Se confirma el cambio estructural en el suministro de crudo a España. Estados Unidos se convirtió en 2023 por primera vez en la historia en el primer proveedor de petróleo del país, tal y como confirman los datos publicados este lunes por la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores).
El resumen de las importaciones de crudo por países de 2023 refleja que el año pasado los envíos de petróleo desde EEUU hasta España se dispararon un 31,2%, hasta alcanzar un nuevo récord de 8,71 millones de toneladas.
Esto se ha traducido en una cuota del 14,1% del petróleo estadounidense en la cesta de proveedores de España, por delante de las de México (11,4%), Brasil (10,8%) y Nigeria (10,4%), como puede verse en el siguiente gráfico:
EEUU ha desbancado así a Nigeria, el primer productor de crudo de África y el octavo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Nigeria, un proveedor histórico desde hace medio siglo (solo superado por Arabia Saudí y México), había sido el mayor suministrador de España durante cinco años consecutivos: desde 2018, cuando superó a México, hasta 2022.
El año pasado se consumó el sorpasso estadounidense, después de que en 2022, y como consecuencia del embargo europeo al petróleo ruso en respuesta a la invasión de Ucrania, las importaciones de crudo estadounidense ya se multiplicaran por 2,6. Con ello, este país se convirtió entonces en el segundo proveedor de España, con una cuota del 10,4%, solo superado por el país africano, que ese año alcanzó el 12,8%.
En 2023, España dejó de importar petróleo ruso por primera vez desde 1970. No hace mucho, Rusia llegó a ser el principal proveedor de crudo del país. Fue en 2006-2007, en vísperas del frustrado asalto de Lukoil al capital de Repsol en 2008, cuando esta empresa rusa aspiró a comprar el 30% de la primera petrolera española.
EEUU ha alcanzado este liderato en un lapso de tiempo muy breve. Hasta 2015, España no había importado un solo barril de crudo de Estados Unidos, que se convirtió en exportador neto de petróleo por primera vez en cuatro décadas en 2019. Ese año, y gracias al boom del denominado fracking, los yacimientos de petróleo no convencional o shale oil, EEUU superó por primera vez a Arabia Saudí como mayor exportador de crudo del planeta.
En diciembre, España importó 25 tipos de crudo originarios de 14 países. Durante el último mes de 2023, EEUU volvió a ser el principal suministrador, tras aumentar los envíos un 148% respecto al mismo mes de 2022. Esta ha sido la tónica en los últimos meses. En julio, el crudo de EEUU llegó a copar el 16,7% de las importaciones de España.
Y desde entonces, solo en octubre llegó a situarse en primera posición Brasil. Allí Repsol es uno de los mayores productores de crudo y gas, a través de la alianza que la compañía que pilota Josu Jon Imaz tiene en el gigante suramericano con el gigante chino Sinopec. En 2023 las importaciones de crudo brasileño hacia España se dispararon un 22,7%, hasta un nuevo récord de 6,34 millones de toneladas.
Por su parte, las importaciones de crudo de los miembros de la OPEP, el cártel que lidera Arabia Saudí, volvieron a retroceder en 2023, con un descenso del 13,4%, Representaron el 43,7% del total, frente al 48,8% de 2022. Lejos queda ya el 60,9% que todavía alcanzaban en 2019.
No obstante, el grupo de países OPEP sigue siendo clave en el suministro a España. Destacan, además de Nigeria, Libia (7,1% del total de importaciones en 2023), Angola (6,8%), Arabia Saudí (6,7%), Irak (5,1%) y Argelia (4%). También Venezuela, que en 2023 aportó el 2,3% de las importaciones y registró el mayor incremento interanual, del 91,3%. Sin embargo, sus envíos siguen muy por debajo de los niveles de hace veinte años.
Por áreas geográficas, América del Norte destaca como la principal zona de abastecimiento en 2023, con el 30,3% del total, seis puntos más que un año antes. A continuación figura América Central y del Sur, con un 16,5%, tras repuntar los envíos un 24,7% en el último ejercicio. Oriente Medio aportó un 11,7% del crudo importado por España, tras una caída cercana al 30% en un año.
Estados Unidos es también desde fechas recientes un proveedor muy destacado de gas de España, a través de los envíos de gas natural licuado (GNL) mediante barcos que se reciben en la potente red de regasificadoras españolas, la mayor de Europa.
En este caso, y según datos de Enagás, gestor técnico del sistema gasista, en 2023 EEUU ocupó la segunda posición en la cesta de proveedores, con un 21,1%. Solo por detrás de Argelia (29,2%) y por delante de Rusia (18,3%), cuyo GNL se ha quedado fuera de las sanciones de Bruselas por la agresión a Ucrania.
Descenso de las importaciones
Los datos publicados este lunes por Cores reflejan que en 2023 las importaciones de crudo a España descendieron un 3,3%, hasta 61.559 miles de toneladas. El consumo se aleja así de los niveles prepandemia, los 66,3 millones de toneladas de 2019. El máximo se alcanzó en 2018, con 67,5 millones de toneladas.
En 2022, los productos petrolíferos volvieron a copar por primera vez en una década casi el 70% de la demanda total de energía (para transporte, producción de electricidad, industria…) de España, un país que no produce petróleo ni gas. Ese repunte del peso de los hidrocarburos, que ilustra la dificultad de desengancharse del petróleo y el gas, se produjo coincidiendo con el derrumbe de la producción hidroeléctrica.
Es esperable que la cuota de los combustibles fósiles en el consumo de energía primaria haya caído en 2023, que fue un año histórico de la producción de electricidad con renovables, al cubrir las energías limpias por primera vez en la historia más de la mitad del consumo de luz.