Los españoles vuelven a batir su propio récord de consumo de cerveza en 2019
Desde que empezaron a vislumbrarse los famosos “brotes verdes” tras la crisis, el consumo de cerveza no ha dejado de crecer año a año en España. 2018 marcó un nuevo récord con 3.831 millones de litros consumidos, un 1% más que el año anterior (3.792 litros) y un 18% más que en 2008, una década antes. El dato de 2019 aún no está cerrado, pero el avance de recaudación de la Agencia Tributaria ya deja ver que, un año más, los españoles batirán su propia marca de consumo.
Entre enero y noviembre de 2019, Hacienda recaudó 307 millones de euros por impuestos especiales sobre la cerveza. Este dato solo tiene en cuenta la cerveza con alcohol que se ha vendido en nuestro país, no la que se ha exportado ni la que se ha producido pero aún está en el almacén. Tampoco la cerveza sin alcohol, producto en el que somos líderes en Europa. Hacienda recaudó un 3,3% menos en el mismo período del año anterior (297 millones de euros). Solo si este diciembre disminuyera de forma drástica el consumo y el fisco recaudara 13 millones de euros o menos se igualaría la cifra final de 2018. Pero ningún mes de diciembre desde 2008 ha sucedido algo así: habitualmente se recaudan más de veinte millones este mes.
La cerveza es una bebida “muy transversal”, asegura Jacobo Olalla, director general de Cerveceros de España, que agrupa a los principales productores. “La consumen todas las clases sociales. Es muy cotidiana y está integrada en nuestros hábitos, así que a poco que empiece a haber nubarrones en la economía se ve afectada”, indica. La organización presenta anualmente un informe junto al Ministerio de Agricultura en el que mide los millones de hectolitros consumidos, un dato al que Olalla prefiere esperar para valorar las cifras de 2019.
“Este verano ha sido raro por la caída del turismo inglés y alemán”, dice. “Y el Brexit no es buena noticia”. En efecto, hostelería, turismo y cerveza van de la mano en España y en 2019 se escucharon tambores de crisis en los destinos de sol y playa (Baleares y Canarias) debido a la competencia de otros más baratos, como Egipto, Túnez, Marruecos y Turquía, que se recuperaban tras años afectados por los ataques terroristas. La quiebra de Thomas Cook tampoco ayuda. Pero los últimos datos del Gobierno indican que el turismo extranjero y su gasto siguen al alza: hasta octubre de 2019 el gasto se incrementó un 3% y el Ministerio de Industria espera cerrar el año con 83,4 millones de visitantes, un 0,7% más que el año anterior.
La bajada de turistas de Reino Unido y Alemania compensa con el incremento de estadounidenses y asiáticos.
El envejecimiento de la población y sus nuevos hábitos, que han hecho descender hasta un 17% el consumo de alcohol destilado, no tendrían por qué influir en el aumento del consumo de cerveza, considera Olalla.
“Nuestra competencia no es la bebida espirituosa. No estamos en la noche, son momentos de consumo distintos. Estamos todo el día, de lunes a domingo, del aperitivo a la cena. Cuando dudas si tomar una cerveza, dudas entre cerveza, vino o refresco”, dice. “Según los estudios, el destilado es solo el 12% de nuestra competencia. Y del vino también somos un complemento, porque a veces empiezas con cañas antes de pasarte a vinos”.
Lo que sí afectaría al sector sería una nueva crisis, o los “rumores” de ella. “Ni siquiera nos hace falta una crisis real para que la gente renuncie a tomarse una cerveza en un bar y se la tome en casa, dejando mucho menos margen”, concluye. “Hay casi 300.000 bares en España y muchos dependen de la cerveza porque les avanzamos la financiación y les dejamos más margen que otras bebidas. Que la gente se la tome en casa o en el bar no es un asunto baladí”.
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