Hasta un chef con estrella Michelin: los restaurantes que sostienen el polémico negocio de Glovo y Deliveroo
Son tres eslabones de una cadena y, sin sus extremos, no hay negocio. Las plataformas digitales de reparto como Glovo y Deliveroo están en el medio: facilitan los envíos a domicilio de los establecimientos que recurren a ellas (la mayoría restaurantes) hasta las puertas de los clientes finales. Aunque la Inspección de Trabajo persigue su modelo laboral, con numerosas actas por utilizar mensajeros falsos autónomos, las plataformas siguen funcionando y sumando nuevos clientes. El último más sonado: un restaurante de un chef con una estrella Michelin, Gloria, en Oviedo.
Deliveroo ha celebrado el fichaje de Gloria, del cocinero Nacho Manzano, como “el primer restaurante de un chef con estrella Michelin que se incorpora a la oferta” de la plataforma. Con este nuevo acuerdo comercial, la multinacional británica de repartos –servicio también llamado delivery– apuesta por “ofrecer la mayor selección de comida posible a sus usuarios, incorporando ahora una opción Premium para los usuarios de Oviedo”.
Ante las denuncias sobre la precariedad y el fraude en la contratación de estas plataformas digitales se suele poner el foco sobre el cliente final, sobre el que se descarga el dilema de si es ético o no comprar en empresas con estas políticas laborales dentro de una lógica de consumo responsable.
Menos frecuente es señalar al otro extremo de la cadena de negocio: los restaurantes.
Qué cadenas reparten con Glovo y Deliveroo
Glovo y Deliveroo son las plataformas que cuentan con más sentencias y pronunciamientos conocidos de la Inspección de Trabajo que declaran fraudulento el modelo de contratación de sus repartidores. Aun así, son la herramienta de reparto a domicilio de muchos restaurantes y de grandes cadenas.
Fuentes de Glovo afirman a este medio que “el volumen de comercios asociados en España, actualmente son 11.700”, aunque recuerdan que no todos son restaurantes. En el caso de Deliveroo, desde la empresa sostienen que “trabaja con 6.500 restaurantes en España”.
En algunos casos, los restaurantes no repartían a domicilio hasta que contrataron el servicio de estas apps. Es el caso de McDonald's, que comenzó su servicio de reparto a domicilio McDelivery en 2017 de la mano de Glovo.
El entonces presidente y director general de McDonald's España, Mario Barbosa, subrayó que estaban “muy orgullosos de por fin poderlo hacer realidad en colaboración con Glovo” y explicó que la “apuesta estratégica” respondía a una de las demandas más frecuentes por parte de los consumidores y a la “ambición por facilitar a todo el mundo momentos de disfrute compartidos”.
Desde el año pasado, Glovo dejó de tener la exclusividad de los repartos a domicilio de McDonald's, cuando Uber Eats comenzó también a ofrecer los productos del gigante de las hamburguesas estadounidense. Esta plataforma digital también cuenta con mensajeros autónomos.
Otras cadenas de grandes grupos de restauración, como 100 montaditos y TGB (The Good Burger) –que forman parte del grupo Restalia–, también han confiado en estas plataformas digitales para llevar sus productos a casa de los clientes. “La compañía ha apostado por acuerdos con Glovo y Deliveroo por la capilaridad y el servicio que ofrecen ya, que se ajusta al perfil de nuestros clientes y que en muchos casos son usuarios de estas plataformas”, responden a este medio desde Restalia.
Tanto en 100 montaditos como en TGB los consumidores también pueden pedir comida a domicilio a través de la aplicación Just Eat, que asegura que todos sus repartidores tienen contratos laborales, por cuenta ajena.
Varias marcas del Grupo VIPS, adquirido por Alsea el pasado año, también tienen convenios con estas plataformas digitales: VIPS, Ginos, Fridays, Wagamma reparten a domicilio a través de Glovo y Deliveroo, así como desde Just Eat.
En Grupo Vips explican a eldiario.es: “En la actualidad trabajamos con diferentes compañías para el reparto a domicilio y también contamos con repartidores propios, con el objetivo de ofrecer la mejor cobertura posible y estar allí donde nos lo solicitan nuestros clientes”. Y añaden que “el negocio principal de estas marcas sigue siendo el servicio en sala”.
Otros ejemplos de grandes restaurantes con acuerdos con Glovo y Deliveroo son, por ejemplo, La Tagliatella, que forma parte de Grupo AmRest, el mayor operador de restaurantes en Europa Central y Oriental, y KFC, franquicia de restaurantes de comida rápida especializada en pollo frito.
Fuentes de KFC explican que en la cadena se “trabaja cada día teniendo en cuenta las necesidades de nuestros consumidores quienes, cada vez más, quieren disfrutar de nuestros productos también en sus casas”. Para ofrecer ese servicio, continúan, “a pesar de que actualmente no contamos con repartidores propios, estamos presentes en cuatro de las principales plataformas de reparto de comida a domicilio que nos permiten ofrecer nuestro producto al máximo número de personas a nivel nacional: Glovo, Uber Eats, Just Eat y Restoin”.
Además de los gigantes de la restauración, otros negocios más pequeños recurren a estas plataformas investigadas laboralmente, como es el caso de Gloria en Oviedo. Los directorios de restaurantes de Glovo y de Deliveroo permiten consultar, según la localización del clientes, los establecimientos con los que tienen colaboración y pueden pedir los consumidores.
