El Euríbor roza el 4% en mayo y encarece la hipoteca media más de 300 euros al mes
El Euríbor a un año cerró en el 3,86% en mayo y encarece las hipotecas a tipo variable que se revisan en junio cerca de 300 euros cada mes, unos 3.600 euros al año, según el supuesto promedio que recoge el INE de un préstamo de 150.000 euros a 25 años, con un diferencial de un 1 punto sobre este índice de referencia.
También sube el coste de los préstamos nuevos o los que se subrogan, ya sean a tipo variable, a tipo fijo o mixtos, respecto a lo que han ofrecido los bancos en los últimos meses. En mayo de 2022, el Euríbor apenas se había despegado del 0%. Todavía faltaban dos meses para que el Banco Central Europeo (BCE) decidiera comenzar a subir los tipos de interés oficiales en la eurozona para luchar contra la inflación.
Hoy, el índice respecto al que se calculan las cuotas de la mayoría de los préstamos alcanza un máximo de noviembre de 2008, tras protagonizar la mayor escalada de su historia. Y, además, la más rápida.
La agresividad del BCE no tiene precedentes. Y se espera que en la próxima reunión que tiene programada su consejo de gobierno, el 15 de junio, incremente el 'precio' oficial del dinero otros 0,25 puntos, hasta el 4%. Así, completaría un aumento de exactamente 4 puntos en menos de un año.
Y hay que tener en cuenta que las hipotecas que se revisan durante estos meses, ya sufrieron una subida importante en 2022. En junio del año pasado tuvieron que actualizar la cuota con un Euríbor del 0,287%, frente al -0,481% en el que estaba el índice en junio de 2021. 8 décimas de incremento, que fueron creciendo en julio, agosto, julio... y que este 2023 vuelven a soportar otra vuelta de tuerca.
El BCE y del resto de grandes bancos centrales, con la excepción del Banco de Japón, están luchando contra la inflación en dos frentes: con las subidas de los tipos de interés oficiales (su herramienta más visible por su impacto en el encarecimiento de las hipotecas y del resto de préstamos) y con la extinción de las compras de bonos de deuda pública (de los estados) y corporativa (de las empresas) en los mercados, que es otra forma de aumentar los costes de la financiación.
La agresividad del BCE
En un discurso reciente, el propio gobernador del Banco de España y miembro del consejo de gobierno del BCE, Pablo Hernández de Cos, reconoció que “la intensidad y el ritmo de las subidas de los tipos de interés no tienen precedentes [del 0% al 3,75% desde julio de 2022], lo que podría generar efectos no lineales en la economía”.
Pero el empeño final de los bancos centrales es ahogar a la economía para moderar así las subidas de precios. Además de deteriorar la capacidad de consumo y de ahorro de las familias y dificultar que los estados se endeuden para aumentar el gasto público, dañan el margen de las empresas para invertir, crecer y, por tanto, para crear empleo.
Las instituciones que dirigen la política monetaria asumen el riesgo de provocar una recesión económica, porque bajo el análisis de la política monetaria es más peligrosa una inflación durante mucho tiempo, que un periodo de caída de la actividad y de aumento del paro. Los bancos centrales han admitido reiteradamente que no tienen otras herramientas menos dolorosas para contener los precios, pero las dudas sobre este planteamiento se multiplican.
“De cara al futuro, el proceso de endurecimiento de nuestra política monetaria está ya bien avanzado, aunque, con la información de la que disponemos actualmente, nos queda algo de camino por recorrer”, afirmó Hernández de Cos.
“También anticipamos que los tipos de interés tendrán que permanecer en territorio restrictivo por un tiempo prolongado para alcanzar nuestro objetivo [el 2% de inflación] de manera sostenida en el tiempo. En todo caso, en un contexto de tanta incertidumbre como el actual, seguimos subrayando que las decisiones futuras continuarán dependiendo de los datos”, concluyó el gobernador.
Ganan los bancos
La gran beneficiada por las subidas de los tipos y del Euríbor es la banca. Los ingresos por intereses de las entidades de nuestro país se dispararon un 43% entre enero y marzo, respecto al primer trimestre de 2022.
Los bancos ya avisaron en 2022 con el comienzo de las subidas de tipos de interés por parte del BCE que el verdadero impacto en sus cuentas llegaría en 2023. Y así está siendo.
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