La manipulación del Euríbor, un arma para luchar contra los desahucios

El tiempo apremia cuando una orden de embargo llega a manos del dueño de una casa: desde entonces, apenas tiene 10 días para oponerse a la ejecución hipotecaria. El pánico y, en muchos casos, el desconocimiento paralizan a los afectados. Juan Moreno y Francisco Jurado, dos abogados sevillanos vinculados a la plataforma Democracia Real Ya, lo saben y han puesto en marcha la iniciativa Operación Euribor con el objetivo de encontrar un resquicio legal que permita a las personas con problemas económicos evitar la pérdida de su vivienda.

¿Su estrategia? Argumentar que el euribor, el indicador al que está referenciado el cálculo de los intereses de la gran mayoría de las hipotecas y que refleja el tipo de interés al que se prestan los bancos europeos, no es un índice válido porque está manipulado. Y por lo tanto, las cantidades que el banco demanda como deuda no son correctas.

Los fundadores de #opeuribor (etiqueta con la que se está dando a conocer esta iniciativa en las redes sociales) han colgado en su página web (http://opeuribor.es/) toda una batería de documentos tipo que los usuarios pueden descargarse y presentar directamente al juez para que reconsidere sus situación.

Años de ardua investigación

Lejos de cualquier improvisación, su propuesta está basada en un arduo trabajo de investigación que han realizado durante años en torno a la metodología y validez de ese indicador. En la web, junto a los modelos de protesta, se adjuntan todos los justificantes de las pesquisas realizadas. “Lo que queremos es demostrar la razones por las que el cálculo del euribor está viciado, e incluso manipulado como el libor (el euribor inglés) y esto implicaría una irregularidad en el contrato hipotecario y por tanto en las cantidades que el banco dice que se le adeudan”, explica Francisco Jurado.

Todo comenzó hace unos años, cuando Juan Moreno abordó la defensa de unos clientes que no estaban de acuerdo con las deudas que les reclamaba su banco. Así empezó a investigar cómo se calculaba la cuantía y se topó con alguna sorpresa. Había días en los que el cálculo del Mibor (índice de referencia al que se prestaban los bancos españoles) quedaba en blanco debido a la ausencia de operaciones de préstamos. Casualmente, esos días el euribor repetía la cotización del día anterior. Entonces surgió la curiosidad. ¿Cómo se calcula el euribor? Moreno y Jurado han llamado a la puertas de los bancos españoles, del Banco de España, de la Federación de Banca Europea... la falta de transparencia ha reinado en todos esos encuentros.

Hipotecas ligadas al resultado de una encuesta privada

Del índice económico más familiar entre los españoles consiguieron descubrir que es el resultado de una encuesta entre 44 bancos internacionales, cuyo resultado publica todos los días a las 11 de la mañana la agencia de noticias Thomson Reuters. Nadie les ha dado más información acerca de a qué operaciones responde el precio que ofrecen esos bancos. La realidad es mucho más complicada.

Según explica Miguel Ángel Rodríguez, ex gestor de renta fija en Santander y actual colaborador de XTB Brokers, “el precio que se ofrece al banco central en la encuesta diaria es lo que se denomina el precio de venta del dinero (hay otro precio que es al que se ha comprado, pero este segundo no cuenta para el euribor). Es decir, el precio al que el banco dice que está dispuesto a prestar el dinero que tiene. No hace falta cruzar ninguna operación, sólo informar, eso sí esta información es vinculante”, asegura este experto.

Es decir, que una vez “cantado” el precio el Banco Central Europeo puede exigir a ese banco que le preste el dinero al precio que ha dicho, aunque no se haya cruzado ninguna operación con otros bancos. Es decir, en teoría una mentira puede tener un alto coste. En cualquier caso, haya o no préstamos, el precio está dado y servirá a los encuestadores de Thomson Reuters para el cálculo cuya metodología implica despreciar el 15% de los precios más altos y el 15% de los más bajos y hacer una medida aritmética con el resto.

