Facturas falsas y fraude fiscal: varapalo al promotor de oficinas que acusa al Gobierno de comprar periodistas

La Audiencia Nacional ha confirmado varias liquidaciones y sanciones de la Agencia Tributaria a Torre Rioja, la inmobiliaria del multimillonario madrileño Ángel Soria, por deducciones fraudulentas en el IVA y el Impuesto de Sociedades de 2007 y 2008 soportadas en facturas “falsas” emitidas por dos empresas envueltas en varios casos de fraude fiscal y corrupción urbanística en Castilla y León.

La última sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional es del 25 de octubre, días después de que elDiario.es contase que este empresario acababa de aprobar el traslado a España de una sociedad luxemburguesa con orígenes en el paraíso fiscal de Curaçao, tras cargar con inusitada dureza contra el Gobierno por su gestión de la pandemia y acusarle de tener a los medios de comunicación “comprados”. Su empresa, que en 2020 se acogió al régimen de las socimi (inmobiliarias cotizadas de alquiler) para pagar menos impuestos, es una de las grandes propietarias de oficinas en Madrid.

La Audiencia acaba de confirmar la regularización y la sanción que Hacienda impuso a Torre Rioja por deducirse de forma fraudulenta 1,1 millones de euros en el Impuesto de Sociedades de los ejercicios 2007 y 2008, al aportar facturas por servicios “que no se han prestado en realidad” por parte de dos empresas, Soincom Ingeniería SL y Abascal Consultores SL, involucradas en casos de fraude fiscal y corrupción urbanística en Castilla y León. 

El administrador de Soincom, José Manuel Castro, fue condenado en 2016 por delito fiscal por ayudar al empresario Luis María García Clérigo, presidente de la constructora Parqueolid, a defraudar sumas millonarias al Fisco mediante la emisión de facturas falsas que “tenían por finalidad crear un soporte documental con el que poder dar cobertura a la acción defraudatoria para la Hacienda Pública”, según la sentencia de la Audiencia Provincial de Valladolid. 

Parqueolid era la propietaria de Urban Proyecta PM3, promotora del edificio conocido como Perla Negra, que da nombre a un caso de corrupción urbanística vinculado al PP cuyo juicio está previsto para marzo de 2022. La causa indaga sobre pagos irregulares durante el Gobierno del popular Juan Vicente Herrera en la construcción de ese edificio público con sobrecostes millonarios en Arroyo de la Encomienda (Valladolid). Uno de los acusados es Ángel Montes, propietario de Abascal Consultores, la otra empresa cuyos supuestos trabajos para Torre Rioja desmontaron primero Hacienda y ahora la Audiencia Nacional.

En el caso de Soincom, la Audiencia avala que Hacienda echase por tierra sendas facturas por importe de 880.000 euros emitidas en 2007 y 2008. Según la sentencia, la socimi de Ángel Soria solo intentó justificar ante la Audiencia la primera factura, de 350.000 euros, para el asesoramiento técnico y preparación de la documentación para la compra de una parcela, en un concurso público, en el Parque Tecnológico de Boecillo (Valladolid) y el desarrollo posterior de un hotel.

Actuación “falsaria”

Sobre la segunda factura, de 530.000 euros, “la demanda ha guardado absoluto silencio”, dice la Audiencia, que no se cree los testimonios recabados ni las pruebas documentales aportadas por Torre Rioja, que califica como “el ropaje necesario para encubrir la ausencia de realidad de estos servicios, lo que la Administración Tributaria consideró como simulación; y lo cierto es que, haya tenido o no relevancia penal, esta actuación no puede sino calificarse como falsaria, en el sentido de no responder a la realidad”.

La sentencia hace suya la posición “meridianamente clara” de la Abogacía del Estado: “No es lógico tratar de acreditar los servicios subyacentes a dos facturas que importan casi 900.000 euros” con unos documentos, “que son fácilmente manipulables, y en dos testimonios absolutamente inconcretos, vertidos casi 15 años más tarde”. “Unos servicios de tal naturaleza debieron dejar un rastro documental mucho más concreto y serio”, razona.

