres.
La normativa internacional exige, por ejemplo, tomar medidas para “la eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación” y que “los trabajadores domésticos disfruten de condiciones no menos favorables que las condiciones aplicables a los trabajadores en general con respecto a la protección de la seguridad social”, entre otras.
Poco antes de que la justicia europea fallara que la negativa del paro discriminaba al colectivo de manera indirecta como mujeres, Margarita y otras trabajadoras contaban en este especial algunas de las principales carencias del oficio, que las aboca a situaciones de gran precariedad.
El Ministerio de Trabajo ya regula el paro
Aunque el Parlamento da luz verde este 9 de junio a la ratificación del convenio internacional, el Ministerio de Trabajo ya está inmerso en la regulación del derecho a paro de las empleadas del hogar. Estaba prevista para este mandato, pero la normativa se ha acelerado después de la condena del TJUE a España.
La regulación de hecho ha iniciado ya una cuenta atrás, con el aviso de la vicepresidenta Yolanda Díaz de que su Ministerio presentará el texto legislativo “en los próximos días”, apuntó la semana pasada. Este martes, Díaz se reunió con colectivos de empleadas del hogar, que habían pedido un encuentro con la responsable de Trabajo para comunicarle sus reivindicaciones respecto a la regulación del paro y otras reivindicaciones ligadas al Convenio 189.
La vicepresidenta segunda ha adelantado además que el real decreto con el derecho al paro para estas trabajadoras también incluirá más “extensión de sus derechos”, como una reforma del despido. En este sentido, bajo el foco está la figura del despido por “desistimiento”, por el que los hogares pueden echar a las trabajadoras domésticas sin alegar causa alguna y con una indemnización más barata.
Los diputados que han intervenido en el Pleno antes de la votación han reconocido la lucha de años de las trabajadoras del hogar, mujeres y en muchos casos muy precarias. Siempre repitiendo un número, una y otra vez: 189, 189, 189. Un número que se convirtió en símbolo en la lucha de sus derechos laborales y sociales, con protestas en todos los formatos. Desde grabar discos con canciones reivindicativas, llevar escobillas de váter a los diputados o vestir con delantales estatuas en las principales ciudades de las cuidades. Todo para intentar llamar la atención, el foco de los medios de comunicación, sobre las condiciones y la falta de derechos en un trabajo que “sigue siendo infravalorado e invisible”, como recuerda el preámbulo del convenio internacional. “hoy hemos vencido”, decían tras la votación enTerritorio Doméstico, una de las asociaciones históricas de Madrid.
La Asamblea Feminista por un Empleo de Hogar con Derechos, un espacio de coordinación de colectivos de trabajadoras domésticas y asociaciones feministas, haa difundido un documento con once reivindicaciones a raíz de la ratificación. Entre ellas, la “incorporación plena en el Régimen General de la Seguridad Social, eliminando el sistema especial” de las empleadas del hogar, la “eliminación de la figura del desistimiento”, “medidas específicas para garantizar inspecciones de trabajo eficaces”, el “fortalecimiento de las políticas públicas de cuidados y apoyo a las familias con rentas más bajas”, y la “puesta en marcha de la Regularización Extraordinaria de las personas migrantes que están en España” a través de una ILP, entre otras.
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