Trabajas en un banco y la información confidencial te quema en las manos. Por delante de tus ojos pasan millones de euros que van y vienen de cuentas opacas en Suiza. Decides jugártela: copias las bases de datos en tu ordenador, justo en el momento más obsceno antes del crack financiero. Eso es lo que hizo Hervé Falciani. Y todo lo demás fue huir hacia adelante.
Falciani, francoitaliano, no ha cumplido aún los 35 años y ya es desarrollador informático en la sede central en Suiza del banco HSBC tras una formación de élite. Su trabajo en 2006 es reorganizar la base de datos de la entidad para reforzar su seguridad. Para HSBC, Falciani es un “empleado de confianza” con acceso a gran cantidad de información en su día a día. Desde esta posición privilegiada, descubre 130.000 cuentas opacas que ocultan un enorme fraude fiscal a casi todos los países del mundo, entre ellos España, Francia e Italia... Miles de millones de euros que han evadido impuestos.
Entre 2006 y 2008, día a día y en secreto, Falciani hace una copia de esos movimientos. Una enorme base de datos descargada en su portátil. Una información con la que podría convertirse en un héroe social o en el rey del chantaje.
Héroe o chantajista
Héroe o chantajistaPasan los meses. El 20 de marzo de 2008, la banca suiza denuncia que alguien está intentando vender bases de datos de clientes de HSCBC en Líbano. Tras un nombre falso, acompañado de una mujer y usando una empresa fantasma, la justicia suiza asegura que Falciani intentó sacar partido económico de su increíble hallazgo. El informático es detenido e interrogado y, sin embargo, queda libre.
Al día siguiente huye a Francia, que acaba convirtiéndose en su mejor aliado: las autoridades francesas ni detienen ni extraditan a Falciani, sino que requisan los datos del secreto bancario. Y no se los da a Suiza. Tampoco los entrega a Falciani, que tiene pasaporte francés. La tensión diplomática entre Sarkozy y el Gobierno suizo ocupa titulares. Falciani da entrevistas.
Francia aguanta el pulso con Suiza y pone a disposición de España e Italia aquella información que incumbe a evasores fiscales en esos países. Otra pieza clave que sí puede conocer la lista completa, la por entonces ministra de Hacienda, Christine Lagarde, es nombrada directora del Fondo Monetario Internacional. Mientras, sobre Falciani se arremolinan fans y detractores: algunos le ven como un héroe mientas otros filtran a Reuters la información de que el informático ha intentado vender por tres millones de euros su información a Alemania.
Gracias al robo de Falciani y al gesto francés, la Hacienda española investiga 659 casos de fraude en un entramado de más de 3.000 cuentas bancarias opacas con las que se han evadido más de 3.000 millones de euros. Fue “la mayor regularización de la historia del fisco”, dijo el secretario de Estado de Hacienda en 2010, Carlos Ocaña.
Y nos plantamos en julio de 2012. Falciani entra en España por Barcelona y es detenido en un control policial cuando al identificarle salta la alarma de la búsqueda y captura de la justicia suiza. Suiza reclama su extradición por un delito de revelación de secretos, que no está tipificado en España, y el detenido ofrece su colaboración a la Hacienda española en cuanto tiene oportunidad. La Audiencia Nacional le ha mantenido en prisión preventiva en Madrid hasta este 18 de diciembre, en que lo deja en libertad provisional.
Los 659 nombres españoles de la lista Falciani
Los 659 nombres españoles de la lista Falciani“Se trata de datos personales (nombres, apellidos, edad, profesión, nacionalidad, dirección, teléfono, relaciones familiares...), saldos de cuentas, apuntes bancarios y notas e informes de visitas que describen una parte importante, si no la casi totalidad, de las actividades económicas que HSBC ha mantenido con sus clientes durante, al menos, los diez últimos años”. Así describe la justicia suiza a la base de datos de Falciani en su petición formal de extadición a España.
Actualización: mayo de 2013: La Audiencia Nacional ha rechazado extraditar a Suiza a Falciani.
En la lista de titulares de esas cuentas que Falciani tenía bajo el brazo aparecen nombres todopoderosos: Emilio Botín, presidente del Santander; Ana Patricia Botín, expresidenta de Banesto; los modistos Valentino y Renato Balestra; el joyero Gianny Bulgari; la esposa del magnate de la Fórmula 1 Flavio Briatore; Arlette Ricci, la heredera de la marca de perfumes Nina Ricci.
Los nombres que se conocen han sido filtrados a la prensa en diferentes momentos, en algunos casos por los propios afectados para llevar la iniciativa en un posible escándalo mediático, o se han conocido cuando se abrieron investigaciones puntuales gracias a la lista.
Con la lista Falciani en la mano, la Agencia Tributaria solicitó a cientos de personas que regularizaran su situación. Según los cálculos de El Mundo, 400 personas en Madrid, 32 en la Comunidad Valenciana, 20 en Galicia, 20 en Baleares y otros 4 en Asturias.
El Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha anunciado su pretensión de publicar una lista de los mayores defraudadores y morosos al fisco español, pero por ahora rechaza hacer pública los nombres españoles de la lista Falciani.