En el caso de Abascal Consultores, la factura a Torre Rioja se emitió en enero de 2008. Entonces, su dueño ya estaba imputado por un caso de facturas falsas, lo que, unido a que los pagos de Torre Rioja no se hicieron hasta octubre de 2009, disparó las alarmas de la Inspección. Los supuestos trabajos consistieron en “la realización de estudios y análisis de desarrollos urbanísticos de la Comunidad de Madrid”, que permitieron a Torre Rioja deducirse 214.500 euros. La sentencia confirma el criterio de la Agencia Tributaria, del Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC) y del Tribunal Económico Administrativo Regional (TEAR) de Madrid, y reproduce los argumentos de otra resolución de julio del año pasado, cuando ya confirmó una liquidación a Torre Rioja por el IVA de 2008 que incluía una sanción de 116.125 euros por gastos relacionados con esas mismas empresas.

Entonces, la Audiencia destacó que Abascal Consultores contaba “con un solo empleado que difícilmente pudo elaborar 21 informes o estudios urbanísticos referidos a distintas localidades, teniendo en cuenta que el prestador del servicio reside en Valladolid”. Unos informes “inútiles”, pues “además de carecer de fecha, de autor identificado y de destinatario, versaban sobre inmuebles, pero consignando datos que, según se especificaba en ellos, se encontraban pendientes de comprobar”.

Además, “no fueron seguidos de inversión inmobiliaria alguna”, algo que Torre Rioja atribuyó a la crisis económica de 2008. “Pero de ser así no se entiende que la entidad decidiese gastar una cantidad tan elevada en unos informes que carecían de utilidad por referirse a datos no comprobados”. “Entiende por ello la Sala que ante la pluralidad de indicios expuestos la conclusión a la que llega la Inspección, avalada por el TEAC, es lógica y razonable a la hora de entender que el servicio prestado y documentado en la factura no fue real”. 

En la nueva sentencia, la Audiencia reafirma la culpabilidad que justificó la sanción a Torre Rioja, pues deducirse gastos “por unos servicios que la receptora de los mismos sabe que no se han prestado en realidad” es “el paradigma de la conducta dolosa”. También ha echado por tierra casi 20.000 euros en deducciones por gastos de oficina que incluían “obra pictórica, suscripciones a revistas, artículos de viaje, sillones de masaje”, un detector de radares, “libros, prensa, televisores, cámaras de fotos, etc”. “Se trataba de gastos para satisfacer necesidades personales y no empresariales”. 

De los más ricos

A sus 66 años, Soria, que prepara la salida a Bolsa de su empresa, es una de las grandes fortunas españolas, pese a ser desconocido para el gran público. El último ranking de ricos españoles de El Mundo le atribuía un patrimonio de 335 millones de euros, en el puesto 154 de las personas más adineradas del país. El empresario, que hace unos años se definía como “un albañil con corbata”, heredó su inmobiliaria de su padre, José Soria Velasco, fallecido en 2002 y que hace cuatro décadas ya era una de las 100 personas más ricas de España, por delante de Rafael del Pino, fundador de Ferrovial.

Pese al perfil subterráneo de su dueño, recientemente Torre Rioja se descolgaba en sus últimas cuentas acusando al Gobierno de crear “un ambiente de terror” con la crisis del coronavirus, tener a los medios de comunicación “comprados” y gestionar la emergencia sanitaria con unos resultados que ha definido como “posiblemente los peores del mundo”.

La inmobiliaria cerró el ejercicio 2020 (concluido en noviembre) con inmuebles con un valor de tasación aproximado de 610 millones. El grupo en el que consolida, Ra SL, acabó el ejercicio con activos de más de 566 millones. Torre Rioja declaró en 2020 pérdidas de 20,6 millones, frente al beneficio de 8,7 millones de un año antes. Según recogen sus últimas cuentas, el 29 de marzo de 2020 “se presentó el correspondiente recibo a la Agencia Tributaria” para la conversión en socimi “con efectos retroactivos a partir del periodo impositivo de 1 de diciembre de 2019” para beneficiarse de las exenciones fiscales de estas sociedades.

Con más de 180.000 metros cuadrados de superficie sobre rasante en oficinas, suelo con más de 80.000 metros cuadrados de edificabilidad y hoteles en Madrid, donde es casero de multinacionales como Roche, BNP o General Electric, Torre Rioja concentra su cartera de edificios en el eje de la Castellana y el este de la capital. Tiene también hoteles, un inmueble en Budapest y cientos de plazas de garaje. Cuenta con una filial en Andorra y controla un 3% del grupo industrial Tubacex. Soria preside una sicav, Menara Capital, con un patrimonio de 3,8 millones. Ante la caída del negocio inmobiliario, el empresario ha optado por diversificar. En diciembre, compró el 9% de Creand Wealth Management, antiguo Banco Alcalá, del Grupo Crèdit Andorra, por 6,12 millones.