EV Motors (Ebro) sale a bolsa y promete invertir 500 millones y mantener el empleo en la exfábrica de Nissan
Hace casi seis meses, el grupo catalán EV Motors, matriz de la marca Ebro, cerró una alianza con el gigante chino Chery para recuperar la antigua fábrica de Nissan en la Zona Franca de Barcelona. Este lunes, EV Motors ha salido a bolsa –en el mercado BME Growth– para financiar esa factoría y su producción de coches eléctricos.
“La salida a bolsa nos ayudará a acelerar el crecimiento con el objetivo de reindustrializar la fábrica y acelerar la marca”, ha justificado el presidente de EV Motors, Rafael Ruiz, antes del toque de campana. Es decir, quiere enraizar las ventas y la capacidad productiva. La idea inicial pasaba por aprovechar la fábrica barcelonesa para ensamblar, desde el primer momento, vehículos de Chery a través de la marca Omoda, pero esta producción no se concretará hasta finales del año que viene, ha confirmado Ruiz.
También ha apuntado que Chery participa en dos 'joint ventures', en una empresa conjunta ligada a la planta y, en otra, a la fabricación; y que la escritura de las dos sociedades se concretó el pasado viernes.
Este año comenzará la producción con la marca Ebro. El compromiso, ha asegurado, invertir cerca de 300 millones de euros en los próximos años y mantener la plantilla de 500 personas que procedían de Nissan.
“En octubre se hizo el cambio de contrato”, ha apuntado. “Se ha cumplido el acuerdo con los trabajadores. En noviembre o diciembre comenzará un turno. En abril, el segundo; y el tercero a mitad del año próximo”. “A finales de 2025, estará activo el 100% de los trabajadores y previsiblemente se contratarán más”, ha afirmado.
La compañía prevé llegar a las 30.000 unidades producidas el próximo año y comercializar a través de una red propia de concesionarios, más de una treintena. Cuando se anunció el acuerdo en abril, Chery y Ebro apuntaron la meta de llegar a 150.000 vehículos en 2029.
Lo que no ve mal la compañía son los aranceles a la importación de vehículos chinos que ha puesto en marcha la Unión Europea, para tratar de frenar lo que considera es una competencia desleal en precio. “Los aranceles no nos afectan negativamente, disponemos de una fábrica en Europa y no tienen ninguna afectación negativa”, ha asegurado.
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