Silencio sobre los falsos autónomos
Cuando se pregunta a los restaurantes por el modelo laboral de estas plataformas, que al fin y al cabo es el de los mensajeros que transportan sus pedidos hasta donde se encuentran sus consumidores, no hay respuestas.
Todas las cadenas y restaurantes que aparecen en este artículo han sido consultados por este medio. eldiario.es ha preguntado por qué han decidido contratar estas plataformas para llevar sus pedidos a domicilio y si las investigaciones de la Inspección de Trabajo y las sentencias sobre falsos autónomos en Glovo y Deliveroo les han hecho replantearse su colaboración.
“En esta ocasión la compañía declina hacer declaraciones”, afirman desde McDonald's. En Restalia (100 montaditos, TGB) sostienen que el grupo “no hace valoraciones de otras compañías por política de empresa. Nuestro objetivo es dar el mejor servicio a nuestros clientes manteniendo la calidad de nuestros productos a un precio smart cost”.
Por su parte, el grupo propietario de las cadenas VIPS, Ginos y Fridays evita responder directamente a la pregunta sobre falsos autónomos y se limita a afirmar que “desde Alsea velamos por ofrecer un servicio de calidad que cumpla rigurosamente con la legislación”.
Desde la empresa KFC ignoran en su respuesta el tema del modelo laboral de Glovo y Deliveroo y en el caso de La Tagliatella y el restaurante Gloria de Oviedo no han contestado a este medio.
Reparto con una 'app', pero con mensajeros contratados
Otros establecimientos ofrecen su servicio de envíos a domicilio a través de Glovo y Deliveroo para aprovechar su proyección y utilizar la aplicación como otra vía para llegar a más clientes, pero estos negocios de restauración cuentan con sus propios repartidores.
Un ejemplo es Telepizza. “Seguimos una estrategia de venta multicanal con el fin de dar respuesta a las necesidades de todos nuestros clientes”, explican fuentes de la compañía, con una larga tradición en el reparto a domicilio en España. Así, se pueden realizar pedidos “a través del teléfono, app, web e incluso nuevos dispositivos de voice commerce como Amazon y Alexa”.
Los consumidores también pueden pedir comida a Telepizza en Just Eat desde 2016, y en Glovo “desde abril de este año con una experiencia piloto”. “No obstante, aunque los pedidos se realicen a través de Glovo o Just Eat, la entrega de nuestros productos la realizamos a través de nuestra propia flota de repartidores”, empleados de la compañía, subrayan fuentes de Telepizza.
Su caso no es el único. Según explican en Glovo, de los 11.700 establecimientos asociados en España a la app catalana, hay 275 que siguen este modelo de colaboración con sus propios repartidores (entre los que habrá de plantilla y como falso autónomo), lo que denominan “marketplace”. Fuentes de Deliveroo sitúan este negocio con “restaurantes que ya tienen su propia estructura de reparto” en los 600 establecimientos en la actualidad. “Y está previsto superar los 1.000 para finales de año”, apuntan.
También está el caso de la plataforma Just Eat, que no tiene el modelo laboral de autónomos de Glovo, Deliveroo y Uber Eats, y que cuenta con “más de 10.000 restaurantes adheridos” en España. La compañía “trabaja principalmente con restaurantes que tienen sus propios repartidores y, en el caso de los restaurantes que no disponen de servicio de reparto propio, Just Eat les ofrece la posibilidad de gestionar los repartos a través de empresas externas”, explican fuentes de la empresa.
Siempre, destacan en Just Eat, la compañía “exige que las empresas colaboradoras tengan a todos sus trabajadores como empleados por cuenta ajena y que, por tanto, cumplen con la normativa laboral vigente”. Sobre el modelo laboral de Glovo y Deliveroo, fuentes de la empresa afirman que “no entran a valorar el modelo de negocio de otras compañías”, pero sostienen que las recientes sentencias sobre riders en España “indican dudas razonables acerca del modelo por cuenta propia”.
¿Y qué dice la patronal? Hostelería de España –a la que pertenecen muchas de las cadenas que reparten con Glovo y Deliveroo a través de su asociación a 'Marcas de Restauración'– firmó este año con los sindicatos un acuerdo laboral con el que crearon la categoría profesional del repartidor a domicilio, con una mención expresa que incluye a los mensajeros a través de plataformas digitales.
Sin embargo, la asociación empresarial no se posiciona en contra del modelo de autónomos de estas apps. “Si los envíos a domicilio se hacen de manera puntual, no será rentable tener repartidores dados de alta, sino que el empresario recurrirá a realizar los repartos por medio de plataformas con repartidores autónomos”, explican fuentes de la organización.
Las dudas radican en si ese modelo de autónomos respeta la legislación vigente. La discusión sigue abordándose en decenas de juzgados de todo el país, a raíz de denuncias de repartidores individuales –con algunas victorias de Glovo– y de la Seguridad Social, y se ha situado como uno de los temas prioritarios del Gobierno socialista en funciones para la futura revisión de la legislación laboral. Hasta entonces, los riders sin contrato laboral siguen repartiendo como el eslabón más débil de la cadena entre los restaurantes, las plataformas y los clientes.