Quieren trabajar más, pero no pueden. España es el segundo país de la OCDE, también llamado el 'Club de los países ricos', con mayor tasa de trabajadores subempleados. La organización internacional califica como tal a los asalariados a tiempo parcial que desean trabajar más horas de las que figuran en sus contratos o que declaran tener esa jornada reducida porque no han encontrado un trabajo a tiempo completo. La media de subempleo de la OCDE se sitúa en el 5,4% del total de asalariados, pero encabezando la lista se encuentran a mucha distancia Italia, con un 12,2%, España (11,6%) y Australia (10,9%).
Los datos proceden del último informe del organismo Perspectivas del empleo de la OCDE 2019, que se presenta este jueves y que se centra en el tema del “futuro del trabajo”. El estudio aborda el riesgo de automatización de puestos de trabajo por la extensión de las nuevas tecnologías en sus países miembro, pero también otras cuestiones menos abordadas como los cambios en la estabilidad del empleo, el subempleo y el peso de los trabajos “bien pagados” en el mercado laboral.
Sobre el subempleo, el estudio apunta que la incidencia de esta expresión de precariedad ha aumentado en muchos países en la última década y, aunque en parte de explica por el ciclo económico, la OCDE subraya que también está relacionada con “cambios estructurales en el mercado de trabajo”. Entre ellos, el mayor peso del sector servicios, de las ocupaciones que requieren una cualificación baja y las formas atípicas de trabajo, como las jornadas a tiempo parcial y sin una garantía mínima de horas en el contrato.
La OCDE destaca que los trabajadores subempleados se encuentran en desventaja en el mercado de trabajo, ya que “tienden a recibir salarios por hora más bajos y experimentan peores condiciones de trabajo que los empleados en situación similar que trabajan a tiempo completo o con un contrato a tiempo parcial voluntario”.
El informe reúne las tasas de subempleo –trabajadores a tiempo parcial subempleados sobre el total de empleados– de 33 estados miembro de la OCDE y Colombia desde 2006 a 2017. La organización subraya que, aunque se observan aumentos en la mayoría de países, los más afectados son aquellos que más fueron golpeados por la crisis económica.
La tasa de subempleo media de los países analizados era del 5,4% en 2017, mientras que una década antes el dato era del 4,3%, lo que supone un aumento de 1,1 puntos porcentuales. La mayoría de estados se encuentran cerca de esa evolución en ese periodo, excepto cuatro países en los que el crecimiento del subempleo ha sido mucho mayor: Italia e Irlanda (+6,6 puntos porcentuales), Grecia (+6,1%) y España (+5,5%). El resultado en 2017 dibuja que los tres países mencionados con mayor tasa de subempleo han alcanzado porcentajes superiores al 10%.
Precarización ligada a “cambios estructurales”
Aunque los países más tocados por la crisis son los que han registrado un mayor crecimiento del subempleo, la OCDE llama la atención sobre que estas tasas de precariedad también se mantienen por encima de los niveles precrisis en varios países que llevan mucho tiempo en la senda de la recuperación o solo fueron afectados marginalmente por la recesión “(por ejemplo Australia, Francia, Países Bajos, Reino Unido y Estados Unidos)”.
Este hecho, contempla el informe, sugiere al organismo que el aumento del subempleo también está ligado a cambios estructurales del mercado de trabajo. El principal: “el crecimiento lento pero constante del sector de servicios”. El estudio recuerda que el subempleo en varias áreas del sector servicios es superior al de la industria, como por ejemplo en las ocupaciones de “Servicios de alojamiento y comida”, con una tasa del 12,2% en 2017, frente al 1,8% de trabajadores subempleados en ese año en la “Industria manufacturera”.
Debido a estos “cambios estructurales”, la OCDE estima que “es probable que el subempleo continúe afectando a un número significativo (y posiblemente creciente) de trabajadores” en el futuro.
Los jóvenes y las mujeres, los más afectados
Dentro de los trabajadores afectados por el subempleo, el organismo pone el foco sobre varios grupos especialmente vulnerables a esta carencia de trabajo. Los jóvenes (entre 15 y 29 años) son uno de ellos y, en este caso, España destaca como el país en el que más ha crecido la tasa de subempleo en este grupo de edad entre 2006 y 2017, con un aumento de 14,4 puntos porcentuales.
Además, las mujeres alcanzan niveles de subempleo muy superiores a los hombres. Aunque en la década analizada las tasas de ambos sexos aumentan alrededor de un punto porcentual, las mujeres partían de una tasa mucho más elevada. En 2017, el porcentaje de asalariadas subempleadas era del 8%, mientras que la tasa masculina se situaba en el 3,2%.
Entre el resto de cuestiones del estudio Perspectivas del empleo de la OCDE 2019 en las que destaca España, la OCDE advierte de la alta temporalidad del mercado de trabajo español, con un 26,5% de empleados con contratos temporales sobre el total de asalariados, solo por detrás de Chile (27,7%). También llama la atención sobre la situación del país como uno de los estados donde más puestos de trabajo corren un riesgo alto de automatización, de sustución de los trabajadores por la tecnología: 21,7% frente al 14% de media en la OCDE. Además, la OCDE subraya también que los jóvenes españoles enfrentan serias dificultades, como el riesgo de recibir un salario bajo pese a tener una alta cualificación “del 44%, 20 puntos porcentuales más alta que en 2006”.