Tesla deberá pagar alrededor de 3,2 millones de dólares (2,93 millones de euros) a un exempleado negro después de que un jurado federal de San Francisco dictaminara que el fabricante de vehículos eléctricos no impidió un caso grave de acoso racial en su planta de ensamblaje insignia con sede en California.
La cifra es muy inferior a los 15 millones de dólares que el demandante, Owen Diaz, rechazó el año pasado al optar por un nuevo juicio. Díaz solicitó un nuevo proceso por daños y perjuicios después de que el juez redujera la suma de 137 millones de dólares, concedida en una sentencia de 2021, a 15 millones. Acusó a Tesla de no haber actuado tras sus quejas ante los directivos de que los empleados de la fábrica de Fremont a menudo utilizaban insultos racistas y dibujaban esvásticas, caricaturas racistas e insultos en paredes y áreas de trabajo.
Este lunes, el jurado le concedió 175.000 dólares en concepto de daños y perjuicios por daño emocional y tres millones de dólares por daños punitivos, destinados a castigar la conducta ilegal de la compañía de Elon Musk y disuadir de que vuelva a suceder en el futuro.
Bernard Alexander, abogado de Díaz, instó a los miembros del jurado durante las declaraciones finales a concederle casi 160 millones de dólares por daños y perjuicios, para así dar un mensaje a Tesla y a otras grandes empresas de que deberán rendir cuentas en caso de no abordar situaciones de discriminación.
“La forma en la que el señor Díaz ve el mundo ha cambiado para siempre”, dijo Alexander. “Eso es lo que ocurre cuando despojas a una persona de su seguridad”.
El abogado de Tesla, Alex Spiro, rebatió que Díaz era un trabajador conflictivo que había exagerado sus declaraciones de daño emocional, y dijo que sus abogados no habían demostrado ningún daño grave y duradero causado por Tesla.
Díaz testificó la semana pasada, relatando entre lágrimas varios incidentes ocurridos durante los nueve meses en que trabajó en la fábrica de Fremont. Díaz dijo que el trabajo le provocaba ansiedad y tensaba la relación con su hijo, que también trabajaba en la planta.
Los abogados de Tesla destacaron lo que, según ellos, eran inconsistencias en el testimonio de Díaz y repetidamente señalaron que no había presentado quejas por escrito a sus supervisores. El demandante declaró que se había quejado verbalmente con los directivos en numerosas ocasiones y que había transmitido sus quejas a los responsables de recursos humanos en Tesla.
Otros casos de racismo
El fabricante de automóviles se enfrenta a acusaciones similares de tolerar la discriminación racial en la planta de Fremont y otros lugares de trabajo. Entre los litigios, se incluyen una demanda colectiva en trámite realizada por trabajadores negros, un caso iniciado por una agencia californiana por los derechos civiles y múltiples casos que implican a trabajadores individuales. La empresa ha negado haber actuado mal en esos casos.
Díaz había demandado a Tesla por violar una ley de California que prohíbe a los empleadores no abordar entornos de trabajo hostiles a causa de la discriminación por raza u otras características protegidas. El primer jurado en 2021 concedió a Díaz 7 millones de dólares en daños y perjuicios por angustia emocional y la asombrosa suma de 130 millones de dólares en daños punitivos. Aquella fue una de las mayores indemnizaciones otorgadas en un caso de discriminación laboral en la historia de Estados Unidos.
El año pasado, un juez de distrito estadounidense coincidió con el jurado en que Tesla había infringido la ley, pero dijo que la indemnización era excesiva porque Díaz había trabajado en la fábrica solo nueve meses y no había alegado ninguna lesión física o enfermedad, y la redujo a 15 millones de dólares.
Traducción de Julián Cnochaert.