Por esta razón a pesar de los problemas que ha tenido el mercado interbancario europeo desde la quiebra de Lehman Brothers, nada ha impedido el cálculo diario de este índice. Y eso a pesar que desde ese 15 de octubre de 2008, la desconfianza entre bancos ha implicado que muchos días no se hicieran ni un solo préstamo entre ellos. A pesar de ello, Miguel Ángel Rodríguez cree que será difícil probar una manipulación generalizada del índice. “No digo que no haya habido alguna manipulación puntual, pero nada parecido con las escandalosa manipulación que han hecho los bancos ingleses con el libor. En ese caso, el descaro fue tal que los precios podían desviarse hasta un 50% del valor real. Todos los banqueros lo sabíamos. Con el euribor es distinto”, asegura.

Este gestor de renta fija se refiere al conocido escándalo del libor, en el que los bancos ingleses pactaron el precio de este indicador, similar al euribor y de similar sistema de cálculo. Además en ese caso sí era el Banco Central de Inglaterra quien hacía la media y el que, según las investigaciones también estaba implicado en la manipulación. En Europa, el BCE ha hecho tanta dejadez de sus funciones que hasta ha delegado el cálculo en una entidad privada y se desconoce el sistema de supervisión.

En cualquier caso la duda está servida. Bancos implicados en el escándalo del libor como Barclays, HSBC o Royal Bank of Scotland, entre otros, también participan en la encuesta del euribor. De hecho, la propia Comisión Europea inició hace justo un año una investigación por posible manipulación del euribor que anunció a bombo y platillo, pero que se cerró este año con todo sigilo

El éxito de la iniciativa, en manos de los jueces

“Lo que queremos demostrar es que, al menos, hay dudas razonables. Y despertar esa sensibilidad en los jueces para que paralicen los desahucios”, explica Francisco Jurado, uno de los impulsores de #opeuribor. La clave está precisamente en el cambio en las prácticas judiciales. Hasta ahora, todo el proceso de ejecución y, en consecuencia, de desahucio, está configurado para favorecer el cobro de la deuda (y, por ende, al acreedor). “Las posibilidades de suspender una ejecución hipotecaria (y el desahucio que conlleva) son bastante escasas (salvo que se pague). Todo está pensado para que no se pueda paralizar o sea muy difícil hacerlo”, explica Javier Mendieta, socio de procesal de CMS Albiñana & Suarez de Lezo.

En base a su experiencia diaria en los juzgados refiere que cuando un cliente quiere discutir la cuantía reclamada por el banco debe hacerlo en el plazo de diez días. Esa oposición suspende temporalmente el proceso de ejecución hipotecaria. Seguidamente, se convoca a las partes a una vista concreta (“en teoría no debería tardar más de cuatro días desde la citación”) a la que tiene que acudir el afectado y argumentar y documentar el motivo por el que considera que el importe exigido por el banco es erróneo.

Después, el juez deberá decidir sin demora cuál es la cuantía correcta por la que deberá continuar la ejecución. Pero la afirmación de que el importe de la deuda sea equivocado con fundamento en una, hasta ahora no probada, manipulación del euribor sólo podría plantearse en un procedimiento “declarativo”, distinto al proceso de ejecución y que, en teoría, no podría impedir la continuación de la ejecución hipotecaria y el desahucio. Es decir, “los jueces no suspenderían la ejecución hipotecaria por razón de ese otro proceso declarativo”.

“El problema es que es sumamente improbable que, con la actual regulación, un juez, por sí solo, se aventure a decir, en un proceso de ejecución, que el euribor está manipulado y suspenda o demore la ejecución y el desahucio ante semejante alegación”, advierte Mendieta. “Lo cierto es hay algunos jueces que, de forma excepcional, han considerado, en favor de los ejecutados, que ese otro proceso declarativo permitía suspender la ejecución, pero normalmente esas decisiones han sido revocadas por los tribunales superiores, que han tumbado los argumentos”, insiste.

Desde #opeuribor no tiran la toalla, saben que el éxito de su iniciativa depende de la concienciación de los jueces y la presión de muchos desahuciados esgrimiendo el argumento de que un euribor manipulado puede ser la herramienta adecuada para enfrentarse a los tribunales superiores, normalmente mucho más politizados.