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El Estatuto del Becario peligra por las resistencias de los socios del Gobierno, las universidades y centros privados

Un aula universitaria en una imagen de archivo.

Laura Olías

14 de diciembre de 2022 23:00 h

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El Estatuto del Becario se encuentra en una compleja encrucijada, con varios actores clave encontrados, que hace peligrar la norma. Por un lado, los sindicatos presionan para que se apruebe el borrador que ultimaron con Trabajo en octubre, un texto que consideran un “acuerdo” y que exigen que se cumpla. Por otro, los empresarios pidieron la semana pasada varios cambios, mientras las universidades siguen presionando para que las prácticas extracurriculares no se eliminen. A estos, se suma ahora un actor más relevante: varios socios parlamentarios de la coalición se resisten al actual texto del Estatuto, según diversas fuentes del diálogo social.

La regulación en ciernes busca garantizar una mejora de derechos de las personas becarias, con medidas como la compensación de los gastos de transporte o manutención, así como poner más límites a esta figura para acabar con el abuso de falsos becarios. En este último capítulo residen las mayores diferencias con el borrador del Estatuto, especialmente por la supresión de las prácticas extracurriculares.

Mientras Trabajo y los sindicatos defienden su desaparición porque es donde ubican los mayores fraudes, las universidades y los empresarios insisten en que esto restaría oportunidades a los estudiantes, una idea que han suscrito organizaciones estudiantiles universitarias. Tanto el Ministerio de Yolanda Díaz como CCOO y UGT recuerdan que España ya cuenta con contratos laborales de formación para los jóvenes, que son los que se adecúan a estos primeros pasos en el mercado laboral.

Pero hay más diferencias. El líder de CCOO, Unai Sordo, desveló las diferencias en el Parlamento este miércoles, durante un desayuno informativo de Nueva Economía Fórum. “El Gobierno tiene que decidir si la va a sacar adelante. No solo el Gobierno, porque el arco parlamentario destinado a dar cobertura legislativa a esta medida está en posiciones verdaderamente sorprendentes y no digo más de momento”, deslizó.

Varias fuentes del diálogo social apuntan, sobre todo, al rechazo de PNV al actual redactado, pero también indican que existen resistencias en EH Bildu y ERC, todas fuerzas parlamentarias clave para el Ejecutivo en el Congreso.

“Aún estamos en una fase preliminar, pero lo cierto es que nos suscita serias dudas”, reconocen desde el grupo parlamentario del PNV. En EH Bildu y ERC no han respondido a las consultas de elDiario.es en el momento de la publicación de esta información.

“Lobby” universitario y de centros privados

Aunque sin señalar a nadie específicamente, Unai Sordo apuntó este miércoles hacia quienes están influyendo en contra de la norma. “El papel que juegan algunas empresas o universidades respecto al 'lobby' que hacen sobre algunos partidos políticos”, sostuvo el secretario general de CCOO, “a mí me está sorprendiendo”.

Fuentes del diálogo social explican que en el caso del PNV “se ve muy influenciado” por centros de estudios y fundaciones privadas que tienen en las prácticas gran parte de su modelo de negocio. “Mueven muchísimo dinero en Euskadi”. Además están las universidades, férreas opositoras de la norma en sus direcciones, como han dejado claro los rectores a través de la CRUE. Por otro lado, EH Bildu se vería empujado por esta misma situación.

En el caso de ERC, la oposición parte de las instancias universitarias (“también de la Generalitat”) y de los centros educativos privados catalanes, indican estas fuentes. Con la Ley de Ciencia, ERC ya tuvo un viraje inesperado, que se relacionó con el poder de las universidades y otros centros de estudios en Catalunya, que en esa ocasión anuló la medida estrella contra la temporalidad de los investigadores –postura después rectificada en el Congreso–.

En el PNV alegan que están “recibiendo impresiones negativas de universidades tanto públicas como privadas, de entidades y fundaciones, y de los Gobiernos con programas de becas, como es el caso del Gobierno Vasco”. “Asimismo, como firmes defensores de la formación dual que somos, consideramos que la actual propuesta del Estatuto del Becario supondría un golpe duro a la FP Dual. Todo ello nos invita a mantener recelos y esperar al avance de las conversaciones para fijar una posición definitiva”, explican los nacionalistas vascos.

Hay una variable más en la ecuación: las propias becas y prácticas derivadas de instituciones o de las propias administraciones que también se verían limitadas y que en ocasiones son fraudulentas. “¿Qué concepto tienen muchas instituciones no menores de este país a la hora de gestionar sus prácticas y sus becas?”, lanzaba Sordo este miércoles. El secretario general de CCOO señalaba que el problema es que ha habido una utilización “durante demasiados años abusiva” de las becas en sectores que, a su juicio, “se han malacostumbrado”.

La foto completa deja una situación complicada para el Estatuto del Becario, coinciden varias fuentes, que creen posible que la norma “se quede en un cajón”. Los sindicatos insisten en que solo se abrirían a tocar cuestiones menores, como “mejoras técnicas”, ha afirmado el vicesecretario general de UGT, Fernando Luján. “No estamos dispuestos a modificar sustancialmente un acuerdo que pensábamos cerrado”, añadió el pasado viernes. Pero el texto no recaba de momento los apoyos parlamentarios, un factor más relevante que la oposición patronal.

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